Desde hace al menos una década que la idea de terminar con el pago físico existe en la zona, pero por distintas razones no se ha concretado. Nuevamente la opción de materializarlo existe, claro que depende de un acuerdo entre los operadores del sistema para operar una sola plataforma.
Pagar con “tarjeta” el pasaje en el Biotrén no es ninguna novedad. De hecho, en nuestra zona el servicio de ferrocarril urbano y el de cercanía (Corto Laja) hace años que operan con esta modalidad. No solo eso, en los últimos meses EFE impulsó una renovación en este sistema de pago, incorporando una versión tecnológica muy superior que le permitirá en el mediano plazo “interactuar” con otras plataformas.
Pero donde ese salto al siglo XXI no ha ocurrido es en el servicio de taxibuses del Gran Concepción, donde la idea ha rondado al menos hace 10 años sin lograr concretarse.
Las razones para aquello han sido varias, desde el alto costo de implementar esta tecnología a la falta de apoyo y de decisión de las autoridades en su momento, aunque también ha influido fuertemente el lograr un consenso entre los operadores del sistema, es decir, entre los empresarios del transporte público en la zona que se encuentran agrupados en la actualidad en cinco organizaciones.
El presidente de una ellas, Arturo Giusti de la Federación Gremial Interregional del Transporte de Pasajeros, sostuvo que entre los empresarios está la voluntad de avanzar en la implementación de este nuevo sistema de pago digital porque desde su perspectiva permite una serie de mejoras en el negocio.
“Esto es un anhelo de nosotros, los empresarios, de implementar el sistema de prepago a bordo de los buses por varios motivos, entre los principales, sacar el dinero a los conductores de la “pesera” para que así no existan los intentos de robos y asaltos y para que el chofer en definitiva se dedique a conducir y presta el servicio que debe prestar”, sostuvo.
Pero además Giusti apunta a otra razón que es importante para los empresarios y tiene que ver con la recaudación o el dinero que a diario “se hace” por cada máquina.
“Y también es un anhelo nuestro poder controlar la caja, como le llamamos, en el sentido de saber efectivamente lo que ingresa y también cuánto se maneja arriba del bus”.
Giusti además precisó que avanzar esta tecnología también será positivo para los choferes, quienes comenzarían a tener un sueldo fijo y no diario como es hoy.
“También viene de la mano con un sistema automático de pregago que los conductores tendrían que tener un sueldo fijo y también a lo mejor con un porcentaje (variable) dentro del contrato. Así tendrían un incentivo y una tranquilidad de saber que sus imposiciones van a ser pagadas por el total ganado y se va a transparentar también el sistema de pago” indicó el dirigente gremial.
Pero el gran pero que existe hoy, cuando se está a la espera del nuevo marco regulatorio para el transporte público en el Gran Concepción como lo será el denominado “perímetro de exclusión”, es lograr el acuerdo entre las distintas asociaciones de empresarios para que de manera conjunta se puedan implementar un único sistema de pago electrónico en la zona, que incluya también a los buses que realizan el recorrido entre Concepción y Tomé.
Precisamente, Bernardo Montoya, representante de los empresarios que realizan este recorrido, planteó con claridad que la dificultad está en sus colegas del Gran Concepción, que no han sido capaces de ordenarse en pos de un objetivo común.
“La verdad es que el ánimo nuestro es superior al de Concepción , porque encuentro que los colegas de Concepción se están demorando demasiado, no se ponen de acuerdo nunca. Han demorado esto por demasiado tiempo”, aseveró.
En este mismo sentido, Montoya coincide en las ventajas y seguridad que ofrece este tipo de plataformas y que incluso estarían en condiciones de asumir el desafío, pero el tema del costo es un freno importante, por eso aboga por la unión y lograr así mejores precios para implementarla y contar con un sistema común para la zona.
“Esta es una decisión netamente económica porque si yo tuviera las espaldas , me refiero a la cantidad de buses suficientes ya lo habría implementado hace rato, pero tengo que esperar a los de Concepción porque en grupo se logran mejores precios , mejores condiciones. Aquí hay varias cosas que se juegan no es solamente el equipo que se instala arriba del bus cuando uno hace el pago con la tarjeta o vía digital, si no también entran a trabajar bancos , las empresas donde se realizan las recargas, entre otras y en todo eso se obtienen mejores condiciones si en vez de que sean 100 buses de tomé seamos 1.000 o 1.200”.
La situación en la actualidad es que los empresarios de la zona están buscando materializar ese acuerdo y presentar una propuesta al ministerio de Transportes. De todos modos, una vez tomada la decisión y firmado el contrato con el proveedor de la tecnología elegida, se requerirá de al menos un año para implementarse en los buses. La aspiración que el sistema que se escoja, ya sea financiado por los empresarios locales o la inversión la asuma el Estado, que pueda “conversar” con la plataforma de EFE y exista así solo sistema de pago electrónico para movilizarse en el Gran Concepción.
Pero no solo los empresarios del transporte están interesados en que por fin se concrete el fin del pago físico en la locomoción colectiva en la zona. Desde el Gobierno Regional, también esperan que se logre avanzar rápidamente en este sentido, como lo señaló Óscar Ferrel, jefe de la División de Infraestructura y Transportes del organismo.
“Efectivamente es muy relevante para el Gobierno Regional avanzar en la implementación de un pago electrónico, por varias razones. Hay un tema de seguridad asociado que es fundamental. En la medida que contribuyamos a tener una micro más segura va a existir un incentivo, tanto para los trabajadores como para los usuarios, para subirse al transporte público”.
El representante del Gore además sumó más razones para pensar en la urgente necesidad de avanzar hacia un sistema más moderno, ya que esto abriría opciones, como ocurre en otros lugares del mundo, en que la intermodalidad se vea favorecida y permita impulsar nuevas maneras de moverse en el Gran Concepción.
“Creemos que la implementación de un pago electrónico habilita el poder integrar una solución multimodal, es decir, poder por ejemplo combinar los distintos modos de transportes. Nosotros tenemos el Biotrén, tenemos micros, tenemos proyectos de micromovilidad”.
Ferrel se refiere en este punto a una iniciativa que en Diario Concepción le informamos semanas atrás, sobre un proyecto de bicicleta pública.
“Esperamos que eso se implemente con un incentivo al usuario de manera que esa persona tenga un beneficio por combinar distintos modos de transportes y podamos contribuir a disminuir la cantidad de vehículos particulares que circulan por las calles, aumentar la cantidad de usuarios del transporte público y de esta manera generar las economías de escala que se requieran para que tengamos una ciudad más vivible y sin tanta congestión”.