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Biobío registra cerca de 500 mil licencias por salud mental desde 2019

Sólo en lo que va corrido del año se contabilizan 46 mil 503. Depresión, consumo problemático de alcohol y trastornos de ansiedad generalizada se repiten. Servicio de Salud Concepción atiende a más de 35 mil personas por cuadros psicológicos y mentales.

Por: Ximena Valenzuela 20 de Abril 2023
Fotografía: CC

Está comprobado que los cambios en la rutina de una persona pueden generar períodos de estrés intenso. Mudanza, cambio de trabajo, divorcio, la muerte de un ser querido o una pandemia, como la que se vivió entre 2020 y 2021, pueden aumentar los problemas de salud mental de la población, sobre todo, considerando las cuarentenas y el alejamiento obligado de sus redes de apoyo que generó.

En 2019 la Comisión Médica Preventiva e Invalidez (Compin) recepcionó sólo 8 mil 690 licencias por trastornos de salud mental, cifra que en 2020 aumentó a 30 mil 599 permisos de salud. En 2021 se registró un alza que llegó a las 177 mil 442 licencias médicas recibidas en Compin por salud mental y el año pasado se llegó a un récord de 218 mil 495.

Actualmente la tendencia, según explicó el seremi de Salud, Eduardo Barra, está disminuyendo. Comparó el primer y el último trimestre de 2022, período que alcanzó un 13,9% de alza, pasando de 50 mil 885 licencias por salud mental a 58 mil 8, “para luego presentar una caída de 19,8% en el primer trimestre de 2023, alcanzando las 46 mil 503 licencias”.

Así las cosas, contabilizando desde 2019, año del estallido social, pasando por la pandemia, la crisis económica y la tragedia que generaron los incendios forestales, hasta el primer trimestre de 2023 la Región registra un total de 481 mil 234 licencias por salud mental, cifra que revela el complicado estado psicológico al que ha llegado gran parte de la comunidad en poco más de cuatro años.

Más datos


“Comencé con crisis de angustia y terminé con una de pánico en plena calle, no podía creer lo que me estaba pasando. Llevo cuatro meses con licencia, millones de pastillas y un gasto tremendo porque mi doctor no me ha ingresado al GES de Depresión y los medicamentos son caros, pero tengo confianza en que pronto volveré a trabajar”, dijo Eduardo Alarcón, docente penquista.

Del total de licencias médicas asociadas a salud mental que fueron informadas en 2021 y 2022 el 33% corresponden a trastornos mentales y del comportamiento tal como es el caso de Alarcón. El 80% de ellas fueron aprobadas en primera instancia. El resto fue reducida, ampliada o rechazada.

El informe anual de emisores de licencia médica electrónica 2022 de la Superintenddencia de Seguridad Social, que entrega una detallada caracterización respecto a la emisión de licencias médicas en Chile, tanto de Fonasa como de Isapres, indica que el total de permisos de este tipo que fueron tramitadas en 2022 a nivel nacional ascendió a 9 millones 283 mil 961 documentos, lo que representa un aumento de 14,7% al compararlo con 2021.

El ranking de diagnósticos lo lideran los trastornos mentales con 29,7%, situación que es concordante con las cifras observadas en la Región.

Para German Acuña, presidente del Colegio Médico en la Región, afirmó que hay una crisis de salud mental a nivel país, “que, claramente, no ha sido abordada de forma adecuada y que estamos lejos de poder resolver”, dijo y agregó que agresiones a funcionarios de la salud muestran que hay una paradoja, pues se está agrediendo a quienes nos cuidan, lo que, a su juicio, muestra que el problema de salud mental es amplio.

Víctor Valenzuela, director del Servicio de Salud Concepción, recalcó que para el Gobierno de Boric el tema salud mental es una de las prioridades.

“Se están creando nuevos programas. Tenemos un aumento sustantivo de la cantidad de pacientes en esa área producto de la post pandemia, que ha tenido un efecto extremadamente arrollador en la salud mental de la ciudadanía. Uno tiene que entender eso, yo sé que los temas de salud mental la gente no los valora, no le dan importancia, pero efectivamente tenemos una ciudadanía muy dañada”, aseveró.

Las clases virtuales a las que los escolares se debieron adaptar durante dos años, perdiendo la relación con sus pares, así como el teletrabajo, según Valenzuela, generaron complicaciones en la salud mental. Lo mismo que la pandemia por sí misma llevó a un aumento del daño de salud mental de la personas. “Que va creciendo y eso tiene sus efectos en la violencia intrafamiliar, en el barrio, la tolerancia, la violencia en las calles. Todo va de la mano”, recalcó.

En el detalle, el Servicio de Salud atendió durante 2022 un total de 35 mil 647 personas por problemas de salud mental considerando los dispositivos de atención primaria y de especialidad, 8 mil 244 más que durante 2021.

Las personas diagnosticadas con trastornos mentales alcanzaron las 22 mil 818 durante 2021, cifra que alcanzó un 37% de aumento el año pasado cuando se contabilizaron 31 mil 363 personas con una patología mental.
La depresión leve aumentó de 2 mil 901 personas en control en 2021 a 3 mil 616 en 2022. Lo mismo sucedió con la depresión moderada que creció en 25% durante los períodos señalados, alcanzando los 3 mil 616 diagnosticados el año pasado.

Se suma a la lista de atendidos quienes tienen un consumo perjudicial o dependencia de alcohol, que aumentó de mil 12 diagnosticados a mil 1103.

Los trastornos de ansiedad generalizada mostraron la misma tendencia, pues de mil 378 llegaron a 2 mil 528, mostrando una variación de 83% y, el ítem de otros trastornos de ansiedad creció de 12 mil 93 personas a 3 mil 291 el año pasado. Se agrega a la lista el trastorno de personalidad que de mil 505 diagnosticados en 2021 se alzó a las 2 mil 522, un 68% de variación.

Aumento tras pandemia

“Se evidencia un aumento de la población bajo control y consultas en las urgencias por problemáticas del área de salud mental tras la pandemia”, dijo Valenzuela y agregó que cuentan en la red asistencial con programas de salud mental en los Cesfam para dar atención a las personas con alguna patología o problemática en el área de salud mental.

“Además, existen los equipos multidisciplinarios, especializados, de atención de especialidad ambulatoria para brindar atención a los casos de mayor complejidad (Cosam). A ello, se suma el trabajo que se realiza con el intersector, con el que se coordina el abordaje de los derechos de las personas con trastornos de salud mental”, complementó.

Fiscalización y compañía


La Seremi de Salud sostuvo que la disminución de licencias médicas por salud mental que se ha registrado durante el primer trimestre del año en curso se debería al plan de fiscalización nacional a grandes emisores, y detección de licencias fraudulentas, materia que se mantiene en estudio a nivel ministerial.

El plan, detalló el seremi, está centrado en tres líneas de acción: incrementar la intensidad y eficacia del proceso fiscalizador que realiza la Compin; aumentar las sanciones y mejorar las facultades con las que están persiguiendo los casos fraudulentos. Facultades, tanto de Compin como la Superintendencia de Seguridad Social (Suceso), y continuar el proceso de trabajo colaborativo junto al Consejo de Defensa del Estado, Fiscalía, Policías, Suceso y Fonasa para perseguir penalmente a los involucrados en la venta de licencias médicas.

Para la psicóloga Paulina Grandón, académica de la Universidad de Concepción, además de las fiscalizaciones que se están realizando para evitar el fraude en licencias médicas, existen otros factores importantes como las relaciones sociales.

“Conversar cara a cara con el resto puede influir positivamente en la salud mental de las personas. En pandemia la gente estaba sola, privada de vínculos sociales. Si había una relación buena con la familia pudiese ser positivo, pero si no la tenías eso se volvía atentatorio con su propio bienestar”, comentó.

Otro factor positivo para la salud mental de la comunidad es la distracción, ya sea un paseo, ver una película o ver un concierto facilita que las personas se sientan mejor.

Eso así advirtió que, a pesar que las consecuencias del encierro están revertiendo, “el nivel de vida que tenemos, la presión, en general, las dificultades que tenemos las personas para establecer relaciones sociales. Lo individualizamos que estamos, en que vemos todo de la óptica más personal y tenemos poca mirada colectiva, todos estos elementos influyen en nuestra salud mental y eso permanece y no ha cambiado”.

La especialista dijo que es frecuente que todas las personas se sientan mal en algún momento y, en esos casos, buscar vínculos que les hagan sentirse apoyados en las dificultades que puedan tener.

“Fijarnos en nuestras amistades, en las personas que tenemos cerca. Mantener sus redes sociales activas, buscar apoyo cuando lo necesiten y dar apoyo a otros cuando sea necesario”.

Ahora bien en caso de síntomas de ansiedad, que la persona sienta que no puede manejar debe solicitar ayuda. “Tenemos que pensar que las dificultades son parte de la vida, pero cuando sentidos que esas dificultades no las podemos manejar, que no tenemos las herramientas para hacerlo, buscar ayuda porque ya es distinto”, dijo.

Agregó que actualmente la gente está consultando más por salud mental, especialmente, en los jóvenes y que lo que se requiere son programas que ayuden a que las personas tengan mejores vínculos sociales, que estén enfocados en la promoción del bienestar de las personas más que enfocados en actuar cuando ya existe un problema. “Pensar antes en como generamos una mejor vida para todas las personas en nuestro país”, recalcó.

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