El profesional del Hospital Regional aseguró que el cambio climático hace que el vector se expanda al sur de Chile. Seremi de Salud llamó a embarazadas a testearse.
Si bien desde 1999 Chile fue declarado como libre de transmisión vectorial del Chagas, que se transmite por la picadura del parásito Trypanosoma cruzi, más conocido como Vinchuca, lo cierto es que siguen existiendo casos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) 7 millones de personas viven con Chagas a nivel global, de las que sólo un 10% accede al diagnóstico y, la Organización Panamericana de Salud (OPS) advierte que cerca de 100 millones de personas en el continente americano está en riesgo de infectarse.
En Chile se calcula que más de 120 mil personas serían portadoras del parásito causante de la enfermedad, aunque sin saberlo. A nivel local, en 2022 se detectaron 14 casos y en lo que va del año, según registros de la Seremi de Salud ya son 4 gestantes.
Sergio Mella, infectólogo del Hospital Regional, explicó que con el cambio climático el vector se ha ido expandiendo hacia el sur de Chile. “De hecho tenemos casos autóctonos en la Región, de gente que nunca ha salido de acá (…) Aunque los casos siguen siendo más en la zona norte. También hay migración de gente que viene con la enfermedad, pero el elemento fundamental es el cambio climático que propicia que el vector se vaya expandiendo a zonas más lluviosas”.
En Chile, manifestó, no sólo se les realiza el estudio a las embarazadas, que podrían contagiar la enfermedad a sus hijos durante la gestación y lactancia, sino también “a todas las personas que van a donar sangre, a los inmunodeprimidos que van a ser trasplantados, a quienes tienen infección por retrovirus, VIH”.
También se realizan estudios a los pacientes que puedan tener complicaciones atribuibles a la enfermedad de Chagas, personas que tienen dilatación del corazón, colon o esófago, que son las complicaciones que se presentan después de décadas de infección crónica. “Esos llegan tarde, con complicaciones que lo pueden llevar a la muerte. Lo que se hace ahora es el tamizaje en que a todas las personas positivas se les ofrece tratamiento con Nifurtimox y con benznidazol, que se realiza por 2 a 3 meses, que elimina el parásito y prevendría que la persona desarrolle estas dilataciones del corazón, colon y esófago, décadas después”.
Cabe destacar que los síntomas de la enfermedad en fase aguda, que deberían llevar a una persona a consultar son: fiebre, dolor de cabeza, falta de apetito, dolores musculares, vómitos, diarreas, aumento del tamaño del hígado y del bazo. Ahora, si el parásito tuvo contacto con la piel el enfermo presenta lesiones, llamadas Chagoma, que se caracterizan por una lesión de aspecto duro, indolora y de color violaceo.
Para la autoridad sanitaria el foco de la enfermedad estaría en transmisión vertical, es decir, de madre a hijo durante la gestación. Por lo que recomendó a las embarazadas solicitar examen de sangre en sus controles prenatales para descartar el Chagas y “así evitar la transmisión de madre a hijo (a), y en caso necesario iniciar un tratamiento oportuno para proteger la salud del hijo(a) en gestación”, dijo el seremi de Salud, Eduardo Barra, en el marco de la conmemoración internacional de personas afectadas por la enfermedad de Chagas.
La transmisión de la enfermedad es tal, que según Mella, puede transmitirse hasta por 3 generaciones. De hecho existe un caso de una mujer de la Región que tuvo 10 hijos, de los que 6 resultaron contagiados y están siendo sometidos a análisis previos al tratamiento. “Se puede contagiar tanto por la placenta e, incluso, por la leche”, dijo.
María José Chandía, encargada regional del programa de Enfermedades Transmisibles por Sangre de la Seremi de Salud, aseveró que el Chagas no es una enfermedad que esté erradicada y que está presente en Chile.
Las vías de transmisión son vectorial, transfusional y vertical, pero, según dijo, “la transfusional no es de riesgo en el país porque en los laboratorios de sangre se analiza, pero la que es de importancia en Salud Pública es la vía vertical, de madre a hijo”.
La pesquisa se exige a todas las mujeres embarazadas, tanto en el sistema público como privado, siendo la única diferencia el pago del examen que exige el sistema privado.
En caso de ser confirmado el recién nacido se les realizan 3 exámenes PCR durante un año y el tratamiento se hace una vez que la madre deja de amamantar para que los medicamentos no interfieran en la lactancia.
Además, según explicó la encargada regional, no todos los casos se dan en recién nacidos, muchos de los que han aparecido se deben a que son pesquisados en mujeres embarazadas y a través de un estudio de contactos que realizan y se detecta a otros contagiados.
“La Vinchuca al momento de picar a la persona defeca sobre su piel, la persona se rasca e ingresa el parásito al torrente sanguíneo, pero como en Chile estamos libres de esta transmisión desde 1999, se busca entre las embarazadas a través del tamizaje universal porque el parásito queda en forma crónica y pueden transmitirlo al bebé vía trasplacentaria”, dijo Natalia Faúndez, enfermera del área de Enfermedades Transmisibles por Sangre del Hospital Regional.
Luego del examen que se toma en la atención primaria en los controles prenatales y de que el Instituto de Salud Pública confirma la enfermedad, llegan al Guillermo Grant Benavente, centro referencia para el Servicio de Salud Concepción y Arauco, pues cuenta con las especialidades de infectología adulto y pediátrico.
Se les somete a tratamiento con el antiparasitario durante 2 meses y luego, según explicó, se realizan exámenes PCR para confirmar que estén libres del vector y, en el caso de los recién nacidos se hace un seguimiento hasta el noveno mes de vida para confirmar que no lo tenga.
La enfermera agregó que el tratamiento se realiza sólo en el Hospital Regional, tanto para personas de isapres o Fonasa, de forma totalmente gratuita.
“Desde 2019 a 2022 llegaban 1 a 3 casos al año. En 2022 recibimos a nuestra primera gestante y el primer recién nacido, pero en 2023 ya tenemos 12 casos nuevos. Tenemos cuatro gestantes y cinco recién nacidos, porque una tuvo parto gemelar”, dijo Faúndez.
Agregó que la enfermedad de Chagas antes no se consideraba tanto porque es endémica del norte, pero que ahora se ve un aumento en la Región, “pero ahora quizás se ven más porque se está pesquizando más”.
El infectólogoSergio Mella afirmó que para realizar un real control de la enfermedad se debe primero controlar el vector, educar a la población, disminución de la pobreza, tratar a todos los inmigrantes que ya vienen con la enfermedad y que van a tener hijos acá y se la van a transmitir. “Tengo varios pacientes bolivianos a los que se les está realizando tratamiento”.
Aseveró que si en una familia hay una persona que tiene antecedentes de ser portador de la enfermedad de Chagas que se haga el estudio, sobre todo, si es una mujer y también al resto de la familia, particularmente, si vivieron en la zona norte del país de donde el vector es originario.
Complementó asegurando que la enfermedad de Chagas es considerada “como reemergente porque ha ido cobrando cada vez más importancia por el cambio climático e inmigrantes que son personas endémicas. “Por otra parte se han descrito nuevos mecanismos de transmisión, en países en que hay endemia de esta enfermedad, incluso, se han contagiado por jugos y alimentos. La Vinchuca muere en la fruta y la persona se toma un jugo en la calle y adquiere la infección, además, de es posible adquirir una tifus alimentaria”.
Cabe destacar que la vía vectorial, a través de la picadura de la vinchuca, parásito que se alimenta de sangre y vive principalmente en zonas rurales de Chile y en otros varios países de Latinoamérica. Casas de adobe, zonas de criadero de animales y en acumulación de escombros son sus lugares habituales.