Pacientes con movilidad reducida acusan dificultad de acceso al Hospital Regional

11 de Abril 2023 | Publicado por: Ximena Valenzuela
Fotografía: Cedida

Director del centro asistencial aseguró que los vendedores ilegales constituyen un problema de salud pública, pues ponen en riesgo a pacientes. Se han registrado caídas y más de 7 reclamos formales de comunidades afectadas.

Cada día cientos de personas acuden hasta el Hospital Guillermo Grant Benavente, pues no sólo atiende a la población regional, sino que además debe absorber la demanda de pacientes referidos desde la macro red provenientes desde Talca a Puerto Montt.

De ahí la importancia de contar con accesos despejados, tanto para el ingreso y salida de ambulancias, como para el tránsito de los pacientes. Muchos presentan una condición de movilidad reducida, ya sea por su avanzada edad, como por patologías que generan deterioro de articulaciones como las artrosis. Además de pacientes que han sufrido amputaciones del tren inferior o tienen indicado el uso de órtesis, entre otras.

Si bien los accesos están creados y señalizados correctamente, el problema está en la gran cantidad de vendedores ambulantes ilegales que se instalan en el perímetro exterior del hospital, pues con sus puestos que, incluso, incluyen carros de food truck impiden el libre desplazamiento de los pacientes e, incluso, complican el actuar de los vehículos de emergencia.

Un verdadero periplo es el que Paola Moncada debe realizar cada vez que lleva a control médico a su madre Margarita (72 años). “Con una silla de ruedas es bastante complicado desplazarse. Sé que la gente necesita trabajar, pero igual hay que darle espacio a la gente con problemas de movilidad. Considero que Carabineros está haciendo su trabajo, lo que es bueno para ayudar a quienes tienen problemas de desplazamiento como mi mamá”.

Margarita, la madre Moncada, no sólo se traslada en una silla de ruedas, sino que, además, porta un tanque de oxígeno para ayudar a sus problemas respiratorios. “Es súper complicado entrar o desplazarse por fuera del hospital”, dijo y realizó un llamado a la autoridad para que despejen un poco más el perímetro del nosocomio.

“Hace poco me operaron de la cadera derecha. Tenía una artrosis severa, así que me pusieron una prótesis. Me cuesta caminar con los bastones, las veredas tienen hoyos en los que varias veces he estado a punto de caerme. Los ambulantes son otro problema. Con sus productos en el suelo y carros de comida, prácticamente, uno no puede pasar. Me da mucho miedo caer y quebrar la prótesis o mi pierna. Espero que esto se solucione pronto”, dijo Adela Montaner, 71 años.

Problema de Salud Pública

Como Margarita y Adela son cientos los pacientes con movilidad reducida que requieren de un espacio amplio para circular con silla de rueda o muletas. La situación provocada por los ambulantes ilegales es, a juicio del director del Hospital Regional, Claudio Baeza, un problema de seguridad y de salud pública, pues al impedir el desplazamiento de los pacientes y de las ambulancias ponen en riesgo a los usuarios que llegan en estado grave.

“Ya hemos recibido más de 7 reclamos y cartas de agrupaciones de discapacitados por esta situación alrededor del hospital. El tema de la seguridad ha sido complejo con veredas mucho más reducidas. Han aumentado los asaltos y robos incluso afectando a nuestros funcionarios”, dijo y aseguró que el problema que tienen es tremendo por lo que han realizado coordinaciones con el municipio y con Carabineros.

“Tuvimos una reunión con el alcalde (Álvaro Ortiz) donde planteamos esta situación. Se estableció un primer operativo, que se realizó el jueves y dio buenos resultados, pero por un corto tiempo. Inmediatamente después que se fue Carabineros los ambulantes volvieron. Esperamos que estos operativos se repitan para de una vez por todas comencemos a erradicar el comercio ambulante al exterior del Hospital Guillermo Grant Benavente”.

La presencia de los vendedores ilegales, según dijo, también complica la salida e ingreso de ambulancias y el desplazamiento de funcionarios. “Hemos tenido que atender accidentes producto de esto. Los ambulantes impiden el correcto desplazamiento de vehículos institucionales y particulares. Este es un tremendo dolor de cabeza para nuestro hospital . Los ambulantes han aumentado en las últimas semanas y, prácticamente, están alrededor de todo el hospital”.

Baeza agregó que le han pedido a Carabineros que el copamiento se realice lo más repetidamente posible, pues, a su juicio, es la única medida que permite erradicar el comercio ambulante. “El primer copamiento fue efectivo por no más de 35 minutos. Por eso creemos que tiene que ser una medida continua”.

El riesgo es alto


El problema que genera la instalación de vendedores ambulantes ilegales en las afueras del Regional está claramente dimensionado, aseguró Claudia Muñoz, enfermera jefe de la unidad de Calidad y Seguridad del Paciente. “Hemos visto que pacientes con movilidad disminuida, ya sean los que vienen a controles traumatológicos, fracturados, además, de niños o adultos con órtesis, andadores y sillas de ruedas no pueden circular por las veredas que rodean el hospital. Vemos que muchas veces familiares o las ambulancias deben estacionarse en doble fila, bajar las sillas, armarlas y tratar de entrar a los pacientes, teniendo veredas de no más de 50 centímetros de ancho debido a las instalaciones de los ambulantes”.

La profesional afirmó que también se ven complicados en el desplazamiento los pacientes que tienen limitaciones visuales y auditivas, que no ven bien debido a que los puestos tapan la luz y que se ven afectados por el ruido. “Es un lugar totalmente inseguro”, dijo.

Agregó que pacientes, así como agrupaciones de personas con movilidad reducida han presentado su molestia por esta situación, pues lo expone a caídas que, en el caso de un adulto mayor que tiene complicaciones o enfermedades crónicas como la artrosis no sólo puede llevar a una caída, sino también a una postración y a un daño irreparable en el adulto mayor.

La enfermera jefe de la unidad de Calidad y Seguridad del Paciente aseveró que la venta de alimentos poco saludables y de dudosa inocuidad en su preparación son consumidos por pacientes que llegan a control al policlínico de Endocrinología debido a problemas asociados con la mal nutrición por exceso.

“Salen del hospital con sus medicamentos, pero salen a comer completos. Hay señores que venden quesillos u otro tipo de lácteos que requieren de una correcta cadena de frío para mantenerlos, pero los venden así, a temperatura ambiente, al igual que el sushi. Cada vez es más la oferta de alimentos que interfieren en el tratamiento que los pacientes pueden recibir acá”.

Muñoz agregó que esperan que los copamientos se repitan continuamente, pues mientras hay personal de Carabineros presente en el perímetro del lugar se van, “pero cuando se retira Carabineros vuelven de inmediato. Creo que se deberían establecer permanentemente en el lugar hasta que los ambulantes entiendan que no van a poder estar ahí”.
La profesional agregó que la demanda de usuarios que está recibiendo el hospital es cada vez mayor, tanto por crónicos que no se controlaron en pandemia, como por otras enfermedades, por lo que sin la presencia policial será muy difícil contribuir a desplazamientos seguros de éstos.


Seguiremos con los controles

“El comercio ilegal no es bienvenido en Concepción”, así lo aseguró el alcalde, Álvaro Ortiz.
La autoridad local detalló que después de una inspección técnica en terreno se comprobó que la instalación de carros de comida alrededor del hospital obstruyen el libre tránsito de vehículos y personas que concurren al centro asistencial.

“Evidenciamos que existe una falta de criterio enorme de parte de estos comerciantes ilegales, puesto que muchos de estos elementos (carros de comida) están anclados al suelo, con sus neumáticos desinflados intencionalmente para dificultar la labor de retiro”, dijo y agregó que ya materializaron el retiro de uno y que continuarán en esta línea hasta que saquen de circulación al último de ellos.

El alcalde manifestó su molestia y preocupación por las fuertes amenazas de represalias a las que se han visto expuestos los funcionarios municipales que realizan labores de control. “Han sido hostigados y fotografiados por estos comerciantes poniendo en riesgo su integridad (…) Seguiremos generando estas acciones complementarias en coordinación con Carabineros, respondiendo a los requerimientos de vecinos y también de funcionarios del Hospital Clínico Regional”, aseguró.

El jefe comunal agregó que no van a permitir que las calles de Concepción sean “tomadas por personas que no tienen autorización, que no cumplen con las condiciones sanitarias mínimas, que ponen en riesgo la salud de las personas y propician la ocurrencia de incivilidades en el espacio público afectando la seguridad de los penquistas”.