Expectación existe entre los gremios del transporte de pasajeros, quienes saben que deberán invertir fuertemente para incorporar esta tecnología.
A esta altura el anuncio realizado en 2019 por la ex ministra del Transportes, Gloria Hutt, sobre la implementación en el Concepción Metropolitano del buses eléctricos, a través del denominado sistema Red, es visto como un ejemplo más de aquellas promesas de inversión para la zona, que nunca se materializaron.
Por ello, y a propósito de la crisis de movilidad en la que estamos insertos, y dado que el actual gobierno también comprometió la llegada de la electromovilidad al transporte público para después de 2025, es que resulta oportuno preguntarle a los actuales operadores ¿Cuál es su mirada en torno a esta tecnología? Porque en definitiva serán ellos, los empresarios de las líneas que recorren las distintas comunas de la zona, los deberán realizar una fuerte inversión para incorporar esta tecnología.
Lo que sí está claro, es que existe la voluntad de comenzar a renovar la flota, pero eso no ocurrirá hasta que el denominado “Perímetro de Exclusión”, que es el nuevo sistema que regulará el servicio de transporte de pasajeros, no salga de Contraloría y comience a implementarse.
Así lo reconoce Víctor Fuenzalida, asesor de la Alianza Gremial del Transporte, quien asegura que la idea es sumarse a este proceso. “Resulta fundamental tener un nuevo marco normativo, estamos esperando el Perímetro de Exclusión hace un par de años, los buses de Tomé ya entraron en este sistema a contar de marzo del año pasado, lo que les ha permitido operar de mejor manera, en forma integrada, y ese es el paso que requiere dar también el Gran Concepción”, indicó.
Y es que el tema no es menor porque la inversión que se requiere es millonaria.
En este sentido, Arturo Giusti, de la Federación Gremial Interregional del Transporte de Pasajeros, planteó un punto de vista similar, agregando que aún falta información, en torno a cuál es el plan que tiene la autoridad para incorporación de esta tecnología. Ni están claros los plazos para ello.
“El ministerio (de Transportes) no nos ha mostrado una carta Gantt para poder prepararnos en el tiempo y poder enfrentar este fenómeno. Se conversa, se dice, se piensa, pero la verdad, en concreto, no ha salido nada para Concepción, distinto a Santiago que ya tiene buses eléctricos hace rato, pero en el caso de la zona, el ministerio no nos ha aclarado bien la situación”, sostuvo el dirigente gremial.
Y una de las preguntas relevantes a la hora de pensar en un recambio de tecnología es pensar en el tipo de bus que sería el más adecuado para el Gran Concepción.
Y, desde ya, lo que está claro en la preferencia de los empresarios de la zona no está en los buses más largos, porque simplemente no se podrían operar en zonas como los cerros de Talcahuano o en varios puntos de Concepción, por la estrechez de las calles.
“Esto requiere también una transformación del tipo de bus que hoy día tenemos, pasar del taxibus habitual, brasileño principalmente, a un bus distinto, con un chasis y carrocería distinta y por lo tanto que sea amigable con el medioambiente”, dijo el asesor de la Alianza Gremial.
De hecho, Fuenzalida profundizó en la idea y planteó que la llegada de la electromovilidad es también el cambio del modelo de negocio y que requiere tener apoyo del Estado para concretarse, aseguró.
“Aquí va a ser fundamental la asociatividad de los microempresarios, porque la propiedad de los buses eléctricos tiene que ser de una empresa, no de un microempresario individual, que es lo que ocurre hoy habitualmente. Un bus para nuestra zona, de 10 metros de largo, tiene un valor aproximado de $220 millones hacia arriba, por lo tanto, también es un alto costo de inversión y por eso que son fundamentales los programas para generar un apoyo a la inversión y un apoyo a la operación de estos buses eléctricos”, recalcó.
De la misma manera, la llegada de la electromovilidad es vista como un cambio en el negocio del transporte público de pasajeros, como lo ratificó Arturo Giusti, quien apuntó igualmente a la necesidad de avanzar ya hacia un sistema de cobro digital.
“Nosotros pensamos que el bus ideal para Concepción es el de 9,2 metros, por supuesto que se pide que sea con piso bajo, acceso universal y con toda la tecnología que traen los buses del sistema Red (…) El cobro electrónico es algo que ya debería haberse implementado y no se ha podido por una serie de motivos que la verdad me tiene un poco cansado. Es un tema que venimos hablando hace por lo menos 10 años (…) pero sí, esto debería ir de la mano con esta tecnología, con buses de ese nivel y un sistema de cobro automático sería fantástico”, afirmó.
En relación a los buses eléctricos comprometidos por las actuales autoridades el año pasado, desde la seremi de Transportes se señaló que se ha ido avanzado en el proceso y que se está a la espera de la revisión y visado del organismo contralor.
“Las bases de licitación -que considera la compra de la flota de buses eléctricos, construcción del centro de carga y proveedor de energía- están desde el 22 de febrero de 2023 en la Contraloría General de la República (CGR)”.
Además, se aseguró que “luego de que la CGR efectúe la toma de razón, la que se espera que sea prontamente, EfeSur deberá licitar la ‘provisión’ y, en paralelo, como ministerio de Transportes asignaremos los buses y el centro de carga a un operador”, aclaró el seremi de Transportes, Héctor Silva, partida que corresponde a las primeras 25 máquinas que operarán en el sistema de Biobus.