Ante el riesgo de deslizamientos y remociones en masa. Lluvias más intensas podrían barrer con la capa vegetal existente y provocar rodados. Especialistas afirman que además hay riesgo de inundaciones y que eventos meteorológicos serán cada vez más extremos.
Por Carlos Maldonado/Ximena Valenzuela
Anuncio de aumento de precipitaciones a partir de junio, por el aterrizaje de la denominada corriente del niño, genera inquietud en municipios afectados por la crisis de los incendios, que dejó a más de mil familias damnificadas en la región del Biobío.
“Existe temor en la comunidad”, aseguró Edison Fonseca, profesional de la dirección de Obras de Santa Juana.
Actualmente, según detalló, tienen dos frentes de gran impacto, el primero constituido por las personas damnificadas que aún no cuentan con una vivienda de emergencia, “que se encuentran durmiendo en carpa o no han podido construir un techo para cobijarse y, como segundo punto existe un gran temor ante una remoción en masa en la ruta de La Madera, a menos que la lluvia no sea tan intensa”, acotó.
El profesional explicó que si bien la situación de la ruta de La Madera es preocupante, no pueden intervenir en ella, pues tiene jurisdicción en el ministerio de Obras Públicas. “El municipio ha planteado en varios Cogrid (Comité de Gestión del Riesgo de Desastres) la problemática que existe producto de los incendios y la proyección de remociones en masa”.
Complementó que en dichas reuniones la alcaldesa, Ana Albornoz, ha llamado a los diferentes actores del mundo público y privado, que se ha estado trabajando con las forestales y Vialidad solicitando que puedan tomar cartas en el asunto, principalmente, de las remociones en masa que pudiera haber en la ruta.
“La autoridad comunal ha insistido constantemente al Gobierno para que puedan brindar los recursos necesarios y así evitar accidentes en la ruta. Es por eso que se realizó una evaluación de la vía y corte de árboles quemados (500), pero no se ha avanzado más allá”, dijo y agregó que la remoción en masa puede ser aún mayor el próximo año, pues las raíces de los árboles ya habrán muerto y no existirá un soporte para los que ahora queden en pie.
Ante el riesgo inminente que existe de caída de árboles a la ruta o escombros generados por el incendio, aseguró, que los automovilistas deben conducir respetando las normas del tránsito. “No andar a 120 kilómetros por hora. La ruta de la madera tiene un estándar de construcción de otra época por lo que tiene indicados ciertos límites de velocidad, y estos hay que respetarlos. Lo que permite mantener la atención en la ruta y parar en caso que haya derrumbes”.
Lluvias intensas y concentradas
Pedro Arriagada, ingeniero civil de la Facultad de Ciencias Ambientales y Centro Eula Chile, aseguró que con la retirada del fenómeno de la Niña, llegará el aumento de precipitaciones con el Niño. “Va a caer un poco mas de agua, pero no a los niveles que estábamos acostumbrados (…) Para este invierno se esperan más lluvias, pero no tan extremas como las ‘lluvias históricas’ de los años 80 ó 90. Se espera menos cantidad de agua, pero más intensas, esto se refiere a que va a llover mucho en muy poco tiempo”.
El profesional manifestó que si el invierno venidero se compara con el del año pasado, lo más probable es que sea más frío y un poco más lluvioso, lo que podría generar inundaciones. “Si nos fijamos en el centro de Concepción, el diseño de la evacuación de aguas lluvia no está preparado para unas más intensas, para recibir tanta lluvia en períodos muy cortos, se podría esperar que aumenten inundaciones”.
En tanto, Arnaldo Fernández, observador meteorológico de Carriel Sur, aseguró que estamos viviendo temperaturas más altas que los valores históricos.
“Si bien vamos con un descenso de las precipitaciones y un aumento térmico en gran parte del país, se pronostica que los eventos extremos meteorológicos van a seguir siendo más fuertes. Va a llover menos, pero cuando llueva lo mas probable es que llueva concentrado”, recalcó.
En cuanto a los pronósticos trimestrales, explicó, es probable que nos veamos enfrentados al fenómeno del Niño, eso implica que las temperaturas mínimas y máximas sean más altas. “Se estima que las temperaturas máximas se localicen entre 18 y 19 grados Celsius como promedio en el trimestre marzo, abril y mayo”, aseveró y agregó que las precipitaciones en el sector costero estarán sobre lo normal, mientras que en el interior es probable que se mantengan muy cercano a lo habitual.