La ciencia llegó hasta la comuna afectada por los incendios con el fin de alentar a estudiantes en el inicio de su año escolar a través de actividades lúdicas y la presencia de una joven astronauta análoga penquista.
Por Sebastián Rojas Guerstein
Fue en la comuna de Santa Juana, una de las localidades más afectadas por los incendios forestales, donde llegaron científicos, académicos, estudiantes, corporaciones culturales y científicas para propiciar motivación a niños y niñas en el inicio de su periodo escolar, como también para compartir con ellos en actividades lúdicas a través de la ciencia.
Diez establecimientos educacionales de la comuna llevaron a sus estudiantes a la Plaza de Armas para disfrutar y presenciar las actividades preparadas por la Seremi de Ciencias de la Zona Centro Sur, la Seremi de Educación, el Gobierno Regional (Gore), el Museo Interactivo Mirador (MIM), el Centro Gabriela Mistral (GAM), el Centro Interactivo de Ciencias, Artes y Tecnología (Cicat) y FEM Biobío.
Al respecto, la Seremi de Ciencias, Sofía Valenzuela, señaló que “como lo ha dicho nuestro Presidente Gabriel Boric, es súper importante que la ciencia llegue a cada rincón del país. Esperamos que esta iniciativa se pueda repetir, sabemos que el MIM tiene una alta demanda, pero vamos a conversar, incluso, ya hay algunas solicitudes desde la alcaldía”.
Por su parte, la alcaldesa de Santa Juana, Ana Albornoz, señaló que la actividad “significa muchísimo para nosotros. Agradecemos al Gore, a la Seremi de Ciencias, a la Seremi de Educación, a todos y todas quienes hicieron posible esta actividad”.
El evento partió a las 10 horas con una interesante y divertida dinámica propuesta por el MIM, en donde, a través de juegos e interacción con niños y niñas, abordaron distintas disciplinas y su presencia en la vida cotidiana.
Mientras los pequeños escuchaban atentamente a los expositores, a un costado, se disponían los stands por parte del Cicat, en donde, terminada la primera parte de la charla, los asistentes pudieron interactuar con dinámicas tituladas como naturaleza invisible, vibra animal, construcción de cohetes caseros, bomba de semillas y el taller de ciencia entretenida.
Enrique Rivera, director ejecutivo del MIM, valoró la acción de la actividad y enfatizó que “nos parece que lo que ha sucedido hoy día es muy interesante porque, justamente, tiene una fuerza estructural el entender que la regeneración requiere de una mirada interdisciplinaria en donde la ciencia, la cultura, la educación, el deporte, trabajan en conjunto para poder desarrollar justamente las acciones que necesitamos para recomponer el tejido social que se vio afectado por el contexto de los incendios”.
El director ejecutivo del GAM, Felipe Mella, comentó que “el Centro Gabriela Mistral, junto al MIM y la Red de Salas de Teatro de Santiago, decidimos unirnos bajo la situación que estaba viviendo la Región, especialmente Santa Juana, para poder apoyar. Generamos una campaña grande durante el mes de febrero para poder enviar un camión que llegó hoy (ayer) a la comuna”.
Agregó que “junto con el MIM, realizamos una actividad con los niños, para acercarlos a la ciencia y a la cultura porque creemos que es fundamental para el desarrollo humano”.
Gracias a la gestión e invitación de FEM Biobío, organización que potencia el emprendimiento e innovación para niñas y mujeres del Biobío, estuvo presente la astronauta análoga penquista, Tatiana López, quien, con 23 años, ya realizó su primera misión desde tierra y se prepara para, más temprano que tarde, despegar hacia los confines del espacio.
Su historia, contó, inicia desde pequeña, cuando con dos años jugaba a ser astronauta. Ahora, a los 23 años, sigue jugando, “pero ahora ya no es un juego, es una realidad. Así que, cuando vi que ser astronauta es una carrera de verdad y que era factible, y que eran personas que trabajan apasionadas por lo que hacen y que entrenan continuamente para poder ir al espacio, dije ‘es esto lo que yo quiero hacer’”.
Una vez terminado su primer año de ingeniería aeroespacial en la UdeC, postuló a una convocatoria de la Agencia Espacial Europea (ESA) para una misión análoga. Se creía muy joven para la misión. Sin embargo, quedó seleccionada junto a nueve astronautas de 11 nacionalidades distintas.
Tras la selección, estuvo entrenando un año en Suiza, donde aprendió, junto a sus colegas espaciales, el idioma ruso para poder comunicarse con sus iguales cosmonautas, como también tuvo que enfrentarse a pruebas de sobrevivencia en los Alpes Suizos por una semana con lo mínimo para sobrevivir, o caminando 48 horas por un bosque sin muchos recursos. Hay que prepararse para todo.
Su mensaje para los niños siempre ha sido el mismo: “el cielo ya no es el límite. Podemos soñar en todo lo que queramos hacer y empezar a trabajar por ello. Como siempre he dicho, la perseverancia lleva a eso, con esa perseverancia se pueden cumplir los sueños. A eso vengo hoy día”.
La directora de FEM Biobío, Pilar Pardo, concluyó que “motivar, incentivar, eso es lo que queremos, incentivar a que las futuras generaciones vean que es posible, que estamos en territorio y que la ciencia y tecnología sean importantes en nuestra Región”.