Alejado de los medios de comunicación por más de una década, fue la persona que tuvo que coordinar la primera respuesta tras el terremoto y tsunami. Un episodio que marcó su vida profesional.
Mientras esta nota se escribía, un sismo de magnitud 4,8 recordaba, horas antes de una nueva conmemoración del 27F, que siempre hay que estar preparado ante una emergencia y que el hecho que estemos en medio de una como lo han sido los incendios forestales, no excluye la posibilidad de vivir otra en simultáneo.
Por ello, mirar en retrospectiva parece más que razonable, aprender de los errores cometidos y generar las mejoras necesarias es parte del proceso natural de cualquier sistema, más aún uno de emergencias, al menos esa debería ser la consigna en una región que históricamente ha debido lidiar con las calamidades.
En esta perspectiva, Diario Concepción conversó con Jorge Henríquez, director de la desaparecida Oficina Regional de Emergencia (Oremi), en la época del 27F, y quien debió enfrentar la primera etapa de la respuesta del Estado a las consecuencias del terremoto y tsunami.
Un episodio que marcó su vida profesional y que lo mantuvo alejado de los medios de comunicación por una década, y donde sus “jefes” nacionales fueron llevados a tribunales por su actuar en las primeras horas de la catástrofe natural. Fue el hombre que reportó a la oficina central de la Onemi que el sismo había sido al menos grado IX en la escala de Mercali, pero cuyo informe no tuvo la fuerza necesaria, por ejemplo, para que se hubiese decretado la evacuación en áreas costeras.
-Desde la experiencia vivida, ¿cree que se ha mejorado el sistema de respuesta ante emergencias en estos años?
-No hay duda que hay progresos, basta solamente con ver la cantidad de profesionales que hay ahora, el equipamiento con el que se cuenta. El sistema de alertas en términos de tecnología, no necesariamente en términos de tiempo, pre terremoto versus pos terremoto es tremendamente significativo.
-¿Un panorama distinto al que existía en 2010 entonces?
-Parte de la base que nosotros éramos cuatro para la época del terremoto. Cuando yo llegué a asumir la dirección regional desde Santiago, era yo y una secretaria que estaba medio tiempo. Hoy son dieciséis, entre ellos varios profesionales. De hecho, hay personal las 24 horas del día dispuestas, no era como uno que tenía que estar con la radio y celular prendido las 24 horas del día y donde fuera, no había prácticamente quien te reemplazara. Entonces, sin duda que en ese aspecto se ha progresado a nivel nacional.
-¿Y dónde ve usted que existen espacios de mejoras o están las principales debilidades?
-Ahora desde mi perspectiva creo que el principal déficit sigue estando en las capacidades locales, en lo que tiene que ver con las comunas. Acá, en la región salvo dos o tres excepciones como Talcahuano, que sé que han trabajado harto, en general el sistema no ha progresado y mientras no progrese ahí vamos a estar teniendo eventos que de repente se escapan, como los incendios forestales, porque las capacidades locales son precarias.
-¿O sea, la clave a su juicio es mejorar el primer eslabón de la cadena de respuesta del sistema de emergencia?
-Las emergencias sean del tipo que sean, tienen una particularidad que ocurren en un momento determinado y en un lugar determinado. Los recursos con los que cuentes en la cercanía de ese evento, de eso va a depender que eso se aplique de una vez o que ‘se te arranque’. Entonces, mientras no se fortalezca firmemente el nivel comunal vamos a estar, creo desde mi visión, desde mi experiencia, expuestos a que los eventos se nos arranquen. Siento que los alcaldes, no todos por supuesto, pero sí en su mayoría, tienden a descansar en el sistema global más que en lo que ellos hacen o dejan de hacer.
-¿A qué se refiere exactamente con fortalecer el nivel comunal de respuesta ante las emergencias?
-Mira, cuando era director regional y eran 54 comunas en la región porque se incluía Ñuble, solo tres comunas de las cincuenta y cuatro tenían un director a cargo de protección civil, con exclusividad en esta área. Las otras cincuenta y una, era un profesional en general, aunque no siempre, que estaba a cargo de otra área y que aparte era el director de protección civil. Y la pega principal, en la gran mayoría de esos casos, era la otra, no la de director de protección civil. Cuando eso ocurre, el profesional a cargo solo asume el rol cuando viene la emergencia, se ha preparado muy poco o nada, no conoce a cabalidad cómo funciona el sistema, con quienes interactúa, existe todo ese déficit, a aspectos como estos me refiero
-¿Se trata de algo más que recursos o no?
-Si tú no tienes gente a cargo, responsable del tema y que tenga la obligación de responder en el nivel local vas a estar expuesto a que los eventos crezcan más allá de lo que podíamos tener y eso amerita poner recursos. Pero la prevención tiene la debilidad de que no es políticamente rentable. Nadie lo ve cuando hace prevención y evitas que ocurran cosas, nadie se enteró que se hizo eso, no es noticia, no suma votos. Esa es una de nuestras grandes debilidades como sistema.
-Así uno podría fijarse objetivos en materia de prevención y medir los resultados…
Es tal cual como lo señala. Tienes que plantearte una meta de aquí a 10 años respecto de cuánto más preparado estás, porque aquí surge la típica pregunta de sí en realidad estamos más preparados o no, pero si alguien cree que estar preparados es que nada se te va a arrancar esta equivocado, eso no existe en ninguna parte del mundo, siempre va a faltar. El tema es cómo avanzas, pensando en que lo que siempre vas a disminuir en términos de meta es cuántas personas fallecen, cuántas personas son heridas, después de eso cuántas viviendas , cuánto de los bienes y la infraestructura y posteriormente cuánto en materia de medioambiente. Te pones esas metas y empiezas a decir dónde tienes que hincar el diente para que los efectos vayan minimizándose y darte un plazo. Cualquiera que lleve tiempo trabajando en el sistema de emergencia y protección civil sabe eso.
-¿Es un área donde hay que perseverar entonces y estar permanentemente gestionando el riesgo no?
-Si tu piensas en 2011 un porcentaje significativo de la población tenía su kit de emergencia preparado en caso de, a esta altura te aseguro que ese porcentaje ha bajado nuevamente, porque ya se nos fue la sensación del terremoto, nos quedamos con la sensación de los incendios forestales. Sigue siendo un problema para el sistema la evacuación a la hora de, el por qué la gente tiende a aferrarse mucho a sus bienes y es entendible, a mi no me cabe duda, no conozco los detalles, pero de la gente que murió en Santa Juana, más de alguien que habiéndole dicho que evacuara no lo hizo, terminó falleciendo. Entonces, hay que convencer a la sociedad, ir a golpear puerta por puerta para entregar capacitación que esto se enseñe en los colegios, que se enseñe en las universidades, que se enseñe en todas las carreras lo que es la gestión de riesgos. Esa es una área a trabajar y la otra es lo que comentábamos antes, que tengas profesionales con dedicación exclusiva, que conozcan del tema y un detalle muy importante: ‘que pese’, que sea quien la lleva a la hora de la emergencia.
-¿Qué conclusión realiza a 13 años del 27F?
Aprendimos y avanzamos y en lo personal, creo que el sistema requiere el fortalecimiento en cuidar al personal que atiende la emergencia. Cuidarlo en materia de terapia, de apoyo , porque el desgaste es enorme, sobre todo mental porque tu cabeza da vuelta, no duermes porque tapaste tres hoyos y aparecieron diez más. Es por una parte. Por otra, una vez, en un seminario en que trajimos junto al Gobierno Regional a un especialista japonés experto en tsumanis, le pregunté a Sergio Barrientos, experto nacional en el área de la sismología, qué creía él que debíamos hacer para que en la sociedad, y por lo tanto en nuestras autoridades, hubiese más conciencia de que había que invertir en prevención, no solo en terremotos, sino en el evento que fuera; y Sergio Barrientos me respondió con toda sabiduría: ‘no hay mucho por hacer, hay que esperar el próximo evento’. Entonces, si tú me preguntas, a pesar del terremoto avanzamos, pero para que sigamos avanzando va a tener que venir otro evento… Así ha venido ocurriendo.