Donó membrana amniótica para paciente con lesión recidiva. Hasta 2022 debía ser adquirida en Estados Unidos o Europa a costo del paciente. Regional trabaja para crear una unidad similar a la existente en Santiago.
Si bien, la membrana amniótica es tradicionalmente conocida como el saco, que protege al embrión durante el embarazo y que brinda un ambiente adecuado para su crecimiento, su aporte en materia de salud es mucho mayor. Puede ser usada en la rehabilitación de quemaduras graves, úlceras venosas o de pie diabético y para tratar lesiones oculares, entre otras.
Precisamente para tratar una patología ocular como es el Pterigium, degeneración de la conjuntiva que de no tratarse puede llevar a la pérdida de visión, el Hospital Guillermo Grant Benavente obtuvo por primera vez la donación de membrana amniótica del Banco Nacional de Tejidos para realizar un injerto a un paciente venezolano, de 40 años, que presentaba recidiva en la lesión, a pesar de múltiples tratamientos e, incluso, de haberse operado en su país de origen.
“Es un hito para el hospital realizar el primer trasplante con membrana amniótica, criopreservada, proveniente del Banco Nacional de Tejidos. Totalmente gratuita para el paciente y sin costo alguno para el hospital (…) es un arma terapéutica que ahora tenemos a disposición, sólo tenemos que solicitarla al Banco Nacional de Tejidos para tenerla en menos de 48 horas”, afirmó Patricio López, oftalmólogo del Hospital Regional.
El facultativo, especialista en córneas y superficie ocular, explicó que realizan hace años trasplante ocular, en algunos casos con tejido sano del paciente lo que implicaba un riesgo de dañar la conjuntiva sana por lo que se dejó de hacer y en otros, tal como lo hicieron en 2022, adquiriéndola en bancos de tejidos de Europa y Estados Unidos. “Lo importaban por cerca de 400 dólares o incluso más”, comentó.
Cabe destacar que la membrana utilizada para este tipo de tratamientos es de 20 milímetros por 20 milímetros, se conserva a menos 80 grados Celsius y de descongela al momento de ser usada.
La idea del centro de salud local es lograr que el área de Oftalmología crezca, ponerse al día con todos los avances y las cirugías de segmento anterior, reconstrucción de la superficie ocular, entre otras, alcanzando estándares internacionales y, obviamente, procurando la membrana amniótica “para tener a disposición de cualquier paciente, por ejemplo, a propósito de la catástrofe que a nivel nacional han generado los incendios podría ser usada en gran quemados y en lesiones oculares.
Francisca Gutiérrez, enfermera y coordinadora local de la unidad de Procuramiento del Regional, explicó que la idea de solicitar membrana amniótica nació del propio interés de los profesionales debido a la gran cantidad de beneficios que aporta para manejo de heridas por sus características regeneradoras, analgésicas y anti inflamatorias.
En caso de necesitar membrana amniótica es su área, según dijo, la se encarga de coordinar y realizar todas las gestiones ante el Banco Nacional de Tejidos para contar con la donación, realizar su trazabilidad y asegurar un manejo estricto de los tejidos que serán utilizados.
La profesional afirmó que están ad portas de abrir un programa para procurar tejido óseo y que están trabajando en otro para contar con membrana amniótica.
Detalló que para contar con un banco de procuramiento de membrana amniótica se requiere del trabajo de la mano con el departamento de Ginecología, pues deben con embarazadas a las que se les vaya a realizar una cesárea programada. La membrana amniótica no puede ser obtenida de un parto normal o cesárea de urgencia, pues el meconio -primer excremento del recién nacido- tiñe el cordón y las membranas por lo que no se asegura que sea un tejido óptimo de calidad.
De hecho las madres donantes deben contar con una serie de exámenes previos, que aseguren un buen estado de salud, que no presenten alteraciones ni algún tipo de infecciones.
Cabe destacar que una vez que se separa la membrana donada, se procede a lavar con suero fisiológico para que quede transparente y estéril. Posteriormente se realizan cultivos a la membrana para detectar bacterias que no hubiesen arrojado los exámenes anteriores. En el caso de que sea positivo dicha muestra debe ser desechada.