Informe de la OMS indica que material particulado afectaría el sistema inmunitario. Se recomienda uso de mascarilla para personas en albergues o en condición de hacinamiento.
El humo que emiten los incendios forestales no sólo puede causar irritación e inflamación en los pulmones, sino también afectar el sistema inmunitario y hacerlo propenso a infecciones pulmonares, incluido, el coronavirus.ç
De hecho, la exposición al material particulado, según informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y un estudio de la Universidad de Harvard publicado en la revista Science Advances, puede incrementar la susceptibilidad de los pacientes y la severidad de los síntomas de la Covid-19.
Los documentos detallan que los macrófagos -glóbulo blanco que rodea los microorganismos y los destruye, que extrae células muertas y estimula la acción del sistema inmunitario- se inhiben ante las partículas más pequeñas. “La evidencia reciente sugiere que la exposición a largo plazo a PM2.5 puede hacer que el coronavirus sea más mortal”, dice el informe.
De ahí la importancia de que la comunidad continúe adhiriendo a las medidas de prevención contra el coronavirus, especialmente, en los casos de quienes resultaron damnificados por los incendios, que perdieron sus casas y se encuentran en albergues o en casas de familiares viviendo un alto hacinamiento.
“Para evitar la Covid-19 las únicas medidas que sirven son: distanciamiento de al menos un metro, tapar la boca con el antebrazo si va a toser, lavado continuo de manos, evitar compartir cubiertos, vasos o platos de comida con otras personas, sobre todo, si no son familiares”, dijo Maritza Muñoz, epidemióloga del departamento en Salud Pública y parte del equipo Prosalud de la Universidad Católica de la Santísima Concepción.
El uso de la mascarilla es recomendable, según la especialista, para personas que se mantienen en las zonas afectadas porque las protegerá de Covid-19, así como de cualquier otro virus circulante y también del material particulado que podría agravar algunos casos.
“Con el humo de los incendios disminuye la inmunidad respiratoria y existe posible aumento de enfermedades. Las personas con problemas respiratorios, por ejemplo, con asma, enfisema y fibrosis pulmonar, idealmente, tienen que mantenerse dentro de las casas”, recalcó.
Miguel Aguayo, jefe de medicina interna y broncopulmonar del Hospital Guillermo Grant Benavente de Concepción, explicó que la inhalación directa del humo de un incendio puede ser muy tóxica para los pulmones, nariz y garganta por lo que recomendó que, tanto pacientes crónicos, como adultos mayores y niños que estén en las zonas más afectadas por la contaminación del aire usen mascarillas de alta protección como las NK-95.
Agregó que la mejor manera de combatir la Covid-19 es que la comunidad adhiera al proceso de vacunación con la fórmula bivalente. “Ya estamos casi llegando a marzo, esperamos que comiencen a bajar las temperaturas y con eso que aumenten los riesgos de enfermedades respiratorias. El Covid sigue estando presente, sigue siendo una enfermedad muy transmisible. El llamado es a vacunarse y a seguir las precauciones indicadas por la autoridad sanitaria como el uso de mascarillas en centros de salud y en lugares de alta aglomeración”, comentó.
La jefa de Salud Pública de la Seremi, Cecilia Soto, indicó que se está haciendo vigilacia epidemiologica, especialmente, en albergues, centros de larga estadía de adultos mayores e instituciones con régimen cerrado, lo que incluye la búsqueda activa en caso de ser necesario.
Además se cuenta con vigilancia de enfermedades trazadoras para la emergencia (atenciones de urgencia) como son respiratorias, entéricas y otras como las provocadas por ecto parásitos.
Así como otras de origen viral, bacterianas y generadas por otros agentes que están detalladas en el decreto supremo número 7 del Ministerio de Salud emitido en 2020.
La profesional aseguró que la comunidad debe continuar con las medidas preventivas de Covid-19 para evitar generación de brotes.
El último informe de la Seremi de Salud marcó un promedio diario: 200 casos nuevos, 467 activos y 12,33% de positividad. Si bien, la cifra resulta muy menor al compararla con los 5 mil 109 contagios, 15 mil 256 activos y 36,38% de positividad registrada en febrero del año pasado, muestra que la pandemia aún está presente.
Muñoz aseveró que desde hace un tiempo se registra un descenso en los casos, cercano a los 100 semanales, pero que la realidad de la Región se verá cuando escolares, universitarios y trabajadores vuelvan a sus actividades, bajen las temperaturas y comiencen a aumentar los virus circulantes.
La epidemióloga comentó que, además, se debe tener en claro que en los registros de casos existe una subnotificación que no se está contabilizando. “Lo bueno de esto es que los casos no están siendo graves porque sino se expresarían en las tasas de mortalidad, pero siguen habiendo. No creo que sea posible hablar de endemia, hay que ser cautos”.