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Regional es pionero en terapias farmacológicas personalizadas

Permiten reducir tiempo de tratamientos y de hospitalización. Nivel plasmático del paciente y velocidad de metabolización del medicamento permiten determinar dosis exactas para cada paciente. Experiencia local es reconocida a nivel internacional.

Por: Ximena Valenzuela 12 de Febrero 2023
Fotografía: Hospital Regional

Tal como un sastre realiza un traje a la medida para sus clientes, en el Hospital Regional de Concepción la Unidad de Terapias Personalizadas diseña esquemas de tratamientos farmacológicos que se ajustan a los requerimientos del paciente, trabajo que impulsa una rápida recuperación y reduce los días de hospitalización.

La unidad del Guillermo Grant Benavente, que se creó hace tres años, es pionera en Chile y en Latinoamérica en la estrategia terapéutica personaliza que en pacientes tratados logra, según Salvador Cabrera, jefe de la Unidad y doctor en farmacocinética, reducir los días de tratamiento, la estancia hospitalaria e impulsa la rotación de camas. “Se logra reducir, incluso, los efectos secundarios que producen los fármacos para favorecer la recuperación clínica precoz”.

El profesional, que durante cinco años trabajó en terapia personalizada de pacientes con VIH en España, trajo la idea al centro de salud local, iniciativa que respaldó con un estudio retrospectivo de cinco años de tratamiento con Bancomicina en pacientes críticos con sepsis, que demostró la reducción de dos días de tratamiento con antibióticos.

“Eso implica dos días menos en UCI, lo que significa $2 millones 800 mil por cada enfermo (…) en países europeos ahorran cientos de euros al año con el diseño de esquemas de tratamientos tipo ‘trajes a la medida’, tarea a la que apuntan los polos de desarrollo desde hace más de una década”, contó.

Dosis distintas

La unidad del Regional que trabaja apoyando las áreas de paciente crítico, oncología, oncohematología, trasplante y hospitalización domiciliaria confirmó que las dosis recomendadas en los fármacos que ingresan al país pueden ser modificadas, pues la guía técnica de éstos se basa en estudios de la población internacional, que tienen un fenotipo distinto al chileno.

“Apariencia, estatura, color de cabello, ojos, piel y peso influyen. La genética contribuye en las diferencias que vamos a tener a nivel hepático porque el hígado, que es el principal órgano metabolizador, es distinto en cada uno de nosotros. Algunos favorecen la eliminación del fármaco y otros lo hacen de forma muy lenta. Un esquema estándar de dosis asume que todos los fármacos se eliminan a igual velocidad en los pacientes, lo que es muy incierto”.

Para determinar la dosis exacta que requiere cada paciente, la unidad de Terapias Personalizadas mide el nivel plasmático del enfermo para determinar la velocidad exacta de eliminación fármaco y, a través de procesos matemáticos, estadísticos y farmacocinéticos definen la dosis que necesita.

Dicho esquema de tratamiento puede variar, incluso, en un momento particular en el mismo paciente, por ejemplo, ante la reducción abrupta de la diuresis, fallo hepático o la incorporación de otros fármacos que compiten a nivel hepático en la metabolización. Por ello, detalló Cabrera, el tratamiento tiene múltiples controles hasta que el pacientes es dado de alta.

Pacientes oncohematológicos

La experiencia en el Regional incluye un estudio realizado con 17 pacientes oncohematológicos (cáncer a la sangre) en que se utilizó el antibiótico Amikacina para tratar complicaciones como la neutropenia febril, cuadro que obedece a una infección sin foco localizado.

Gian Carlo Fissore, médico de hematología, aseveró que el trabajo que se realiza “con pacientes del área que están en estado grave es muy importante, en especial en quienes están en quimioterapia de alta intensidad para tratar leucemias o linfomas, que son nuestras principales patologías, que provocan una depresión del sistema inmunológico importante que, prácticamente los dejan sis defensas. Por lo tanto, el principal problema que presentan los pacientes en quimioterapia son las infecciones que, además, constituyen la principal causa de muerte. Ellos (pacientes oncohematológicos, son absolutamente dependientes de los antibióticos. Eso hace necesario contar con una terapia que sea realmente efectiva para ellos y eso con dosis estándar no se puede lograr”.

La ficha técnica de la Amikacina recomienda administrarlo en dosis altas sólo una vez al día, pues se teme daño renal. Sin embargo al seguir la guía del fármaco el enfermo sólo cuenta niveles útiles de concentración en sangre del medicamento por 12 horas. Las 12 siguientes el sistema inmunológico el que actúa. Situación que deja al paciente, prácticamente, sin protección.

El estudio demostró que el antibiótico se puede administrar cada 12 u 8 horas dependiendo de la velocidad de eliminación del fármaco que tenga el paciente, incluso, usando dosis superiores a las recomendadas. “Los resultados fueron espectaculares. Todos respondieron en forma positiva y ninguno presentó daño renal (…) La administración del fármaco cubrió parte importante de las bacterias que podrían influir en su estado. Observamos rápidas remisiones, reducción del indicador inflamatorio y de la gravedad del cuadro infeccioso”.

El trabajo del Hospital Regional ya es conocido y valorado en Europa, en noviembre pasado publicaron un reporte del estudio en la revista científica Personalized Medicine, medio abocado a difundir estudios relacionados con la individualización de tratamientos.

Dicho reporte basado en la experiencia de un paciente cuenta, según destacó Cabrera, con elogios y solicitud de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) para que entreguen información más detallada del tratamiento, buscando replicar la experiencia realizada en Biobío, además demás ya cuentan con una solicitud para recibir este año un becado español en la unidad del Regional.

Actualmente el equipo del Regional elabora un informe completo del estudio para publicar los resultados generales y beneficios que arrojó la terapia personalizada.

“Al final de la discusión lo que proponemos como grupo investigador es que en antibióticos en los que se mantiene el intervalo posológico, cada vez que sean prescritos a pacientes con daño inmunológico, ya sean oncohematológicos, con VHI Sida o trasplantados se utilicen esquemas de dosificación con intervalos más estrechos para asegurar que las 24 horas del día el antibiótico ejerza su función y no estemos dependiendo de un sistema inmunológico que en estos pacientes, prácticamente, no existe”.

Trato humanizado

Patricia Cisterna, enfermera de Hematología, servicio que trabaja de la mano con la Unidad de Terapias Personalizadas, aseguró que al individualizar la terapia se logran grandes resultados para el paciente y sin generar toxicidad.

“Se genera una relación bastante cercana con el paciente y su familia. Nosotros como unidad de hematología tenemos como eje de atención el trato humanizado (…) en este proceso de enfermedad, con su diagnóstico ya tienen un duelo importante, una patología oncohematológica es un impacto y nosotros con una mirada integral entregamos una atención humanizada buscando apoyarlos al máximo”, dijo.

Agregó que, tanto los pacientes como sus familiares, agradecen la gestión y aseguran confiar en ellos, independiente que en algunos casos debido al avanzado estado del cáncer el desenlace no sea el mejor.

Precisamente eso fue lo que sucedió con un paciente llamado José, en el que se basa el reporte publicado en la revista internacional. “Él sabía que ya no había respuesta y en vida decidió participar de nuestro estudio. Este paciente estaba en tercera línea de quimioterapia sin respuesta, pero lo tratamos con el antibiótico (Amikacina) porque nuestro objetivo como equipo investigador era entregar la oportunidad que él pasara su último tiempo de vida en familia y lo logramos”, comentó Cisterna.

Gian Carlo Fissore agregó que en el caso del paciente en el que se basó el reporte con el ajuste de dosis con Amikacina logró volver a su casa sin infección. “Lo que permitió que permaneciera bien su último tiempo con su familia. Es distinto mandarlo a casa con una infección encima en que va estar en la casa con fiebre y sintiéndose mal. Eso para nosotros ya significa un logro porque es distinto que una persona pase los últimos días rodeado del cariño de su familia, a estar en plena pandemia solo en el hospital. Para nosotros es un gran logro y la familia también nos destacó que estaban felices por eso”.

Desafíos

“Siento que cuando uno ha tenido la oportunidad de formarse en un mundo más desarrollado, ver cómo trabajan, lo que avanzan y cómo a través del conocimiento científico logran dar un mejor tratamiento al paciente y reducir las largas estancias hospitalarias, uno tiene el deber moral de replicarlo en nuestro país”, comentó Cabrera.

El desafío de la unidad es individualizar tratamientos en un gran número de antibióticos para contribuir al trabajo que realiza el  equipo de farmacología.

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