Incendios: el riesgo de vivir en el campo sin normas que lo regulen

11 de Febrero 2023 | Publicado por: Ximena Valenzuela
Fotografía: Raphael Sierra

Familias que se trasladaron a sectores rurales en pandemia ahora dudan de su decisión. Colegio de Arquitectos propone una serie de medidas para evitar nuevas emergencias.

El estallido social, la pandemia y el teletrabajo fueron factores relevantes para que muchas personas decidieran dejar la ciudad y vivir en el campo buscando una mejor calidad de vida, con mayor tranquilidad y alejada del movimiento y ruido de las grandes urbes.

Sin embargo, tras una semana de incendios forestales que han arrasado con 151 mil hectáreas en la Región y destruido 720 viviendas, principalmente, de sectores rurales, la comunidad comienza a dudar si la decisión tomada fue la correcta.

“En mi familia ya son tres los que han perdido sus casas producto del fuego en Poñén. Lo peor es que no se trata de una segunda vivienda, a la que fueran los fines de semana o en verano, sino de sus hogares. Se fueron al campo porque querían vivir tranquilos, pero ahora con los incendios están pensando en volver a Concepción porque no pueden volver a perderlo todo”, dijo la penquista Carmen Amigo.

Ramón Bello compró junto a su pareja un campo en Quillón, sector Chancal, en el que sueñan establecerse y levantar una casa. “Estamos en proceso de limpiar y plantar árboles. Estuvimos acampando allá justo cuando estaban a full los incendios. El fuego estaba a cinco o seis kilómetros de nosotros y el viento era muy fuerte, tanto que prácticamente nos levantaba la carpa (…) Todo era lindo antes de estos incendios, pero cuando uno sufre esto piensa, elegimos bien en venirnos al campo viendo la situación de los incendios”, comentó y agregó que están analizando dónde realizar un cortafuego para evitar riesgo.

Como las familias de Carmen Amigo y Ramón Bello son cientos las que necesitan que se regule las plantaciones forestales y que se tomen medidas para evitar nuevas tragedias. Precisamente enfocado a ello está el Colegio de Arquitectos. La presidenta nacional del gremio, Beatriz Buccicardi, dijo que como gremio buscan aportar en la creación de políticas públicas tendientes a evitar nuevos incendios forestales, por ejemplo, a través de nueva normativa, gestión, manejo y fiscalización del paisaje natural y antrópico.

Buccicardi llamó a evaluar el sistema productivo forestal. Aseguró que no es casualidad que gran parte de la zona cuente con monocultivos de pinos y eucaliptus, especies altamente inflamables que, además, secan las napas subterráneas, expulsan del territorio a las comunidades, reducen la economía local y desintegran su identidad cultural.

Manifestó que en momentos álgidos en torno al cambio climático es inconcebible tener extensas áreas con monocultivos, pues exponen a la comunidad, en la interfaz urbano – rural y están muy cerca de áreas urbanas altamente pobladas.

En ese sentido, el gremio propone medidas para disminuir el riesgo, que fueron explicadas por el presidente regional de Colegio de Arquitectos, Rodrigo Lagos, quien dijo que la solución al problema es multifocal.

Por ejemplo, en materia medio ambiental proponen la restauración del bosque nativo, una adecuada gestión y manejo de quemas y la generación de mosaicos de paisajes heterogéneos. Tal como existe la norma sísmica para que las edificaciones logren resistir terremotos, el gremio propone avanzar en normas que garanticen la seguridad de la población ante incendios forestales que afecten el territorio.

Lagos agregó que proponen contar con cortafuegos naturales y en zonas con producción forestal mantener y regenerar los bosques nativos en las quebradas, lo que permitiría garantizar áreas biológicas húmedas que ralenticen el avance de eventuales incendios.

En centros poblados, según Lagos, debe existir un cortafuego perimetral de entre 50 y 100 metros, que puede ser diseñado como infraestructura vial o explanadas limpias sin vegetación y, además, que el área rural cuente con suministro de agua como balsas para reponer la recarga de camiones aljibe y una red vial que asegure el acceso.

“Los planes reguladores en cualquier escala de planificación no pueden definir áreas de expansión urbana limitando con las forestales sin resguardo de cortafuego (…) Los instrumentos de planificación deben contar con vialidades para evacuar en caso de emergencia y permitir rápido acceso de vehículos que ataquen dichas emergencias”.

Los especialistas afirmaron que urgen estudios que conduzcan a una normativa ambiental y de planificación territorial que minimicen los impactos de los incendios forestales y que como gremio se ofrecen para ser parte de una mesa de trabajo organizada con los organismos del Estado.

“El país tiene pendiente desarrollar y vincular legalmente los planes de ordenamiento territorial regionales y la política medioambiental. Pero un desafío político aún mayor como es repensar la matriz productiva en el contexto del conflicto medioambiental planetario actual”, concluyó Buccicardi.