En medio de numerosas reuniones para definir cómo resolver las listas de espera y el paro de la Fenats, el director de Gestión Asistencial de Servicio Salud Concepción, Javier Gamboa, entregó un balance de las cirugías en la zona.
“En el 2023 se han suspendido ya, alrededor de 200 cirugías que son reprogramadas producto de movilizaciones. Este año ha sido un poco más duro, incluso, en ese sentido. Se ha incrementado en algunos puntos críticos del hospital la participación en movilizaciones”.
“En total en el 2022 tuvimos cerca de 740 cirugías que no se pudieron realizar, de ellas cerca de 318 no fue por las movilizaciones. El resto de ellas, sí”, precisó Gamboa. Es decir, un total de 422 cirugías electivas, no pudieron llevarse a cabo por falta de personal a propósito de las paralizaciones.
Las listas de espera, son una problemática en la que el Ministerio de Salud ha puesto la mirada, y que se ha visto afectada profundamente por la emergencia sanitaria ocasionada por el Covid-19, pero los numerosos procesos de huelga en los distintos hospitales han mantenido el avance en el despeje de estas nóminas estancado, explicó Javier Gamboa y agregó: “En 2022 y 2023 hay una cantidad de protestas que sobrepasan las 11. Eso incrementa el gasto en tener que contratar trabajadores extra. Y tenemos que reclutar personas que tengan cierta formación, no es cualquier personal el que puede ingresar a un pabellón, capacitar no es una cosa automática, y el impacto va por varias líneas”.
Para el facultativo y directivo del Servicio de Salud Concepción, es un hecho que las movilizaciones contribuyen al aumento de las listas de espera. “En el Hospital Traumatológico que son siete pabellones, tienen un pabellón funcionando. Implementan, no permanentemente y con la mejor intención, un segundo pabellón con los profesionales. Entonces funcionan dos pabellones, no a la misma intensidad que lo harían un día habitual, impactando absolutamente en los pacientes y en la generación de listas de espera”, comentó.
El subdirector de Gestión Asistencial, reflexionó sobre la situación de los pacientes. “Hay una sobrecarga emocional en ellos, yo desarrollé mis labores clínicas en el Servicio de Oncología en la Unidad de Cuidados Paliatiavos y ahí uno veía cómo los ingresos en la unidad aumentaban proporcionalmente con la imposibilidad de tener su diagnóstico pronto, a ratos el tener un biopsia oportuna permite hacer tratamiento y un paciente que no puede lograr eso, igual tiene un efecto en su expectativa de vida importante”.
En el caso de Orieta Aravena, paciente del sector Palomares de Concepción. “Yo tenía que operarme de la vesícula, tenía un pólipo”, contó. En el año que tardó en recibir hora para ser intervenida, el tamaño de esa anomalía había aumentado, el equipo de gestión logró que fuera operada en el Hospital del Lota, ya que era el lugar dónde podrían atenderla más rápidamente. “Yo no conocía Lota, tuvieron que internarme una noche antes para que alguien me pudiera ir a dejar al hospital, pero se hizo. Yo sabía que era por los paros y ahora estoy en lista de espera, de nuevo, por una hernia”, indicó la paciente.