La medida se aplicó en Nacimiento, Santa Juana, Cabrero, Yumbel, Los Ángeles, Tomé por cercanía de los siniestros a las viviendas.
Un amargo y triste fin de año para la Región del Biobío. El siniestro iniciado la noche de este jueves en la comuna de Nacimiento, en San José Grande y con propagación a Santa Juana, se trata del incendio forestal más grande del Biobío hasta la fecha, con un resultado de más de 4 mil hectáreas consumidas.
Comunas donde se decretó alerta roja, sin embargo, estas no fueron las únicas, puesto que en Cabrero, Yumbel, Los Ángeles y Tomé también se aplicó la medida producto de la cercanía de los siniestros a las viviendas. Solo entre Nacimiento y Santa Juana cerca de 600 familias se vieron obligadas a dejar sus hogares y evacuar hacia albergues.
“Es lamentable la situación, estamos viviendo un verdadero infierno. Muchos vecinos se han visto afectados, alrededor de 300 familias. Estamos muy complicados, muy dolidos, son muchos los vecinos que claman por ayuda y uno se siente muy impotente”, dijo el alcalde de Nacimiento, Carlos Toloza.
Por su parte, el director regional de Conaf, Rodrigo Jara, indicó que el hecho se transformó en un incendio muy complejo de abordar por las condiciones del viento. Además, agregó que durante la mañana del viernes se tuvo “cierta calma” pero posterior al mediodía, la conducta del viento provocó distintos focos y aumento en el superficie afectada.
En tanto, la delegada presidencial regional, Daniela Dresdner, detalló los recursos desplegados en la zona. “Tenemos 24 brigadas terrestres, 12 aviones, cuatro helicópteros, un helicóptero semipesado y uno pesado, y desde luego el Hércules C-130”, sostuvo.
Al cierre de esta edición la situación de las comunas son: Nacimiento y Santa Juana: 4.123 hectáreas afectadas. En tanto, en el caso de Cabrero son 60, Yumbel: 45 y Tomé: 0,3 hectáreas.
Rosa Parra, de 83 años y vecina del sector Las Huertas, fue una de las primeras evacuadas que llegó al albergue habilitado en la Escuela de Tanahuillín en Santa Juana.
“Fue como a las 12 de noche. Yo estaba acostada, durmiendo y me empezaron a decir que me levantara, cuando salí no me di cuenta de nada, luego vi la llamarada y me subí a la camioneta y me vine hasta acá, luego un joven me llevó a su casa y dormí allá. Lo bueno es que nos sacaron de ahí porque podía ser muy peligroso (…) Nosotros entre vecinos estamos lejos, estamos aislados y bueno, todos trataban de tirarle agua a las casas”, sostuvo.
Por otro lado, Roberto Chamorro, profesor con más de 30 años en la zona, indicó que “cerca de las 11 o 12 de la noche llegaron de Dideco y nos informaron que teníamos que evacuar. El aire estaba irrespirable, muy pesado así que tuve que salir por mi salud, la vida siempre primero. Yo ayudé a Carabineros para guiarlos y llegar a otros vecinos, tomé el rol de guía porque habían muchos adultos mayores y con problemas de salud”, dijo.
María Díaz, presidenta del sector del Venado, contó que “fue bien rápido todo, porque el incendio estaba en La Huerta y después nos empezaron a evacuar por prevención, pero en realidad no fue prevención porque empezaron a saltar pavesa y empezó a prende el sector de nosotros, así que tuvimos que salir arrancando. En un principio eran solo adultos mayores y niños pero después todos tuvimos que evacuar”.
Además, agregó: “estamos con incertidumbre porque no se sabe si se quemaron las casas, que está pasando, si se están quemando las casas, también porque hay personas que no quisieron evacuar y no se sabe de ellos”.