Utilizando una fosa anaeróbica y un humedal artificial las aguas residuales de baños, lavadoras y cocinas de la isla podrán depurarse y regar jardines y árboles frutales. El objetivo es llevar la tecnología a otros sectores con débil acceso al agua.
Una innovadora iniciativa permitirá que un total de 70 familias de Isla Santa María puedan reutilizar las aguas negras (desechos del baño) y aguas grises (aguas residuales de la ducha, lavadora y cocina) en regadío.
Se trata de un proyecto perteneciente al Programa de Habitabilidad Rural de Serviu (DS10), gestionado por la Egis Municipal de Coronel y ejecutado por la constructora Alpa. Considera la instalación de fosas ecológicas que transformarán aguas residuales en aguas aptas para regadío mediante la acción de microorganismos.
Esta tecnología, implementada hace unos siete años por la empresa Fosas Ecológicas HAlvial, constituye una solución a la escasez hídrica de la isla.
“Vimos que la gente ocupa mucha agua para cultivos propios, y en el verano es muy escasa el agua. Si bien esta agua no será para consumo, puede suplir esta necesidad, al suministrar y distribuir de buena forma el agua que posee la isla y la capacidad de agua potable”, sostuvo al respecto Marco Echeverría, arquitecto de la Egis Municipal de Coronel y supervisor de la obra.
“Estamos rodeados de agua, pero no llega agua a las casas”. Con esta frase, al borde de la ironía y entre risas, Gloria González explicó la actual situación de la Isla Santa María. Hace dos semanas que no llega agua a su hogar ubicado en Puerto Norte, y cada día recolecta agua en bidones desde un estanque ubicado en Puerto Sur.
Por eso, la fosa ecológica ya instalada en su casa – la primera construida en su totalidad- resulta un aporte en el cotidiano acto de ahorrar la mayor cantidad posible del recurso. “Estamos muy conformes con esta fosa. Al principio no entendíamos bien cómo funcionaba, pero finalmente lo comprendimos y es muy interesante. Ojalá que se termine pronto en todas las casas”, dijo.
El proyecto, en su primera etapa, que finaliza en julio de 2023, instalará 17 fosas ecológicas en Puerto Norte, de las cuales hay cuatro ya construidas y a la espera de la resolución de la Seremi de Salud del Biobío para iniciar su funcionamiento. En una segunda etapa, se instalarán 18 fosas en Puerto Sur, para completar un total de 70 de estos dispositivos en toda la isla.
“Estas fosas permiten que no sea necesario su limpieza a través de camiones que saquen los desechos, tienen un mejor drenaje lo que conlleva a un cuidado mayor del medio ambiente sin necesidad de contaminar”, explicó Marcelo López, director (s) de Serviu Biobío.
Su funcionamiento (ver gráfico) es totalmente innovador. Según explicó Hernán Alvial, fundador de la empresa que implementó la tecnología, esta mini planta de tratamiento de aguas envía las aguas grises a un desgrasador, y las aguas negras a una fosa anaeróbica, donde diversos microorganismos consumen los sólidos y depuran el agua en tres fases. Luego, las aguas de ambos sistemas pasan por un tratamiento de fitodepuración mediante un humedal artificial, quedando lista para su uso.
“Hemos hecho estudios donde obtuvimos menos de mil coliformes por cada cien mililitros de agua, que es lo que exige la normativa sanitaria para el riego, principalmente césped, ornamentales y frutales”, explicó Alvial.
El resultado de las primeras pruebas en casa de Gloria fueron sorprendentes: “Vinieron a ver el funcionamiento de la fosa, y el agua salió cristalina, sin mal olor. Estamos contentos”, destacó.
Hoy, la municipalidad de Coronel piensa en implementar el mismo sistema en otros sectores rurales. Por ahora, puede decir a la Región que cuentan con el primer sistema ecológico de depuración de aguas desarrollado con recursos públicos.