Los recursos se destinarán a equipamiento en reciclaje y a planes de gestión en las municipalidades. También se buscará replicar experiencias exitosas, como el compostaje en Santa Juana.
En medio de una crisis de basura en el Biobío, con comunas sin espacio ni recursos para trasladar desechos domiciliarios, y barrios rodeados de basurales, alternativas como el reciclaje se vuelven fundamentales.
De hecho, según informó el seremi de Medioambiente del Biobío, Oscar Reicher, parte del plan para los primeros días de 2023 es resolver a dónde llevarán su basura comunas como Hualpén. Pero el plan es mucho más ambicioso.
“A nivel regional hay un programa de reciclaje desde 2019, y el próximo año queremos aumentar la ejecución de este programa. Se trata de un programa de $3.095 millones, y lo que va quedando de ese programa, $960 millones, se debe ejecutar”, explicó la autoridad.
Los recursos están destinados a solventar el equipamiento e infraestructura que necesitan los municipios locales para implementar y gestionar sus planes de reciclajes. Es decir, los diversos galpones, centros de acopio y contenedores que 31 de las 33 comunas del Biobío tienen dispuestos en diversos sitios para reciclar materiales.
En la Región del Biobío hay un total de 611 puntos para el reciclaje, distribuidos en 176 islas de reciclaje (agrupación de diversos contenedores para el reciclaje) y 435 Puntos Limpios; todos gestionados por las municipalidades.
Estas estructuras están dispuestas en sectores estratégicos de las comunas, donde las personas pueden depositar papeles, cartones, botellas de vidrio, plástico PET1 y latas de aluminio. Comprenden 1.885 metros cuadrados de espacio, a los que se suman 1.623 metros cuadrados de infraestructura municipal para el reciclaje.
A pesar de la gran cantidad de puntos disponibles, Reicher reconoce que aún hay desconocimiento y desconfianza hacia estos sitios, respecto a la real gestión de los desechos depositados.
“Por eso proyectamos desarrollar diversas campañas comunicativas durante el próximo año, mostrando que sí se puede reciclar. Que cuando las personas llevan sus residuos a un punto limpio, esos desechos son gestionados”, indicó la autoridad.
“Desde la seremi hacemos un control permanente, de que exista gestión de los desechos y que el punto limpio funcione efectivamente. Hay un trabajo para cerrar el círculo, desde que la persona va a dejar el residuo, hasta que lo toma un gestor y lo reingresa a la economía a través del proceso de reciclaje”, agregó.
Otra de las aristas a trabajar durante 2023 es el compostaje. Hasta ahora, solo existe un proyecto municipal de este tipo en el Biobío, la planta de manejo de residuos sólidos de Santa Juana, en funcionamiento desde abril de 2019.
Y el objetivo es replicar la exitosa experiencia. “Hay inversiones grandes que hacer para tener espacios de compostaje como en Santa Juana. Pero es una experiencia que se puede ir replicando en el area metropolitana del Gran Concepción”, sostuvo el seremi.
La presentación durante enero de la Ley de Residuos Orgánicos por parte del Ministerio del Medioambiente abre las puertas para este avance, el que permitirá gestionar los residuos orgánicos, que representan casi un 60% de todos los desechos domiciliarios.
