El Ministerio de Salud aún no entrega información oficial respecto al fin o continuidad de la alerta, que finaliza el próximo 31 de diciembre. En tanto, funcionarios esperan un reconocimiento de los nuevos cargos en la planta hospitalaria.
El próximo 31 de diciembre, según el último decreto del Ministerio de Salud, terminaría la Alerta Sanitaria instaurada en el país por la pandemia de Covid 19. Y con ella, también terminan los contratos de al menos 500 funcionarios, reclutados en diversos servicios sanitarios de la zona a raíz de la emergencia.
Es la cifra manejada por Fenats, donde al menos 360 trabajadores corresponden a personal del Hospital Regional Guillermo Grant Benavente, HGGB. La mayoría de ellos a honorarios.
El término de la alerta, o su extensión, fue materia de reuniones durante toda la jornada de ayer entre autoridades sanitarias locales.
Desde la seremi de Salud del Biobío, así también desde los Servicios de Salud de Concepción y Talcahuano, descartaron referirse al tema, a la espera de resoluciones oficiales desde el nivel central.
Adolfo Becar, presidente de Fenats, explicó que el mayor perjuicio del término de la alerta es la salida de especialistas como kinesiólogos, terapeutas ocupacionales y fonoaudiólogos.
“Son profesiones que teníamos en porcentaje muy minoritario al interior del hospital, y hoy son más que necesarios, ya que mejoran la calidad de vida de los pacientes. Tenemos a las personas menos días hospitalizadas y la atención de estos profesionales permite su salida en mejores condiciones. Los profesionales que tenemos en el área de la rehabilitación son totalmente necesarios para los pacientes”, detalló el dirigente.
Por tanto, agregó “estos 360 trabajadores son un 5% de la planta del hospital, y eso significa que es personal que falta. Este grupo de trabajadores es una brecha, lo que le falta a los hospitales para funcionar”.
El problema es que hasta la fecha, según indicó, “no tenemos ninguna información respecto a qué va a pasar con nuestros compañeros, lo que nos parece irresponsable por parte de la autoridad”.
Parlamentarios de la zona consideraron que el fin de la alerta sanitaria debe resolverse con cuidado.
Flor Weisse, diputada UDI por el distrito 21, indicó que aún no hay señales claras respecto al fin de la alerta. Pero, “no podemos relajarnos. La alerta sanitaria resguarda, pero limita la actividad comercial. Así que hay que evaluar muy bien el tema”, sostuvo.
La misma falta de claridad avisó María Candelaria Acevedo, diputada DC por el distrito 20. “Yo estaría por no dejar de lado esta alerta, en función de prevención. Pero además teniendo claro que tenemos que mantener los puestos de trabajo. Si no los mantenemos, va a ser aún más crítico el problema de salud en nuestro país”, opinó.
Eric Aedo, diputado DC e integrante de la comisión de salud, entregó más luces. “La idea del gobierno es no extender la alerta. Lo que queda por resolver es la mantención de los equipos de salud contratados. En mi opinión hay que separar las cosas, porque se requieren esos funcionarios”, manifestó.
Para Becar, la opción es el reconocimiento de los cupos Covid como funcionarios de planta para los hospitales, definición que realiza el Minsal para cada servicio. En tanto, también surge la posibilidad de extender la alerta sanitaria por Viruela del Mono, instaurada en marzo, aunque hasta ahora no cuenta con ningún aumento presupuestario asociado.