Aseguran especialistas de la Universidad Católica de la Santísima Concepción. Se recomienda que personas que sufren hipersensibilidad en primavera las sigan usando. Advierten posible deuda inmunitaria en niños por uso del barbijo.
Llegó la primavera y con ella las alergias, patologías que podrían aumentar tras el retiro de las mascarillas que, según especialistas, han ayudado a disminuir las sobre reacciones alérgicas.
Nicolás Saá, médico y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc), afirmó que es recomendable que las personas alérgicas sigan usando el elemento de protección, pues “disminuye la sintomatología al bloquear la entrada de alérgenos como la caspa de mascotas, ácaros, polen, entre otros. Considerar aquellas con tamaño de poro de 2,5 micras o mascarillas con filtros para pólenes y ácaros”.
El uso de mascarillas, explicó Yunny Chávez, enfermera de la Ucsc, permitió la disminución en la inhalación de sustancias alérgenas en el ambiente, por lo que con el nuevo escenario, que no obliga a usarlas los cuadros alérgicos podrían aumentar.
Según Saá “un estudio realizado en Israel el año 2020 demostró una reducción de un 40% de sintomatología alérgica al usar mascarilla quirúrgica o N95, evitando síntomas como estornudos, congestión nasal y secreción”.
Ahora bien, para el médico las mascarillas pudieron haber perjudicado el desarrollo del sistema inmunológico de los niños en pandemia, pues no se expusieron al ambiente, “lo que puede generar una deuda inmunitaria, con infecciones de desarrollo tardío y de mayor virulencia al no producirse inmunidad a otros virus con el uso de mascarillas y el distanciamiento social”.
Cabe destacar que las reacciones alérgicas son más comunes de desarrollar en la infancia y en algunos casos parten con las alimentarias, para después pasar a las de ácaros de polvo, polen y otras sustancias.
Los especialistas, recomiendan a los padres prevenir las enfermedades respiratorias en niños alérgicos, ya que hacen cuadros más severos. Evitar la contaminación domiciliaria como el humo de tabaco, polvo, artículos de aseo irritantes como el cloro líquido, y ante los primos síntomas aplicar lavados nasales con suero fisiológico y consultar al médico en caso de empeorar los síntomas.