“Le vamos de exigir a la productora que nos arrendó el estadio es garantizar la seguridad de todos los asistentes y también de los músicos, porque lo que ocurrió ayer podría haber terminado muy mal”.

La declaración es del alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz, quien reconoció su preocupación por el uno de los próximo eventos masivos que tendrá la comuna, el concierto del reggaetonero Don Omar, el próximo 29 de octubre en el Estadio Ester Roa Rebolledo. Lo anterior, luego de los incidentes generados la tarde y noche del martes en el Estadio Nacional, en Santiago, con el primero de los tres conciertos de despedida de Daddy Yankee.

Don Omar, que encabezará el denominado Latin Star Festival, donde estarán otros exponentes de la música urbana como Franco “El Gorila”, aunque guardando las diferencias de sus respectivas carreras, también es una artista de talla mundial. Solo un dato, en Spotify cuenta con más 22 millones 172 mil oyentes mensuales (claro, Daddy Yankee supera los 43 millones de oyentes mensuales). De ahí la preocupación de la autoridad.

“Los eventos musicales son distintos, por ejemplo, de un partido de alta convocatoria que están regidos por Estadio Seguro (…). En este caso, va a depender mucho del trabajo que haga la productora. En los próximos días, creo, vamos a pedir un reunión con la productora, porque nosotros somos dueños del estadio y si advertimos un riesgo, podremos decir: ‘ahí está su plata y usted verá como devuelve las entradas’. Nosotros no vamos a poner en riesgo, primero que todo a las personas, y por cierto, a nuestro estadio”, manifestó el jefe comunal penquista.

Cabe precisar, que a propósito de los incidentes del martes, la Asociación Gremial de Empresas Productoras de Entretenimiento y Cultura (Agepec), junto con condenar los hechos y evitar referirse a la medidas adoptadas por la productora a cargo del evento, comentaron que “ la lógica de la turba se ha instalado en algunas actividades como herramienta de proceder (…), algo que como actividad y en conjunto con la autoridad debemos resolver porque claramente los protocolos diseñados en contextos de escenarios sociales distintos, hoy no dan abasto para hacer frente a esta nueva modalidad de expresión masiva”.