Alcalde penquista lamentó la situación y llamó a cuidar espacio público. Experto en patrimonio UdeC explicó que es necesario realizar campaña educativa dirigida a la comunidad.
Rechazo y molestia generaron en autoridades y la comunidad penquista los rayados con pintura negra que aparecieron en el odeón de la recién remodelada Plaza Independencia de Concepción.
La estructura fue vandalizada durante el fin de semana de celebraciones patrias, luego de que el 14 de septiembre pasado fuera abierta al público, tras los trabajos de restauración que duraron varios meses.
“Lamentamos profundamente estos rayados en nuestro recién remozado odeón, que es patrimonio de todas y todos los penquistas”, dijo el alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz.
“Cuando abrimos este espacio, el 14 de septiembre, y lo entregamos a la ciudadanía, hicimos un fuerte llamado a disfrutarlo, pero también cuidarlo, puesto que esta remodelación se logró gracias a inversión pública, que emana del bolsillo de todas y todos nosotros”, agregó.
Ana Francia, quien llegó hace 15 días desde Perú y este lunes descansaba en una banca de la misma plaza, también lamentó el daño. “Es penoso y algo negativo que uno venga desde el extranjero y vea las pintadas. No es grafiti, tiene que ver con lemas o algo así, no son apropiados”, destacó.
Javier Ramírez, académico y jefe de la Unidad de Patrimonio de la UdeC, indicó que esta situación no es única a nivel país y mundial.
“El punto es que hoy y lo hemos visto en Chile a lo menos por tres años, el espacio público es un espacio en disputa. El problema atrás de esto es cómo se puede incorporar en el debate del uso del espacio público a actores que no se sienten identificado con este mismo. Puede ser el odeón, puede ser una casa o lo que sea”, explicó.
Añadió que “hay diversas formas, lo primero es la educación. Pero, de todas maneras, hay que pensar que, independiente de condenar estas situaciones, cómo se debe comunicar el sentido de la conservación de espacios públicos. En este caso, elementos de enorme valor ciudadano para la comunidad local. No podría decir que existe una receta, estos problemas están en muchas partes, incluso, en sitios de patrimonio mundial de la Unesco o ciudades que tienen declaratorias nacionales, Latinoamérica o en todo el mudo”.
El 8 de septiembre de este año un grupo de diputadas y diputados ingresó un proyecto de ley destinado a aumentar las penas para quienes vandalicen monumentos nacionales y otros bienes públicos y privados. “El que causare daño en un monumento nacional, alterare o afectare de cualquier modo su integridad, será sancionado con la pena de presidio menor en sus grado máximo y multa de cincuenta a doscientas unidades tributarias mensuales”, dice la iniciativa firmada por los parlamentarios Diego Schalper y Andrés Longton, entre otros. “Si resultare la destrucción total o parcial del monumento nacional, la pena aplicable será de presidio mayor en su grado mínimo y multa de doscientas a quinientas unidades tributarias mensuales”, cierra el proyecto, que busca reemplazar el “daño simple”.