Solicitaron la internación involuntaria de un hombre con problemas mentales, por agredir a funcionarios municipales. Sin embargo, el seremi de Desarrollo Social y la directora de la Corporación Sempiterno recordaron que no se puede internar a una persona en contra de su voluntad.
Por: Cristian Olivares Valenzuela.
Aún es frecuente ver en Concepción la presencia de personas viviendo en las calles, haciendo de las veredas sus hogares, y en donde la precariedad, inseguridad y falta de higiene son elementos propios de este estilo de vida, que en muchos casos mejora cuando deciden aceptar la ayuda de otros para tener un techo donde pasar la noche, sobre todo en invierno.
Son mil 500 las personas en esta realidad, según cifras de la seremi de Desarrollo Social y Familia del Biobío. En el municipio de Concepción estiman que los puntos calle donde estas personas se instalan son cerca de una veintena, los que van cambiando según la acción de Carabineros.
El frío y las lluvias han agravado aún más su situación: la noche del viernes, tres personas fueron encontradas fallecidas al interior de un container, en el sector del baipás de la ruta 160 de Coronel. Funcionarios de Carabineros hallaron los cuerpos de dos mujeres y un hombre, todos mayores de edad, personas precisamente en situación de calle, y que habrían fallecido debido a una intoxicación con monóxido de carbono debido a la combustión de un brasero que se encontró en el lugar.
En Concepción, tras la instalación de barreras en el sector de la Plaza Independencia, debido a los trabajos que se están realizando en el lugar, algunas personas que viven en las calles se instalaron en calle Aníbal Pinto, entre O’Higgins y San Martín, situación que llegó a Tribunales en los últimos días.
El municipio de Concepción presentó un recurso de protección en contra del Servicio de Salud penquista. La razón es que hay tres personas, según consta en la acción legal, que pernoctan en la citada calle, acompañados de ocho perros, generando molestias en los vecinos como alteración del orden público, debido a episodios protagonizados por uno de ellos, de iniciales C.M.M., quien presenta problemas de salud mental protagonizando serios actos de violencia contra personal municipal.
En el recurso, el municipio penquista argumenta que: “debido a la problemática de consumo de alcohol de estas personas en situación de calle, se ha generado una afectación directa a la integridad física y psíquica de los vecinos del sector, principalmente producto de los ruidos y gritos que se concentran en el horario nocturno, lo que ha afectado el descanso de la comunidad del sector, impidiéndoles dormir de forma normal y continua, con las implicancias en su salud física y psíquica que eso significa”.
Agrega que “se presenta en el sector un problema de salubridad, ya que se ha generado un foco de insalubridad por las consecuencias naturales de personas en situación de calle, viviendo en un sector, generándose fetidez, hedor y suciedad”.
La municipalidad insiste en el escrito en que “en el sector se realizan operativos de limpieza y desalojo, donde han podido detectar consumo problemático de alcohol y droga, también con aparente trastorno de salud mental, sin tratamiento. Los operativos realizados han tenido por objetivo el desalojo y la sanitización del lugar, y el ofrecimiento de cupos en albergue para las personas en situación de calle, los que han sido rechazados reiteradamente”.
Por todo esto, en mayo se realizó una mesa calle entre distintas autoridades, para abordar los puntos críticos de personas en situación de calle, con graves problemas de salud mental.
En esa reunión se solicitaron cupos de internación administrativa a la Seremi de Salud del Biobío y al Servicio de Salud Concepción, quedando como compromiso abordar y dar solución a estos puntos críticos. Sin embargo, se notificó al municipio que no se puede proceder a la hospitalización involuntaria debido a la falta de cupos en los recintos pertenecientes al Servicio de Salud Concepción.
Este mes, la situación se agravó ya que C.M.M., quien vive en el citado punto calle, agredió, según la acción legal, a personal municipal, lanzando conos, palos, frazadas y amenazando a personal de aseo, quienes estaban apoyando en un operativo municipal. Así, en el recurso de protección, la municipalidad penquista solicita la internación involuntaria de esta persona, “para que estos hechos no vuelvan a ocurrir”.
Para el alcalde (s) de Concepción, Aldo Mardones, la internación forzosa de C.M.M es necesaria, ya que se trata no solo de una situación de incivilidad o de seguridad, “sino de la dignidad de las personas en situación de calle. Creemos que la mirada debe ser íntegra, como municipio estamos intentando ser parte de la solución y en eso estamos trabajando, pero las competencias son del Servicio de Salud Concepción y de la Seremi de Desarrollo Social”.
Mardones emplazó a la seremi a “entrar con más fuerza en este tema y tiene que tener una respuesta inmediata, atendiendo la situación de emergencia que estamos viviendo, porque hay un clima muy adverso para estar en la calle. También emplazamos al Servicio de Salud Concepción que a través de los hospitales pueda recibirlos, ya que hay un problema de salud mental de por medio”.
El seremi de Desarrollo Social, Hedson Díaz, respondió al emplazamiento del municipio y recordó que hoy existe el Plan Protege, antes conocido como el Plan Invierno, que ya no se implementará solo en esa estación y que se extenderá con albergues abiertos las 24 horas del día, hasta enero de 2023.
“Es nuestra preocupación como ministerio que ellos puedan estar en una condición de mayor dignidad, y no estar expuestos al frío y a condiciones de inseguridad”, aseguró
Sin embargo, la autoridad recordó que el ingreso a estos albergues es voluntario, porque nadie puede ser llevado a un lugar contra su voluntad.
“Hay que explicar que ellos están en la calle por muchos factores, y en este caso hay un estado de salud siquiátrica que se debe abordar. Por esto, con el alcalde y el seremi de Salud estamos coordinando camas clínicas para personas que tienen problemas siquiátricos, es decir, hacemos el trabajo que nos corresponde como Ministerio. Sin embargo, hay un principio de Derechos Humanos, que es la voluntariedad, y las personas en situación de calle deben ir voluntariamente a los dispositivos. A él (C.M.M) lo hemos invitado, y él voluntariamente ha elegido estar en la calle”, finalizó Díaz.
Loreto Vidal, abogada y directora ejecutiva de Corporación Sempiterno, que trabaja con personas en situación de calle, aseguró estar en contra de que este tipo de casos lleguen a Tribunales. “Todos los años he tenido que tomar acciones por personas de situación de calle, pero para mí no está bien cuando no hemos analizado el caso, creo que la justicia tiene que tomar en consideración los aspectos valóricos, éticos y humanos que hay detrás de esta situación”, reflexionó.
Por esto, llamó al alcalde a tomar otro tipo de decisiones en torno a estos casos: “Yo hago un llamado a la municipalidad, porque hago el recorrido en las rutas sociales, y es muy doloroso, ya que les llevamos cosas para que ellos implementen sus rucos, y no está bien que por mantener hermosa la ciudad les quitemos los pocos espacios de habitabilidad que tienen las personas en situación de calle, que no han querido acogerse a un dispositivo, porque es real que tenemos un problema de salud mental de muchos de ellos que no está resuelto. Los derechos humanos se respetan a todo evento y la ética no es acomodaticia, por lo que también aplica para este momento”, recordó.
Vidal contó que en Sempiterno abrieron un nuevo albergue el pasado sábado, que pusieron en marcha en 24 horas debido a las condiciones climáticas, “en el que tenemos un cupo de 40 personas en este albergue y anoche ya tuvimos un sobrecupo de 43 personas. Tenemos otro albergue en calle Trinitarias con 20 cupos, y abriremos otro con capacidad para 20 personas, en el sector Vega cerca de calle Colón. Aquí lo que hacemos es recuperar dignidad, y darles tienen un espacio para vivir como cualquier persona que no ha pasado por estar en situación de calle.