“Hay mucho trabajo y esfuerzo detrás de todo lo que la gente ve cada semana”

29 de Mayo 2022 | Publicado por: Mauricio Maldonado
Fotografía: Isidoro Valenzuela

Las ferias libres fueron uno de los centros de abastecimiento de alimentos de la población que no han cesado su labor en ningún minuto de la pandemia. La familia Poblete Valdebenito, a la que pertenece Madeleine Valdebenito, se instala cada jueves con sus frutas y verduras en Villa San Pedro, y es un ejemplo de esa abnegada y fundamental actividad.

Es jueves 4 am y la temperatura oscila entre los 5° y 3°. La mayoría de las personas duermen, sin embargo, en entre las calles Los Aromos y Los Mañíos, de la Villa San Pedro, de a poco se levantan los diversos puestos que conforman la feria libre del sector.

Es una tarea que a esa hora de la madrugada recién comienza y que a la par con la salida de los primeros rayos del sol asoman los primeros clientes. “Nos instalamos con sólo parte de la mercadería y luego se compra el resto de ella, principalmente la fruta, la cual tiene que ser toda fresca”, cuenta Madeleine Poblete Valdebenito.

Ella junto a sus padres Claudio Poblete y Claudia Valdebenito, hace más de diez años que son parte de esta feria con su puesto de frutas y verduras varias. Una actividad que no se detuve ni tampoco decayó pese a la pandemia. “No paramos de trabajar, estuvimos funcionando durante todo el período más duro de la pandemia en las distintas ferias en que participamos. Inclusive cuando pasamos por las cuarentenas, durante los primeros meses de la pandemia, nosotros funcionamos con los respectivos salvoconductos”.

Aunque si bien recibieron ayuda del Gobierno por un tiempo, por caber dentro de la categoría de Pyme debido al inicio de actividades por parte del padre de Madeleine, el primer año pandémico no dejó de ser duro. “La Vega Monumental, donde nos abastecemos la mayoría de los feriantes, fue uno de los puntos que colapsó al principio de la pandemia. Había que levantarse mucho más temprano de lo habitual para poder alcanzar algo de lo que llegaba, ya que varios productos escasearon en este período”, señala la feriante.

Palabras a las que añade que “hay mucho trabajo y esfuerzo detrás de todo lo que ve la gente cada semana. Buscamos los productos de mejor calidad para nuestros clientes, lo cual es un trabajo que hemos aprendido a hacer con los años, ya que pasa muchas veces que nos dicen ‘está todo bonito y calidad’, lo cual se ve así por arriba, pero por debajo cambia la cosa”.

Ya en el presente, Madeleine dice con seguridad que lo peor ya pasó, y que la actividad y movimiento de la feria volvió al ritmo de antes de la pandemia. “Ya pasó lo más difícil de la pandemia, el 2020 fue el año más duro de todo esto, la gente venía con desconfianza a comprar, ahora como que se normalizó todo. El flujo de personas ha vuelto a ser el mismo de años atrás, independiente que ahora las cosas estén más caras, pero eso no ha influido en que las personas compren menos, por el contrario, la gente se mantiene fiel a los productos que ofrecemos”.

Dentro de todo lo malo, incierto y complejo que ha sido este período de pandemia, también ha sido un tiempo que ha dejado cosas positivas y que han hecho el poder, ciertamente, expandir el negocio de la feria, cautivando a un cliente que antes no existía. “Como una manera de adaptarnos a los tiempos difíciles fue que surgió el servicio de delivery, ya que ante la incertidumbre y miedo de las personas por contagiarse, muchos preferían sus productos a la puerta de la casa, lo cual hasta el día de hoy es algo que hemos mantenido. Esas bolsas que se ven ahí (me señala un mesón con frutas y verduras en bolsas de colores) las repartimos una vez concluida la feria”, narra Madeleine.

Pese a que en un principio fue un cambio fuerte, sobre todo para las personas de la tercera edad, es algo que se normalizó y ya es parte del emprendimiento. “Yo soy la que se encarga de esa parte, me comunico por WhatsApp con los clientes y le aparto sus productos y concretamos los pedidos. También habilitados el pago a través de tarjeta de crédito y débito, esto en razón de que las personas igual desconfían de pagar en efectivo por el riesgo de contagiarse. También se puede ver como algo positivo de esta pandemia, ya que nos dio la oportunidad de modernizarnos y así no perder clientes, por el contrario”.