El hombre que nunca apagó el horno durante la pandemia

29 de Mayo 2022 | Publicado por: Equipo Digital
Fotografía: Carolina Echagüe

33 años lleva trabajando en panadería y nunca había vivido el temor de contagiarse con una enfermedad mortal y desconocida. Ahora, llama al respeto mutuo y al autocuidado para evitar nuevos contagios.

Fueron cientos las labores que durante la pandemia no cesaron en sus actividades y que se terminaron transformando en un rubro esencial para la vida cotidiana de muchas personas.

Uno de estos se relaciona con la alimentación de las personas, y quienes estuvieron siempre en la labor fueron, por ejemplo, los panaderos, quienes llegaban al alba a los distintos locales para encender los hornos y tener las marraquetas, hallulas y colizas calientes a primera horas, para que los clientes la pudieran degustar al desayuno.

Uno de ellos es José Bravo, de 64 años, casado y con dos hijos “ya grandes”, como dice él, y que ha pasado la mitad de su vida trabajando como maestro panadero de “Pancito´s”, por lo que le tocó vivir toda la pandemia literalmente con las manos en la masa.

“Aquí no podíamos parar, ya que había que seguir atendiendo público, entonces, de alguna forma había que trabajar y apoyar a la gente, eso fue lo principal”, rememoró Bravo.

La llegada de la pandemia implicó adaptarse a un nuevo sistema de trabajo, puesto que el transporte público modificó las condiciones y la regularidad bajó, lo que complicó la llegada a la hora. “Una vez que llegamos a la panadería, lo primero que se hace es encender los hornos y comenzar a sacar los panes” agregó.

José Bravo viaja todos los días desde Boca Sur hasta el centro de Concepción y en la actualidad demora hasta dos horas de viaje entre su casa y el trabajo, en pandemia, los tiempos de traslado eran menores, pero igual tuvo temor a contagiarse en los viajes que realiza a diario. “Uno venía con miedo, pero había que hacerlo y usar todas las medidas, ya que uno esto lo hace por la familia. Porque si no trabajo, mi familia no tiene que comer y yo tengo que arreglarme con lo que tengo. Hasta el momento no me he contagiado”, comentó.

Sí, nos daba miedo salir durante la pandemia, pero no me imagino trabajando en otra cosa. Yo, por lo general, no me contagio ni con un resfrío y ahora tenemos las vacunas”, relató.

Para Bravo una de las cosas más complejas en este tiempo ha sido utilizar la locomoción colectiva, ya que “pueden haber focos que propician contagios”. Con el retorno de la normalidad, lo que más lamenta, es que los viajes de retorno a casa son más largos y el tiempo para estar con la familia es menor. “Uno llega tarde, pero imagine esto, que trabaja de sol a sombra y casi no disfruta”. Y relata como son sus viajes, en donde, incluso alcanza a dormir y siente que a avanzando muy poco en su recorrido.

Don José pide que “nos cuidamos todos, pero hay otras personas que no entiende, que no todos entienden el sistema de ahora, porque realmente hay gente sin mascarilla y eso no corresponde”. Entre las lecciones que saca de este periodo de encierro, sostiene que debe haber “más respeto por sí mismo. Por favor, que nos respetemos entre todos y es algo que se ha ido perdiendo en el último tiempo y eso no debe, ni puede ser”