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Doctora Paulina Rincón, vicerrectora UdeC: “La excelencia no tiene sentido si no es con y para las personas”

La hasta hace poco directora del Programa Día a Día y subdirectora de Desarrollo Estratégico en la UdeC se proyecta en su cargo como autoridad muy marcada en su formación como especialista en Psicología, convencida que el centro de todo objetivo y logro es favorecer a la comunidad universitaria, que está tan dentro del campus como fuera.

Por: Natalia Quiero 15 de Mayo 2022
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Gestión de alta calidad en todo el quehacer, pero con la persona como centro y prioridad ante cualquier labor u objetivo y motor de todo avance y logro. Esas son las motivaciones y expectativas con las que la doctora Paulina Rincón González ha asumido y visualiza su rol como vicerrectora de la Universidad de Concepción (UdeC) por el próximo periodo del doctor Carlos Saavedra Rubilar como rector, a quien tiene la responsabilidad de acompañar tan unida y firmemente a conducir el desarrollo de la Universidad entre 2022 y 2026 que le deberá subrogar cuando corresponda, iniciando la tarea en coincidencia con el aniversario 103 de la casa de estudios.

La excelencia no tiene sentido si no es con y para las personas”, sostiene con y desde la convicción con la que quiere liderar y ser activa artífice del progreso de la institución en el futuro próximo. En conjunto y por el bienestar de quienes integran a la comunidad universitaria, que trasciende de las aulas y el perímetro de un campus, desde el personal académico y administrativo hasta estudiantes y toda la sociedad en la que está la UdeC.

Sin dudas, la manera en que se plantea en su nuevo cargo como autoridad universitaria está marcada por las influencias de los procesos formativos de Paulina Rincón, doctora en Piscología y especializada en el área clínica e investigadora en salud mental en torno a temas como violencia, trauma, estrés, parentalidad y crianza. Sobre ese interés disciplinar ha hecho su carrera académica enseñando en el Departamento de Psicología y hasta ahora liderado el Programa Día a Día, además de ser subdirectora de Desarrollo Estratégico en la UdeC durante los últimos cuatro años. Desde esa orientación proyecta su posición y misión en la Vicerrectoría.

“Debemos seguir creciendo”

Es que es, al fin de inexorables cuentas, la excelencia es la constante meta de la UdeC como “institución que es completa y compleja”, afirma la doctora Rincón, y desde la Vicerrectoría no sólo deben trabajar para mantener una favorable trayectoria, sino que guiar hacia una continua evolución, con sustento en los logros acumulados en el tiempo y la mirada puesta en los retos o cambios que las realidades y necesidades actuales internas y externas demandan a la Universidad como entidad que hace más de un siglo nació por y para la Región del Biobío, pero que en un mundo globalizado sus impactos cada vez más trascienden y requieren trascender mucho más allá.

Ello tiene que ver con que 103 años no pasan en vano. Por un lado, definen la trayectoria y sostienen el posicionamiento; por otro desafían a romper paradigmas y seguir a la vanguardia. “Los 103 años impactan en toda la Universidad y persona que es parte de la comunidad universitaria, independiente del rol en que nos situemos, porque estos 103 años nos han permitido ser lo que somos hoy: tener los tres campus, una unidad en Santiago, la cantidad de disciplinas que tenemos, la infraestructura, la cantidad de estudiantes de pre y postgrado a quienes atendemos, y el recurso humano altamente calificado que tenemos, tanto de personal académico como profesional, administrativo y de servicios. No somos la misma Universidad que surgió hace 103 años, hemos crecido mucho y debemos seguir creciendo”, manifiesta al respecto la vicerrectora Paulina Rincón. Pero, también sostiene que “el espíritu fundacional ciudadano, regionalista y con una mirada local que se proyecta hacia el país y al mundo sigue presente en el crecimiento futuro”.

Así, el espíritu original de la Universidad sigue tan vivo como al inicio y tan transformado como el mundo con el paso de un siglo y es en todas las patentes demandas e inquietudes de la sociedad como descentralización, equidad e igualdad que se busca apoyar para y desde la UdeC.

Isidoro Valenzuela

País  y UdeC actual

Debido y de cara a los fenómenos sociales que se están impulsando y viviendo, a las nuevas características de la sociedad contemporánea, en la propia Universidad de Concepción hay una serie de procesos en diversos ámbitos y escalas que están ocurriendo y deben ocurrir, donde la Vicerrectoría tiene un rol protagónico. En esta materia “hay desafíos en marcha como los de la acreditación institucional y la reforma de estatutos que son centrales para el periodo que se viene”, afirma la doctora Paulina Rincón.

Acreditación y excelencia

Sobre la acreditación institucional como reto, lo vital está en que en Chile se posiciona como una herramienta que permite certificar la excelencia de una institución en distintos ámbitos y la UdeC actualmente se encuentra acreditada por 7 años, rango temporal que es la máxima acreditación que se pueda obtener en el país hasta el momento y se aspira volver a obtener en el próximo proceso. “Eso es una garantía, un sello para la comunidad externa respecto a los niveles de excelencia con los que nos movemos en todas las dimensiones en las que nos acreditamos: docencia y resultados del proceso formativo, investigación, creación y/o innovación, vinculación con el medio, gestión y aseguramiento de la calidad. Esa certificación de calidad nos sitúa en el lugar que nos corresponde, dado que hacemos un trabajo de excelencia”, manifiesta la vicerrectora de la UdeC.

Excelencia que como concepto llevado a la acción para Paulina Rincón “significa tener especial atención a seguir avanzado en la profundización de una planta académica de excelencia y a materializar mejoras en infraestructura de pre y postgrado de excelencia. Y desde la Vicerrectoría nos interesa aportar y apoyar a quienes trabajamos en nuestra Universidad para poder seguir dando lo que damos, nuestros procesos formativos en específico con los niveles de calidad altos que tenemos. Eso implica dotar de recursos para aquello o apoyar en la obtención de recursos”.

Y es justamente vinculado a aquello que se destaca que la acreditación institucional como sello de excelencia se vuelve un indicador objetivo asociado a la obtención de recursos públicos, pues el Estado a través de sus diversos órganos y políticas entrega y distribuye su inversión en la academia en función del nivel de acreditación. Recursos que son los que ejecutan diversidad de proyectos fundamentales para avanzar en la Universidad y posicionar, como los de investigación o infraestructura, que también terminan por determinar la excelencia.

Reformar para avanzar

En cuanto a la necesidad de reformar en distintos ámbitos los estatutos que rigen a la Universidad, la autoridad universitaria resalta que “tenemos estatutos de larga data, que no están actualizados a las condiciones de nuestro país y de lo que se espera de una institución como la UdeC”.

Avanzar en concordancia con normativas nacionales actuales es crucial, sobre todo en lo que dice relación con participación y democracia para mayor representatividad en las decisiones lo considera crucial y es su propia aspiración como vicerrectora, pero sobre todo como académica e integrante de la comunidad universitaria, pues reconoce que “mucho de ello está regulado en los estatutos, que responden a la época en que fueron concebidos, a otros estándares de participación y democracia, y como país estamos en otro punto y nuestra Universidad tiene que actualizarse en ello”.

En este aspecto, la doctora Paulina Rincón pone el acento en que “somos una comunidad que aportamos al país, pero en la que también se reflejan las cosas positivas y las que no lo son tanto de nuestro país” y que bajo ese paradigma y para avanzar se deben atender, integrar e integrarse a las conversaciones y procesos que buscan cambios profundos y positivos en el país y/o mundo para construir una sociedad mejor y sin violencia, equitativa e igualitaria, con menos brechas y más oportunidades, en que el crecimiento y progreso económico y social no vaya en desmedro de nadie y favorezca a todos, siempre en el marco de un desarrollo sostenible para cuidar la naturaleza y planeta que todos habitamos.

Los últimos procesos eleccionarios y de la Reforma Constitucional que se vive para Chile son de los más claros y contingentes ejemplos de situaciones o fenómenos en los que la Universidad debe responder para contribuir en los avances y también reflejar en su propia estructura para evolucionar en su labor.

Las discusiones, reflexiones y necesidades de cambio para avanzar en una sociedad más justa es algo de lo que como Universidad nos hacemos cargo y como equipo de Rectoría nos seguiremos haciendo cargo”, asegura, pues tiene la certeza de que todo el quehacer universitario con sus logros y avances, donde misiones fundacionales esenciales son la formación (en los diversos niveles), investigación y generación de conocimiento (en un amplio espectro de acciones) y vinculación con el medio (comunidad o sociedad externa) poco o nada vale la pena “si no es para mejorar y transformar el espacio en que nos movemos”.

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