Pasadas las 15:20 horas, personal de Control de Orden Público comenzó a desalojar desde los accesos de la Planta de Enap Biobío a los trabajadores subcontratistas de Enap, quienes se encuentran movilizados hace una semana.

Al lugar llegó una decena de carros policiales, cuyos funcionarios procedieron con gas lacrimógeno y fuerza en contra de los operarios, luego que fracasó el diálogo con la empresa.

Previo a que ocurriera esto, Víctor Sepúlveda, presidente del sindicato de Subcontratados dijo que “nos van a sacar con represión. Esto es lo que nos devuelve el gobierno a cambio del apoyo de los trabajadores. Este es el pago de Chile, nosotros votamos para que ellos nos vengan a reprimir, ellos salieron a tirar piedras a la calle y aprendieron de esa lucha y ahora nos vienen a reprimir”.

Y agregó que “nos ofrecieron una mesa de trabajo para mañana y nos envían a carabineros, eso es un falso acuerdo de negociación. Enap envió al representante de los trabajadores y conversar, pero tenemos represión”.

La delegada presidencial, Daniela Dresdner justificó el accionar en que “siempre se va a priorizar el diálogo, acá se involucro el gobierno y no se ha obtenido avance, por lo que decidimos poner por delante la seguridad y abastecimiento de los ciudadanos”.

Pero desde el sindicato siguieron los emplazamientos al presidente Gabriel Boric, esta vez de parte de Carlos Contreras, secretario de la agrupación “nosotros nos reunimos con usted presidente, el 9 de septiembre y firmó un documento y todo lo que ocurrió hoy es su responsabilidad. Hemos sido humillados por las Fuerzas Especiales”.

Mientras que a la misma hora en el Senado, se realizó una sesión de la comisión de Energía para analizar las consecuencias de la movilización, a la que no asistió el presidente de Enap, José Luis Mardones.

Tras el desalojo, Carabineros quedó custodiando los accesos a la planta, mientras que los trabajadores iniciaron barricadas en la Costanera.

De acuerdo al balance de carabineros, lo ocurrido en Enap dejo siete personas detenidas.