Hace unos días fueron anunciados los estudios de prefactibilidad para lo que será la nueva carretera entre Tomé y Dichato, clave para el desarrollo costero interregional.
El tránsito por estos días es uno de los temas que preocupan a los conductores y a las autoridades. La baja del transporte público y el importante incremento del parque vehicular han hecho que, incluso, las nuevas vías en el sector Plaza Acevedo no se noten en el horario punta.
Pues bien, bajo ese mismo contexto la anunciada nueva ruta entre Tomé y Dichato (con estudio de prefactivilidad por $534 millones) va en la misma línea, de brindar una mejor conexión en el Gran Concepción (partiría cerca de Punta de Parra), asociado al viejo anhelo de la gran ruta costera hacia Ñuble, con su obra culmine y esperada por décadas: el nuevo Puente Itata, en la comuna de Coelemu.
Es así como las autoridades municipales y de gobierno consultadas por Diario Concepción, explicaron que el viaducto viene en camino, estando en una etapa de diseño, que incluye consultas vecinales.
Desde el municipio de Tomé indicaron que efectivamente, un equipo estuvo con las autoridades locales bajo la misma línea, de lo que será este empalme clave, incluso, con la Región del Maule.
“Hoy están los recursos del estudio de la prefactivilidad de poder unir con la carretera que también se trabaja desde el Ministerio de Obras Públicas, que es la carretera del borde costero, donde está Pudá, Burca, Merquiche, donde además se está terminando el estudio del diseño del Puente sobre el río Itata, donde vamos a poder conectar la Región del Biobío con la de Ñuble”, remarcó la autoridad comunal.
El dirigente vecinal, Enzo Paredes, está de acuerdo con la alcaldesa Rivas, que esta nueva ruta por Tomé a Dichato claramente “será una nueva alternativa para unir lo que es Punta de Parra, Lirquén, Penco y viceversa. Esto unirá a Dichato y en lo que está siendo materializado con la ruta costera, uniendo tras regiones”.
La ruta costera lleva muchos años de expectación de tintes estoicos para quienes la necesitan cuando aún ni se soñaba con la separación de Biobío y Ñuble.
Entre los años 2012 y 2016 comenzaron las presiones para concretarlo, recordó la alcaldesa de Tomé, Ivonne Rivas.
Sin embargo, en el año 2019 hubo un punto de inflexión: el anuncio del diseño luego de que recibiera la recomendación social (RS) por parte del Ministerio de Desarrollo Social.
Se trata de obras de magnitud, que contempla la pavimentación de 62,2 kilómetros y la construcción de un puente de un kilómetro de longitud sobre la desembocadura del río Itata, incluyendo conexiones viales a desnivel en accesos al puente y expropiaciones.
Todo lo anterior, según ha informado el gobierno, tendrá una inversión de $146.114 millones, que traerá enormes beneficios a tres regiones: desarrollo turístico, habitacional, de conexión de transporte de empresas y también de la ciudadanía que demanda cercanía entre el mundo rural y las zonas urbanas de alta densidad de población.
Desde el MOP informaron a este medio que el avance del diseño del Puente Itata va en 82,74%.
De concretarse la licitación para su construcción, una vez inaugurado tendrá una longitud de al menos 1 kilómetro.
La alcaldesa Rivas resaltó que se trata de una gran “oportunidad para Tomé”, en que a su juicio, todas estas implementaciones serán la coronación de la comuna como “capital del turismo del Biobío”.
En tanto, el alcalde de Coelemu, Alejandro Pedreros, aseveró que sin dudas se tratará de un enorme hito para ambas comunas y regiones, pero con un alcance para la comunidad costera.
“Pedí que la localidad Perales (reconstruida tras el tsunami) no quedara desconectada de la ruta. El compromiso fue que cuando estuviera avanzado el estudio tuviéramos nuevas reuniones y esperamos que nuestras opiniones sean escuchadas e incorporadas”.