Trabajadora Social ante violencia en colegios: “Para educar a un niño hace falta la tribu entera”

06 de Abril 2022 | Publicado por: Equipo Digital
Fotografía: Raphael Sierra P.

Tras el retorno a clases presenciales se han viralizado en redes sociales y en la prensa varios videos dando cuenta de un drástico aumento de la violencia en colegios. Expertos han apuntado a las consecuencias del encierro producto de la pandemia, que afectó a estudiantes a nivel emocional y psicológico, por lo que el retorno representa un proceso complejo de volver a socializar para muchos de ellos.

En este marco, la trabajadora social y directora del Umbral Chiguayante Uno de Corporación Catim, Claudia Henríquez, advierte que los seres humanos somos sociales por naturaleza, dentro de una sociedad que nos interrelacionamos para aprender, desarrollar habilidades, autorrealizarnos, “por tanto, naturalmente el confinamiento ha afectado la forma de relacionarse de niños, niñas y adolescentes, ya que durante dos años les hemos transmitido el discurso de la “distancia social”, lo mínimo que deberíamos esperar, son respuestas de miedo, angustia o incertidumbre por parte de ellos”.

“Algunas cifras concretas del colapso en salud mental son: aumento de personas en situación de calle, aumento de 30% en familias con dinámicas de violencia intrafamiliar durante pandemia, más de cuatro millones de personas con enfermedades de salud mental activas, duelos de mucha complejidad en familiares directos de fallecidos por Covid-19, la infancia con grados de vulneración importante, por nombrar algunas de estas problemáticas”, añadió la especialista.

“Para las familias en situación de pobreza, se torna una invitación poco real que los padres o adultos responsables guíen los procesos de aprendizaje académico cuando deben lidiar con la preocupación diaria de comer, sin posibilidad de salir y trabajar, entre otras. Mientras que en otros casos los NNA se justificaban por no asistir a clases virtuales para cuidar a sus hermanos menores y sus padres pudieran salir a buscar el sustento, o en su defecto ellos mismos trabajaban para apoyar a sus padres”, sostiene Henríquez.

Posibles soluciones

Entre las soluciones que han abordado las autoridades, está fortalecer los programas de salud mental, tanto en profesores como en estudiantes, también se planea flexibilizar la jornada escolar completa y actividades de educación no sexista.

En tanto, Claudia Henríquez sugiere que para incentivar la resolución pacífica de conflictos, “hay que favorecer la capacidad corporal con actividades de movimiento, actividades de contención emocional, teniendo en cuenta cómo nos sentimos con el retorno, proyectos que fomenten el desarrollo artístico o de trabajo grupal. Se debe incorporar la visión del bienestar como la base de las propuestas de aprendizaje. Probablemente, incorporar espacios de contención y desarrollo emocional dentro de la jornada y en los procesos de aprendizaje, facilitarían la vinculación entre pares, mejoras en el buen trato y espacios de autocuidado mutuo. Además de incorporar espacios de autocuidado para los equipos docentes, quienes asumen responsabilidades inéditas en la historia”, cierra la especialista, quien afirma: “Para educar a un niño hace falta la tribu entera”.