Previo a elecciones del viernes 25. En la instancia, quienes pretenden continuar con el legado de Enrique Molina entregaron sus lineamientos para el campus Concepción y se refirieron a las leyes que se encuentran pendientes en materia de Educación Superior.
Poco antes de las 16 horas los equipos de los cinco candidatos y candidatas a la Rectoría de la Universidad de Concepción ya se encontraban al interior del Gimnasio B de la Casa del Deporte
para concretar el último de los tres debates previos a la elección que se concretará la próxima semana.
Con parte de su equipo llegaron hasta el lugar Carlos Saavedra Rubilar, Jacqueline Sepúlveda Carreño, Bernardo Castro Ramírez, Soraya Gutiérrez Gallegos y Jorge Fuentealba Arcos, para entregar sus planes de cara a los próximos cuatro años.
El debate siguió el formato ya presentado en los dos realizados anteriormente en Los Ángeles y Chillán, por lo que se inició con una presentación.
En este último foro se abordaron propuestas e ideas para el Campus Concepción, donde se concentran las mayores actividades de la casa de estudios.
Para Jacqueline Sepúlveda “es un tema relevante. De hecho, es una misión institucional, el campus saludable y sustentable, que incorpora un nuevo modelo de crecimiento y desarrollo institucional con la sustentabilidad como un valor, así como lo son el pluralismo y la autonomía universitaria y además fortalece el rol público impulsando acciones de mitigación y adaptación del cambio climático.
Por otro lado, “es importante destacar”, agregó la candidata, “que este cambio institucional, esta involucrado en todos los ejes del quehacer institucional, en la formación, se incluirá el pensamiento sustentable, con una actualización del modelo educativo y así nuestros profesionales serán verdaderos convocantes de la sustentabilidad. Desarrollaremos soluciones locales a los problemas globales, incorporaremos la economía circular, junto a la industria creativa. En vinculación con el medio, concretaremos alianzas estratégicas con el sector público y privado, generando impacto social positivo en los territorios y en las comunidades. Quiero destacar esta misión institucional junto a otras dos que están muy ligadas. Una es Salud UdeC, que va a permitir que la Universidad de Concepción tenga su primer centro de salud para apoyar los campus clínicos de nuestros estudiantes e investigación clínica, además de ofrecer servicios a la comunidad. La otra misión es Actividad Física UdeC que permitirá ser una herramienta de integración, lo que nos permitirá ser el número uno en sustentabilidad”.
En opinión de Soraya Gutiérrez, “debemos seguir creciendo en el campus sustentable, aún estamos lejos de cumplir estos objetivos y entre las propuestas que tenemos se encuentra el partir con propuestas claras, directrices para ir avanzando en la construcción y reemplazo de infraestructura de crecimiento y cuando se produzca un cambio, avanzar en la sustentabilidad. Vemos también que lo sustentable solo se considera en el ámbito de ciertas carreras y eso lo debemos cambiar y establecer como una competencia transversal en todas las carreras de estudio. Tenemos un solo mundo y este el momento de ejecutarlo. La sustentabilidad también está ligada a la seguridad que debemos sentir para desarrollarlo y es importante que nuestro campus pueda trabajar con nuestros vecinos, nuestra alcaldía, y las policías para que el campus sea un lugar de encuentro donde la ciudadanía pueda venir a disfrutar”.
El candidato a la reelección, Carlos Saavedra, dijo que “en 2018 nuestra Universidad se incorporó a la red de campus sustentable, que se había iniciado en el 2012 y se había decidido no incorporarnos. Nos incorporamos asumiendo todos los desafíos que allí se encuentran, a través de la unidad de sustentabilidad, a preparar las cinco dimensiones que nos piden los campus sustentables. Hacia fines de 2021 presentamos este diagnóstico a la red y nos incorporamos al acuerdo de producción limpia. En enero de este año se comienza a evaluar un conjunto de 117 indicadores en cinco dimensiones a nuestra comunidad. En este momento, tenemos un 29,3% de cumplimiento en los objetivos de desarrollo sustentable y un 17,3% en la agenda 2030 y dentro de tres años alcanzaremos el 60% de estos indicadores. Indicar que hemos preparado un nuevo proyecto en base a una investigación de académicos de Ciencias Forestales, vamos a construir un parque de 150 hectáreas que será el legado que nuestra Universidad entregará a la comunidad”.
Bernardo Castro apuntó a que “nuestros fundadores tuvieron la intuición genial para elegir este terreno donde está emplazado el campus Concepción, en ese probablemente no haya tenido todas las capacidades científicas, pero hoy si las tiene para ser un campus armónico y sustentable para incorporar reciclaje y ser sustentable, además de avanzar hacia una economía circular y adherir a los estándares internacionales de sello verde y de la huella de carbono. La sustentabilidad nos parece decir no a la violencia y no a la guerra, por lo que debemos tener un campus sustentable seguro, con un diálogo con la Junta de Vecinos y nuestro entorno, además de acciones con las policías de forma preventiva. Junto con ello, un estándar ético de con las empresas que estableceremos convenios”.
Por último, Jorge Fuentealba comentó que “debemos comprometernos con la excelencia, la transparencia y equidad, a partir de eso construir una universidad que sea sustentable y sostenible, a través de distintas estrategias. Lo hemos propuesto en nuestro programa, a través de un objetivo especifico de vinculación, la electroconversión, la utilización de energías limpias, el uso eficiente de nuestros recursos hídricos y finalmente que esto impacte en nuestra huella de carbono como institución. Nuestra Universidad tiene que ser un referente en los temas donde tenemos muchos expertos y áreas de excelencia”.
Sobre las deudas pendientes en materia de legislación en educación superior, los candidatos también fijaron sus prioridades.
Bernardo Castro cree necesaria una ley especial sobre universidades, “porque la ley 21.091 que se aprobó hace tres años no hace esta distinción. Lo propio de la universidad es la docencia, la investigación y la vinculación con el medio, pero más aún, la libertad de pensamiento, de cátedra, el pluralismo, y eso debe quedar asegurado en una ley. Otras normativas importantes serían sobre el rol que juega la ciencia, investigación, humanidades y artes en el desarrollo, y una sobre financiamiento para el Cruch histórico, pues estamos en desventaja con 40 años de educación privada”, aseveró.
Soraya Gutiérrez también estima pertinente impulsar una ley para las universidades, “y para la ciencia y la investigación, derecho que debiera quedar plasmado en la Constitución. Entre las cosas que faltan por avanzar está el cómo se van a calcular los aranceles regulados, y la diversidad y la inclusión en educación superior”.
Jacqueline Sepúlveda considera que hay tres temas pendientes. “La gratuidad y la duración de las carreras, algo relevante, porque solo el 16% de nuestros estudiantes egresa con la duración formal y eso hay que regularlo. También los mecanismos que fijan los aranceles, porque no está incorporado el criterio de descentralización o regionalismo. Por último, hay que avanzar en un marco de cualificaciones. Si bien hoy tenemos un proyecto piloto, eso tenía un plazo de tres años para permitir la integración con la educación técnico profesional”, sostuvo.
Jorge Fuentealba recordó que hay varios aspectos en la normativa sobre educación superior que necesitan resolverse. “El tema del CAE, del financiamiento; cómo vamos a implementar un sistema de calidad en las universidades que permita armonizar sus distintas reparticiones, cómo vamos a garantizar los sistemas de calidad de las carreras, del posgrado y de nuestros sistemas de asistencia técnica. Son temas que hay que garantizar para que el rol público que cumplimos como institución de educación superior esté contemplado y consagrado en la ley para que las universidades sigan siendo agentes de cambio en sus territorios”, planteó.
Finalmente, Carlos Saavedra recordó que la actual ley de Educación Superior “es un avance significativo y sustantivo para nuestro país en materia de responsabilidad del Estado con la educación superior, pues ha asumido un rol importante en materia de financiamiento. Debemos, como primer desafío, avanzar hacia la universalidad del financiamiento con gratuidad, con la responsabilidad del Estado en el financiamiento de la educación superior. Debemos reconocer lo sustantivo que fue el avance sobre regulación del sistema, tanto en aranceles, como en vacantes, que permite a las universidades cambiar la perspectiva de la competencia por la asociatividad, como lo que hemos desarrollado en el Cruch Biobío-Ñuble. Debemos resolver que se reconozca el costo real de la formación de los estudiantes de educación superior en todos sus niveles”.
Al término de estas tres jornadas, las y los candidatos conversaron con Medios UdeC e hicieron un balance de lo que fueron estos foros.
Carlos Saavedra comentó que “es un ejercicio democrático interesante que desde la Rectoría vigente lo promovimos a través de los Medios UdeC para abrir espacios a todas las visiones y opiniones. Vemos positivo que existan cinco candidaturas, es una apertura a participar en debates abiertos como no había ocurrido en el pasado. Entregamos un informe de evaluación del nivel de avance de los compromisos adquiridos en 2018. Pudimos conocer las distintas visiones que existen en la universidad y disponibles a recoger las mejores practicas o ideas que se promuevan para el próximo tiempo”.
A la vez que Jacqueline Sepúlveda, agregó que “nos pudimos reencontrar en base a ideas, en base a proyectos, en base a una visión de futuro de la universidad. Creo que lo que nos convocó a todos es que queremos lo mejor para la universidad, porque yo estoy segura que, si bien en estos momentos somos cinco candidaturas, hay muchas más cosas que nos unen, que las que nos dividen. Por lo tanto, me voy muy optimista, con la esperanza que nosotros logremos el cambio que tanto necesita la universidad para avanzar hacia una universidad de excelencia, más humana y la servicio de la comunidad, del país y del mundo”.
Mientras que Bernardo Castro, apuntó a que “los debates permitieron efectivamente reflexionar sobre el quehacer universitario y avanzar en plantear los temas centrales que es la desigualdad salarial que tenemos. Lo anterior, evidentemente contrasta con el enorme esfuerzo que hacemos los profesores, que llevan años aquí, algunos son ex alumnos, y tienen un aporte que hacer, o que han hecho, en comparación a personas que vienen recién llegando a cargos directivos con sueldos de $7,5 millones”.
En tanto, Soraya Gutiérrez fue más escueta y lo definió como “un excelente proceso, creo que hubo bastante confrontación de ideas, exposición de nuestros programas y eso siempre es bueno, ya que nos permite ver distintas posiciones, distintos aspectos y eso es lo que hace crecer a nuestra universidad”.
Por último, Jorge Fuentealba afirmó que el balance es positivo: “Me parece que este es un acto muy importante para la Universidad que nos permite relevar nuestro carácter institucional y nuestro carácter democrático. Por lo tanto, la gente pudo escuchar nuestras propuestas, pudo ver las posiciones, y pudo ver de verdad que finalmente todos queremos una universidad mucho mejor”.