Marzo se ha transformado en un mes de incendios de gran destrucción, tanto en bosques como en viviendas en la Región del Biobío. De acuerdo a Conaf hasta ayer la emergencia de Hualqui ya estaba más contenida, con trabajos de contención y liquidación.

Sin embargo, Yumbel aún presentaba focos agresivos del gran siniestro que tiene una sorprendente longitud de más de 20 kilómetros de extensión, con una superficie de al menos 4 mil hectáreas afectadas.

“Estamos con recursos aéreos y terrestres tratando de controlas este incendio para que no siga avanzando, el cual presenta algunas actividades bastante fuerte en algunos sectores”, detalló el director regional de Conaf regional, Francisco Pozo.

En un primer reporte se esperaba que durante la jornada se controlara con el arduo trabajo de brigadistas estatales, privados, bomberos, el apoyo de las policías y personal municipal.

El alcalde de Yumbel, José Saez, informó a la comunidad que se reunió este miércoles con el director regional de Indap, Odín Vallejos, y el director regional de la Onemi, Alejandro Sandoval, “con el objetivo de dar a conocer la crítica situación que viven nuestros agricultores y entorno comunal producto de los incendios en la zona”.

Recordemos que fueron siete casas consumidas en los sectores Cerro Parra Perigallo y Ruta Rere. Y se debe tener en cuenta que no sólo bosques se ven afectados en este tipo de emergencia, sino que terrenos productivos agrícolas familiares.

La coordinación de apoyo fue también subrayada por el director de Conaf, Francisco Opazo. “Estamos como Ministerio de Agricultura evaluando distintos apoyos para los agricultores que han sido afectados por estos siniestros”.

El director de Indap Biobío, Odín Vallejos, desde un campo incinerado confirmó que se está “ haciendo un catastro” y que se hará llegar todo a nivel central para poder “declarar emergencia agrícola”.

Uno de los agricultores afectados es Sergio Hidalgo, quien se dedicaba a las viñas, perdiendo plantas y una cosecha de más de tres mil litros de vino. “Para mí ha sido una pérdida tremenda. No quedé con nada”.

La entidad regional ayer también hizo un balance regional a la fecha. En la última temporada estival se registran 2.125 hectáreas incineradas. Eso sí se trata de un 11% menos que el periodo anterior.

No obstante, la valoración cambia si se mide por cantidad de superficie. A la fecha hay 23.013 hectáreas quemadas, siendo un incremento de 336%.

“Mil gracias a todos nuestros vecinos de acá de Tomeco, ayudando a más no poder”, dijo Isabel Rivas ante esta verdadera tormenta de fuego.