La cepa llegó inusualmente rápido a Chile, demostrando así la velocidad de transmisión y capacidad de mutar que tiene el coronavirus. La vacuna, y las medidas de autociudado tradicionales, son las claves para contener una vertiente de la que no se sabe mucho.
Un día le tomó a la variante Omicrón del Sars Covid 19, llegar al país desde África, demostrando así la facilidad que tiene el coronavirus para desarrollar nuevas cepas y trasladarse al otro lado del globo.
La detección de Omicrón ocurrió el 25 de noviembre en Sudáfrica. Ahora, Sudáfrica es un país de ingresos muy superiores a sus vecinos, entre los que se cuenta a las repúblicas más pobres del continente, de modo que la Organización Mundial de la Salud supone que podría haberse originado unos meses antes.
Ese mismo día arribó al país una persona residente en San Felipe, Región de Valparaíso, proveniente desde Ghana, una nación centroafricana.
El PCR que se practicó antes del viaje, fue negativo, pero las autoridades chilenas exigen un segundo test al arribo a los pasajeros internacionales, además de guardar cuarentena.
En este lapso, ocurrió la detección del primer caso Omicrón en el país, que se dio a conocer ayer.
Según la Seremi de Salud de Valparaíso, “una persona residente en Chile, proveniente de Ghana, país del oeste de África, es el primer caso detectado en Chile con la variante Ómicron, tras ser identificado mediante test PCR realizado en el aeropuerto a su arribo al país el 25 de noviembre, mismo día en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó el primer caso de Ómicron en el mundo”.
El mismo día.
La velocidad con que llegó al país es una de las pocas cosas mesurables en el caso de esta variante.
Como es de aparición reciente, se sabe poco sobre lo demás.
La Organización Panamericana de la Salud, PAHO, señala que “todavía no está claro si, con respecto a otras variantes, como la delta, la variante ómicron es más transmisible (es decir, si se propaga con mayor facilidad de una persona a otra). El número de personas que han dado positivo en las pruebas de detección ha aumentado en las zonas de Sudáfrica afectadas por esta variante, pero se están realizando estudios epidemiológicos para determinar si ese aumento se debe a esta variante o a otros factores”.
Es decir, no sabemos si es más contagiosa.
Tampoco hay certeza sobre la gravedad de una cepa que, ante el coronavirus original detectado en Wuhan, China, en 2019, presenta 32 mutaciones.
La PAHO informa al respecto que “todavía se desconoce si el cuadro clínico de la infección por la variante ómicron es más grave que el ocasionado por otras variantes, incluida la delta. De acuerdo con los datos preliminares, las tasas de hospitalización en Sudáfrica van en aumento, pero ello podría deberse a que hay más personas que han contraído la infección y no necesariamente a que se hayan infectado por la variante ómicron”.
“Por el momento, no hay datos que indiquen que los síntomas asociados con esta variante sean distintos a los ocasionados por otras variantes”, finaliza la organización sanitaria.
Poco se sabe sobre la variante omicrón. Pero este escenario de incertidumbre no es nuevo. Mal que mal, Chile lleva casi dos años enfrentando la pandemia.
Carol Cid, miembro de la Mesa Social Covid, cuenta que la nueva cepa llevó a la entidad a reunirse para planificar las acciones a seguir.
“Encendió las alarmas”, cuenta.
Diario Concepción conversó con Cid días antes de conocer el arribo del nuevo linaje del virus. Entonces afirmó: “tal como ha pasado con las otras variantes, como lambda, delta o alfa, esta también va a llegar al país, es cosa de tiempo”.
“Ahora, las medidas como cerrar las fronteras o controlar a pasajeros internacionales son relevantes, demoran el proceso”, dijo.
“Pero lo más relevante ha demostrado ser, primero, la vacunación, y segundo, las medidas de autocuidado, hay que mantenerlas a pesar del cansancio”, añade Cid, enfermera de profesión y representante de la Fenasenf, organización que agrupa al gremio a nivel nacional.
“Estuve en reuniones en Los Ángeles, y allí la mayor parte de las personas que ocupan camas críticas son no vacunados o con dosis incompletas. Luego me vine a mi trabajo, en Talcahuano, Hospital Higueras, y es lo mismo”, cuenta.
Marta Werner, jefa de la unidad de epidemiología del Hospital Regional tiene la misma visión.
“En el momento actual, hay dos estrategias fundamentales, la vacunación por una parte, y la mantención de las medidas de autocuidado que conocernos: mascarilla, lavado de manos y distanciamiento social”, afirma la experta.
“Esto, por dos motivos: primero, con la vacunación disminuimos la circulación del virus en la comunidad y nos cuidamos a nosotros mismos”, explica Werner.
“Además, si hay personas que no responden a la vacuna, la comunidad les ofrece la protección del entorno”, añade.
“Ahora, las medidas de autocuidado deben mantenerse igual, de la misma manera si estamos vacunados o no”, acota, poniendo énfasis en que el lavado de manos, la distancia social y el uso de mascarilla son también medidas que evitan la circulación del virus.
El arribo al país de la variante Delta, hace unos meses, llevó al alza el número de contagios y, en unas semanas, llevó a buena parte de la Región del Biobío a retroceder en el plan Paso a Paso.
Sin embargo, el alza de contagios no trajo consigo una subida en la ocupación de camas críticas tan acusada como para las dos primeras olas de pandemia.
Entonces, los expertos concluyeron que la elevada tasa de vacunación en Chile -por sobre el 65% cuando se detectó el primer caso delta- era la explicación. Esto, a pesar de que las vacunas no han sido diseñadas específicamente para esta cepa.
Hoy hay más claridad con este escenario. La vacunación hace menos graves los casos, y esto contribuye a descongestionar el sistema de salud.
Paula Fernández, subjefa de la UCI médica para Covid en el Hospital Regional asegura que el 50% de las personas en cama crítica del recinto -el principal del Biobío- es no vacunado.
“De los pacientes hoy en ventilación mecánica el 50% no se ha vacunado con ninguna dosis, de la otra mitad, solo hay una persona que tiene sus tres dosis de refuerzo. Los demás casos no, es decir, tienen una inmunidad reducida”, asevera Fernández.
“Es muy importante que la gente complete el esquema de vacunación, sabemos que van a llegar nuevas Cepas a Chile y la vacunación ha sido una herramienta importantísima”, añade.
La doctora también insiste en el uso de las medidas de autocuidado tradicionales.
“Las medidas de autocuidado deben mantenerse, y reforzarse, desde el lavado de manos, uso de mascarilla, hay países donde esas medidas se han ido relajando y el número de casos ha ido subiendo”, afirma.
El autocuidado y la necesidad de que las personas protejan a quienes los rodean, son los motivos principales por que las especialistas insisten en la vacunación o el lavado de manos.
Pero hay más: El personal de salud está cansado. Y, tras la baja de contagios ocurrida a mediados de año, los centros de salud del país redujeron el personal que contrataron temporalmente para hacer frente a la emergencia.
“Ahora, por precaución, hemos visto como hay recontrataciones. No es lo ideal”, sostiene Carol Cid.
Poco se sabe de la nueva variante, salvo que se demoró un solo día en llegar al país. ¿Cuanto tardará en arribar al Biobío?9