Las inscripciones mineras de Tierras Raras en la Región del Biobío siguen teniendo en alerta a las comunidades. Santa Juana y Tomé salieron a manifestarse en contra de un eventual explotación y aseguraron que harán todo para frenarlo.
La alcaldesa emplazada en el Valle del Catirai, Ana Albornoz, aseguró que tras una revisión lograron detectar cuánto es el alcance en su comuna.
“En nuestra comuna tenemos 55 inscripciones de concesiones mineras por 300 hectáreas cada una. Entonces, son en total un aproximado de 16 mil hectáreas a nombre de REE Uno BioLantánidos”, aclaró la primera autoridad comunal.
Aseguró que en una primera instancia solicitó antecedentes a la Seremi de Minería, pero le respondieron que la empresa no está obligada a informarle al Gobierno y, por ende, tampoco poner al día a los alcaldes sobre estos temas.
Dicha situación fue aclarada en su momento por el titular de esa cartera, Mauricio Soto, mientras que el senador Alejandro Navarro ha planteado la posibilidad de modificar la ley.
En ese misma línea, el Comité de Expertos de la Unión Comunal de Penco (comuna donde BioLantánidos busca hacer funcionar una planta), a través de Rodrigo Vera, ha puesto en la mesa la necesidad de una ley especial de Tierras Raras.
El alcalde de Penco, Víctor Hugo Figueroa, señaló que la posición sigue siendo la misma ya conocida: un rechazo a que se instale. Le preocupa los destinos de la especie nativa queule y “la cercanía de las instalaciones” con el radio urbano.
“Políticamente hay una responsabilidad y debería avisarnos por el interés para los vecinos de Santa Juana”, dijo la alcaldesa de Santa Juana, Ana Albornoz.
“Ahora mandé un oficio a la Seremi de Medio Ambiente y al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA)”, detalló la alcaldesa.
En cuanto a relaciones con la sociedad civil, se comunicaron con la Coordinadora Penco- Lirquén, porque “encontramos algún tipo de atención a nuestros problemas, y con el arquitecto Óscar Carrillo quien nos hará una presentación”.
Igualmente se está buscando la existencia de los monolitos y más articulación con vecinos.
Albornoz enfatizó que hará todo lo posible para que el tema no avance, pero que es vital la ayuda mancomunada. En ese sentido, indicó que se requiere del apoyo del gobernador regional, Rodrigo Díaz, como también del alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz, hoy presidente de la Asociación de Municipios.
En el caso de Tomé, la alcaldesa Ivonne Rivas, aseveró que el tema está detectado y que la posición es firme, es decir, un no a la Minera BioLantánidos.
“Se ha tratado en el Concejo Municipal, el cual en pleno no acepta este tipo de proyectos. Los dirigentes sociales están muy preocupados por la instalación de los monolitos. Quiero ser súper enfática en decir que esto va en contra del Plan de Desarrollo Comunal. No lo aceptamos a pesar de que la ley avala este tipo de iniciativas sin importar lo que la gente piensa, quiere y necesita”, lamentó la primera autoridad de la ciudad hoy enfocada en la reactivación económica.
Añadió que ha tenido reuniones con el Seremi de Minería y Sernageomin para pedir mayor información de esta instalación de monolitos existentes en distintos puntos de la comuna y no ha quedado conforme. “Ellos apoyan este tipo de instalaciones, pero con el equipo jurídico del municipio estamos viendo algunas medidas para ver los planes de acciones. Vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para oponernos”, dijo Rivas.
El gerente de Sustentabilidad de BioLantánidos, Sebastián Rojas, ha enfatizado que no hay intensiones de una nueva planta similar a la que se busca aprobar en Penco y que las inscripciones serían más bien de tipo estratégico.