Desde la deuda histórica al deterioro de la carrera docente, a propósito de la celebración del Día del Profesor en el país y de la última marcha por las calles de Concepción, el magisterio de la zona aseguró que “están tratando de matar la educación pública”.
Ser profesor en el sistema público no es fácil en estos tiempos. De cierta forma nunca lo fue: bajos salarios durante su desarrollo profesional y, para colmo, pensiones irrisorias. Todo esto en medio de una serie de reformas que no logran convencer al gremio ni a los gobiernos de turnos que muchas veces implementan en nombre del Estado.
Se habla de un deterioro de la educación, una que en las filas sospechan es “intencional para acabarla”. Y, lamentablemente, las críticas siempre apuntan al magisterio y, cuando estos cuestionan el sistema, se les ha dicho “que no buscan trabajar”, frase que curiosamente salió del ministro de Economía, Lucas Palacios, en contexto de la pandemia.
El presidente del Colegio de Profesores, Jorge Barriga, tiene claro el gran contexto que rodea al profesorado. Uno que es completado con la deuda histórica, los despidos, poca cantidad de horas asignadas a los docentes (que implica salarios aún poco atractivos), la baja matricula en algunos establecimientos y la esperada desmunicipalización no libre de críticas, por cierto, mediante la administración de los Servicios Locales.
“Hoy tenemos Andalién Sur, el cual comprende cuatro comunas: Concepción, Chiguayante, Florida y Hualqui”, precisó.
Es por ello que el Colegio de Profesores del Biobío debe estar monitoreando cada uno de los frentes para contrarrestar las amenazas de un segmento que tampoco está incentivando a los más jóvenes a unirse a esta carrera. Un estudio del Ciade de la Universidad de Chile, reveló hace un corto tiempo que en el país durante los últimos años las matriculas han caído a porcentajes cercanos al 30%. De hecho, recientemente “Elige Educar” proyectó que de aquí al 2025 faltarán 26 mil profesores.
Barriga hace unos días encabezó la última movilización en la Región para manifestarse en contra del veto presidencial ingresado al proyecto de ley que incluye, entre otras medidas, modificaciones al estatuto docente, la titularidad docente y la consagración legal de las vacaciones de invierno.
A su juicio atenta “contra la dignidad de los maestros”. De hecho, la palabra dignidad se escuchaba en los cánticos que se entonó en el centro penquista esta semana.
Por ende, esperan que los candidatos presidenciales que están de carrera se cuadren con la educación pública, lo mismo esperan de los constituyentes en la redacción de la nueva Constitución.
“Hay un abandono a la educación pública. Cuando los sostenedores, los estados no invierten, se ve una diferencia con el sector privado, donde la hay y se han preocupado. Están tratando de matar la educación pública y es lo que nos preocupa, principalmente con la implementación de los Servicios Locales. Los docentes están en una situación precaria y los alumnos no ven ningún cambio. Y las instituciones, como los establecimientos educacionales, tampoco”, lamentó Barriga.
Hay sostenedores que reconocen que tienen problemas. El director del Departamento de Administración de Educación Municipal (Daem) de Talcahuano, Juan Manuel Riffo, si bien ha desmentido rumores de cierres y fusiones de establecimientos educacionales, reconoció que habrá reducciones de horas.
“Tenemos una situación lamentable de baja de matrícula comunal de 300 estudiantes por año”, reveló Riffo.
Por su parte, Jorge Barriga, recalcó que el profesorado está muy activo y seguirán en ese camino. Acaban de terminar el Congreso Regional de Educación.
Y el 21 y 22 de octubre se realizará otro a nivel nacional, donde se “sacará un consolidado de cómo vemos la educación pública en nuestro país. Por ejemplo, el que se termine a la imagen del sostenedor, el fin definitivo al lucro, el mejoramiento de las formas de financiamiento, entre otras”.