De acuerdo al Comité de Expertos de la Unión Comunal de la JJ.VV. de Penco, se proyectan 200 concesiones desde Cosmito hasta Cobquecura.
En estado de alerta se encuentran los vecinos de Penco, Tomé y Santa Juana “tras la inscripción y publicación de 54 concesiones para la exploración y explotación de yacimientos mineros de Tierras Raras” en la provincia de Concepción desde el 2018 hasta la fecha y por el impacto negativo que tendrían estos proyectos en la zona, especialmente en dichas comunas turísticas”, informaron.
El integrante del Comité de Expertos de la Unión Comunal de Junta de Vecinos de Penco e ingeniero, Rodrigo Vera, emplazó a los parlamentarios a legislar en torno al tema y a crear la Ley de “Tierras Raras” para que regularice “la exploración, explotación y producción” de estos elementos no solo en la Región del Biobío, sino que en todo el país.
“El llamado es a legislar y a crear La Ley minera Tierras Raras, que permita regular la exploración, la explotación, el procesamiento y la producción de Tierras Raras en nuestro país, proyecto que en la Provincia de Concepción se extiende desde Cosmito ( Biobío) hasta Trehuaco y Cobquecura ( Ñuble)”, reveló Vera.
Vera aseguró que en 2018 se otorgaron 54 concesiones mineras, equivalentes a 14.000 hectáreas en la Provincia de Concepción para fines mineros junto con la instalación desde enero de este año de monolitos fantasmas en las cercanías de predios rurales de Tomé.
Dicha situación ha generado incertidumbre y malestar en la comunidad, “proyectándose para la zona más de 200 concesiones de este rubro, de las cuales la mayoría de ellas están en proceso de pasar de exploración a explotación, estimándose una intervención de más de 80 mil hectáreas en la zona”, se aseveró.
La contaminación que producen los proyectos mineros de esta envergadura, es otro de los temas que preocupa a los tomecinos, indicaron.
“Estas actividades generan niveles de contaminación alarmantes, ya que el proceso de extracción y procesamiento produce grandes cantidades de desechos contaminantes, como gases y material radioactivo, que dañan suelos y ecosistemas próximos al sitio de extracción, los que son altamente nocivos para la salud de las personas. A ello se suma, el tema de la contaminación de las aguas, ya que estos proyectos se encuentran posicionados en fuentes de agua, esteros y ríos, que desembocan en las playas de Tomé, Coliumo, Dichato, Pingueral y Pudá”, comentó el ingeniero.
Es por ello, además, Vera hizo un llamado a las autoridades medioambientales del Biobío a transparentar la información a la comunidad y la real situación de las zonas rurales frente a la amenaza de las empresas mineras.
“También hago un llamado al Seremi de Medio Ambiente, Mario Delannays, y a las autoridades del Sistema de Evaluación Ambiental y de Sernageomin que sinceren y transparenten la información de los proyectos y concesiones mineras en la zona, y si existen otras iniciativas de similares características en la región, ya que de noviembre de 2018 ya está en proceso de Evaluación Ambiental un proyecto de Tierras Raras por más de 270 hectáreas y desde ese año también se han entregado más de 54 concesiones mineras a través del Juzgado de Letras de Tomé y sancionadas por Tribunales, de las cuales hay un porcentaje que está pasando a explotación”, puntualizó el ingeniero.
El gerente de Sustentabilidad de BioLantánidos, Sebastián Rojas, hace unas semanas salió a hacer sus descargos. “Al hablar de interés geológico no quiere decir que haya un proyecto. Eso es súper importante”.