La comunidad Haitiana se hizo notoria hace un par de años en el Gran Concepción de manera sorpresiva. Chile se había convertido silenciosamente en un referente en aquellas latitudes tras la participación nacional en el proceso de estabilización. Fue cuestión de tiempo que miraran el sur del mundo como una oportunidad.

Sin embargo, una vez estando en el país se encontraron con dificultades y el año pasado comenzó a registrarse un éxodo en medio de la pandemia. México y Brasil eran los destinos preferidos por las facilidades en trámites migratorios. Estados Unidos bajo Trump se veía como un sueño imposible, pero con Biden, volvió la esperanza.

Hace unos días se dio a conocer en todo el mundo como miles de ellos trataban de cruzar la frontera entre México y Estados Unidos, específicamente para ingresar por Texas. Mucho de ellos dejaban atrás las cédulas de identidad chilenas, las que eran encontradas en el camino. De ahí que se supiera que gran parte provenía desde el sur del mundo.

Ebens Jean-Louis aseguró a Diario Concepción que varios amigos y conocidos que se fueron de Chile, hoy tratan de cruzar, con los riesgos que ello implica.

“Muchos se encuentran actualmente en la frontera de México con EE.UU. y muchos de ellos son de Concepción. Y la gran mayoría de Santiago”.

Durante el año pasado Carmen González, a través de su Fundación Unibi daba cuenta de que muchos volvieron a Haití “mediante los vuelos humanitarios”.

Sin embargo, la pandemia y la inestabilidad política han jugado un rol interno importante para pensar en nuevamente dejar el país.

El asesinato del presidente, Jovenel Moïse, generó conmoción e incertidumbre. Posteriormente, la naturaleza les dio otro golpe: un terremoto que se llevó a ciento de vidas.

Ebens asegura que no le extraña que miles de compatriotas miren América del Norte. “Siempre les ha atraído ese país, como uno que genera oportunidades de ganar bien. La moneda chilena versus el dólar, es mucho mejor esta última. Todos enviamos dinero para nuestras familias y mientras sea más es mejor”.

A su juicio muchos notaron que el país se estaba tornando “engorroso” en materia de papeleo para poder optar a las residencias definitivas. “Otros se van por otras razones, como por ejemplo, que se sentían pasados a llevar”.

Otro grupo, en tanto, simplemente se fue por que extrañaba a la familia y si bien muchos intentaron traer seres queridos a Chile, la burocracia y el control migratorio lo impedía.

“ Yo no veo a la mía hace varios años. Es difícil”, contó Ebens quien se desempeña en una empresa de andamiaje. Y tiene sueños de seguir avanzando. El próximo año se perfeccionará como asistente de vuelo por su manejo de idiomas.

“Se han ido mucho este año. Muy parecido a lo que ocurrió el año pasado. Tengo un sueño por el cual estoy luchando. Se necesita paciencia y tolerancia para vivir en un país donde la cultura es muy distinta”, concluyó, deseando que ojalá a todos sus hermanos les fuera bien para cumplir sus metas que se resumen en tener una buena vida. Una que muchos haitianos al parecer no encontraron en Chile.

No obstante, lograr el sueño Americano se está convirtiendo en uno imposible. Los últimos informes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, siglas en inglés) revelan que desde el 19 de septiembre se han expulsado al menos 4.600 haitianos.

Se detalló que se han realizado 43 vuelos de repatriación. El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, ha dicho a la opinión pública internacional que el costo económico de la pandemia ha sido un factor que contribuyó al aumento de migrantes en los últimos meses, defendiendo el uso del “Título 42” para realizar expulsiones lo más rápido posible.