Socavones, roturas de cañerías, deslizamiento de terreno y verdaderas vertientes en sus casas, es parte de la realidad que viven 350 familias de Lomas de San José, hace siete años. Vivienda detalló que a través de estudio detectaron el problema, por lo que llevarán a cabo las reparaciones en el sector alto de la comuna tomecina.
“Hace siete años que estamos aguantando esta situación, la que ya no da para más, estamos devastados y vivimos con miedo que nuestras casas se derrumben con nosotros dentro. No sé qué va a pasar cuando llegue el invierno, la preocupación es demasiado grande”.
Las palabras de la presidenta de la Junta de Vecinos de Lomas de San José en la comuna de Tomé, Lidia Jeldres, reflejan el complejo panorama que viven 350 familias de la población, que llevan mucho tiempo esperando soluciones respecto a sus viviendas.
Lo anterior, debido a que el terreno donde están las casas literalmente se podría ir cerro abajo, producto de las filtraciones de aguas subterráneas. “Corre agua por las paredes, todos los días se rompen cañerías, literalmente es tener una vertiente en el interior, en las calles se están haciendo socavones de la nada, las veredas se están rompiendo, es terrible vivir en estas condiciones, más aún con la ola de temblores de la semana pasada”, enfatizó la dirigenta social.
Cabe recordar que el año 2014 se provocó el primer derrumbe en la ladera adyacente a sus viviendas, el cual se extendió por más de 50 metros, por lo que el Serviu puso una malla metálica y una cinta de peligro, comprometiendo un estudio de suelo.
“Dos familias se tuvieron que ir de la población, por el peligro que representaba el socavón para sus viviendas. Nuestras casas están en un relleno, con napas subterráneas. Ya son muchos años esperando dicho estudio, somos gente de esfuerzo”, sostuvo Jeldres.
La alcaldesa de Tomé, Ivonne Rivas, indicó que “desde el municipio hemos acompañado a los pobladores en su problemática, pero desgraciadamente es el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), el que no ha cumplido con su compromiso. En julio pasado se volvió a comprometer un estudio de suelo y no hemos sabido nada, lo que ha llevado que los pobladores se molesten, lo que se manifestó en la protesta llevada a cabo el viernes”.
Agregó que “la situación es grave, ellos no pueden seguir esperando. Cuando se planteó la idea de construir, siendo concejala, cuestioné el proyecto, por las condiciones del terreno. Sin embargo, se aprobó igual por la administración anterior. Esperamos que se les de una solución, la estamos esperando”, sentenció la autoridad comunal.
Por su parte, el concejal Felipe Romero acotó que “el terreno al estar en una especie de quebrada en Tomé Alto, consideró en una primera instancia 200 viviendas, las que luego se extendieron a 350, rellenándose el terreno con tierras no aptas”.
Agregó que “fue un inventó lo que se hizo, lo que desencadenó en esta tragedia para los vecinos. Por el terreno pasaban vertientes, entonces el agua subterránea, más la superficial colapsó el cerro y ante los sismos que se dieron la semana pasada, el municipio dispuso de forma permanente una Unidad de Protección de Emergencias, para que en caso de ocurrir una tragedia se pueda actuar con celeridad”.
Desde el Minvu, el seremi Sebastián Abudoj reconoció que el problema es real y están conscientes que las familias están con temor, por lo que están trabajando para dar solución a la población que en su momento obtuvo la resolución municipal.
Recalcó que “en julio de este año, adoptamos ciertos acuerdos, sin embargo, el municipio de Tomé no está colaborando para poder avanzar en los compromisos, específicamente en la asistencia urgente a las familias que estén en riesgo habitacional y con riesgo en sus vidas. Les explicamos que necesitamos la certificación que las viviendas no se pueden habitar o la afectación de las casas, lo que es competencia de la municipalidad de Tomé, lo que no se nos ha entregado, para así poder entregarles subsidios directos, de reparación o relocalización”.
El seremi aseguró que a mediano plazo, acordaron desarrollar estudios de Sernageomin y la Dirección General de Aguas (DGA), los que están listos y dan cuenta de infiltración del sistema de agua potable en el de alcantarillado, lo que eventualmente, estaría generando las infiltraciones, en las casas como en las calles.
“Le solicitamos a la Superintendencia de Servicios Sanitarios una inspección en terreno, para que definan las acciones a seguir, reparando el sistema de agua potable. Después de eso, esperamos tomar definiciones de manera responsable, porque de solucionarse se acabaría el problema, pero de mantenerse las problemáticas, con la comunidad vamos a tomar futuras acciones, ya sea una mecánica de suelo o estudios adicionales, porque no se puede repetir los errores del pasado”, concluyó el seremi.
