El presidente de la Junta de Vecinos del conjunto residencial de Altos de Coronel, Luis Erice,asegura que una erradicación es lo mejor para ellos. Tras perderlo todo por el terremoto, la solución definitiva se transformó en una penosa estadía debido a las constantes fallas estructurales. Una ayuda vino el 2018 tras la aprobación de $3 mil millones para arreglos. Sin embargo, no tuvo los resultados esperados.
En Altos de Coronel viven 440 familias. Cerca de 1.600 personas, aproximadamente. La gran mayoría fue afectada por el fatídico 27/F y otros, que no fueron afectados, llegaron a cumplir el sueño de la casa propia gracias al aporte estatal.
Tras saber que volverían a tener de nuevo un hogar, tuvieron que esperar hasta el 2015 para el corte de cinta.
El presidente de la junta de vecinos, Luis Erice, jamás olvidará ese día. Se trataba de volver a creer que la vida daba dos oportunidades.
Pero había un temor acerca de que los departamentos estuvieran “malos”. Ya en 2013, durante el primer gobierno del Presidente Sebastián Piñera, los beneficiarios advirtieron que podría ser un hecho.
Esto debido a que la empresa que realizaba la construcción de estos edificios ( Noval) era la misma que levantó el Mirador del Pacífico en Talcahuano. Sí, los mismos se filtraron y que se transformó en escándalo.
Estos miedos inquietaron a los vecinos. Pidieron hablar con las autoridades. No hubo respuesta. Incluso realizaron una toma con la intención de llamar la atención y agilizar a los que toman decisiones.
Tras cuatro meses de espera. Fueron recibidas por el jefe de gabinete del Serviu de la época, Julio Rodríguez.
“Vamos a agendar un plan, un programa de trabajo en el cual se le puedan ir resolviendo todas las dudas, todas las inquietudes. Darles la tranquilidad de que la inspección técnica va a funcionar 500% y eventualmente coordinar con la empresa la visita a terreno de las obras en forma periódica”, les dijo el representante de gobierno a los vecinos y a la opinión pública en noviembre de ese año.
Las familias desistieron de la toma. A este ese minuto las obras iban en un 33% de avance.
Pasaron dos años y llegó el día de la inauguración de los edificios con departamentos de 58 metros cuadrados, tres dormitorios, sala de estar, comedor, cocina y baño.
Leonidas Romero, hoy diputado, en aquel entonces era el alcalde de Coronel, dijo: “Gracias a Dios el ciclo de reconstrucción post terremoto ha terminado”.
El actual gobernador Rodrigo Díaz en aquel año era intendente en el segundo mandato de Michelle Bachelet, sostuvo: “Este es un proyecto muy relevante, por que por un lado significa la solución al problema que vivían 440 familias, que luego de cinco años, tras el terremoto, logran concretar todas sus esperanzas en los departamentos que se están entregando. Pero además es el término de un camino para gente que estaba en listado de espera (20%)”.
El seremi de Vivienda de ese gobierno, Jaime Arévalo, acotó que las instalaciones “van a mejorar la calidad de vida”.
Y tal como lo proyectaron, nuevamente todo se transformó en otra prueba del destino. “Apenas los entregaron, ya a los días siguientes, presentaron problemas. Al tiro”, lamentó Luis Erice.
Las terminaciones no fuero las mejores. Había problema de presión de agua. Algunos pisos, como ocurre hasta el día de hoy, no les alcanza para hacer encender el calefont. La humedad apareció, ya que la materialidad no parecía ser la mejor. Vinieron goteras y un largo etcétera.
Comenzaron los reclamos y la solución parecía no llegar nunca. “Es más fácil para las autoridades inaugurar y sacarse fotos que dar soluciones de verdad”, sentenció el dirigente.
La inauguración fue el 2015 y se tuvo que esperar hasta el 2018, en el segundo mandato del Presidente Piñera, para que se concretará una inversión de $3 mil millones. La esperanza volvió, recordó el representante vecinal.
“La iniciativa es en respuesta a un trabajo en conjunto, entre el Minvu, la Seremi, el municipio, los vecinos del sector y los parlamentarios Gastón Saavedra y Alejandro Navarro”, se informó en aquel año.
El alcalde Boris Chamorro, declaró: “Se espera que en el mes de septiembre, a más tardar, comiencen los trabajo de reparación”.
En el 2019 la primera autoridad comunal inspeccionó las obras en conjunto con Secplan, Serviu, el inspector técnico de la Egis Municipal y la empresa constructora.
“Las labores de reparación estuvieron orientadas al mejoramiento térmico de las viviendas para resolver los problemas de humedad que afectaron a los habitantes del sector, para lo cual se usó el sistema Eifs (Exterior Insulation Finish Systems), un sistema de aislación de fachadas para muros y losas ventiladas que funciona a través de la superposición de 5 pieles: fijación, capa aislante, capa impermeabilizante – abierta a la difusión del vapor y resistente al impacto–, y capa exterior de terminación”, precisó el municipio el 20 de marzo de ese año, abarcando 158 familias.
El alcalde Chamorro confesó a los coronelinos que llegar a esa instancia no fue fácil. “Ha sido una larga historia. Tenemos que reconocer que vinimos trabajando en este proyecto desde el 2017. Apenas asumimos este gobierno comunal, uno de los compromisos que asumimos con los vecinos del sector Los Altos de Coronel es el acompañamiento, la gestión y hemos tenido que golpear puertas ministeriales, golpear puertas en Santiago”.
No obstante lo anterior, las complicaciones persistieron. Y este 2021 los vecinos tocaron fondo, saliendo nuevamente a manifestarse en estos días en la carretera para llamar nuevamente la atención de las autoridades.
A juicio de Luis Erice se trata de una situación indignante. “Para muchos se hace imposible vivir aquí”, manifestó.
Las miradas de los vecinos están dirigidas a la Seremi de Vivienda y al Serviu Biobío. Finalmente, de ellos depende la llegada de recursos y de soluciones definitivas.
“Nosotros como ministerio, como Servicio de Vivienda y Urbanismo, la semana recién pasada estuvimos en una visita inspectiva en los departamentos. Fuimos a verificar el cumplimiento de mejoramiento que se había aprobado para ese sector que en definitiva significó cambiar una envolvente por una térmica, cambiar unas ventanas simples por unas de termopanel y un sistema de mejoramiento que allí se propuso (bombas de agua)”, dijo el director del Serviu regional, Samuel Domínguez.
Añadió que “hemos estado como ministerio desde la génesis. Los seguimos acompañando y los seguiremos acompañando hasta que tengan una solución adecuada a sus necesidades”.
La autoridad precisó que tras la visita de algunos departamentos que se realizará al menos dos líneas de trabajo que vamos avanzar. “Por uno, es mejorar la caída de agua. Por otra parte se va a trabajar (…) en un hermosamiento de mejoramiento de las áreas verdes del sector”.
El máximo representante del Serviu además precisó que se está viendo con la constructora en los procesos de post venta. Sobre nuevos trabajos en profundidad, indicó que se deben hacer análisis.
“De revisión por parte de los equipos de ingeniería del servicio y eso se van a demorar un par de meses (…) esperamos tener levantados estas dos líneas de acción que queremos tener al finalizar el año”, recalcó Domínguez.
El alcalde Chamorro, quien ha acompañado a los vecinos de Altos de Coronel, declaró hace unos días que se impulsará un estudio que finalmente confirme si estas viviendas son o no habitables en el largo plazo. “Esperamos que venga a reafirmar lo que ya se ha impulsado por parte del propio Serviu”.
El senador Alejandro Navarro sentenció: “Hay una falla enorme y hay una responsabilidad que asumir por parte del Ministerio de la Vivienda en la contratación de la empresa que no cumplen y entregan estas viviendas. La gente ahora quiere irse”.
Don Luis Erice aseguró que ya están cansados de estudios. Esta vez quieren algo definitivo. La experiencia les dice que lo que se proponga tampoco va a terminar bien.
“Queremos que nos erradiquen a todos. Eso es lo que queremos. Necesitamos un hogar digno donde vivir y disfrutar de una buena calidad de vida”, pidió el dirigente.
Sobre esto el director del Serviu Samuel Domínguez respondió: “En el año 2018 se hizo un análisis, un estudio por una empresa externa, en este caso la Universidad del Bío-Bío y se acreditó que se cumplían con los estándares por lo cual no hay argumento desde el punto de vista técnico que ello pueda ocurrir”.
Pero los vecinos se preguntan cómo pueden los edificios cumplir el estándar, si muchos de ellos ni siquiera pueden hacer una vida normal.
¿Entonces, por qué hay tantas fallas?, ¿dónde quedaron las advertencias de comienzos de la década pasada, cuando se les prometió que las inspecciones técnicas iban a funcionar un 500%?
“Se nos ha dicho, poco más, que no hagamos nada. Se nos da a entender que no cocinemos, que no ocupemos mucho el baño, el agua, poco más que no respiremos ¿Cómo va a ser posible que tengamos que vivir así?”, refutó Erice sobre este drama que les aqueja.