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Brote de variante Delta sería menos grave que anteriores

Eso sí, personal médico de la región llama a no bajar la guardia, y a aprovechar la ventana que brinda la baja de casos para atender a pacientes no Covid, que fueron postergados por la pandemia.

Por: Sebastián Henríquez 18 de Julio 2021
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

La variante delta del coronavirus llegó al país este mes. El Ministerio de Salud confirmó hace dos días diez nuevos casos, que se suman a cinco anteriores confirmados, todos arribados al aeropuerto Arturo Merino Benítez, en Santiago.

Esta vertiente de la Covid 19 fue detectada primero en India, y ya se ha extendido a 90 países. La Organización Mundial de la Salud la declaró “variante de preocupación”, debido a que es más contagiosa que la cepa original, a que afecta más a la población joven, y porque “disminuye la eficacia de los anticuerpos neutralizantes generados por las vacunas y que podría asociarse a un incremento de 2 veces en la posibilidad de requerir hospitalización”, según consignó el organismo.

Esto es, se extiende más rápido y causa más congestión en el sistema de salud, pues requiere de hospitalizaciones más largas.

La Región del Biobío detectó un primer caso a principios de mes, pero este paciente viajó desde Santiago a Concepción en bus, en compañía de 42 personas, grupo que no ha sido ubicado en su totalidad. La seremi de la cartera abrió un sumario para aclarar el asunto, pues la afectada se habría movilizado a sabiendas de que era portadora del coronavirus, lo que la expone a sanciones.

La situación se da justo cuando la zona relaja sus medidas restrictivas; las principales comunas de la región pasaron a Fase 3 el 5 de julio, cuando la tasa de contagio promedio era de unos 13 casos por cada 100 mil habitantes.

Lo anterior movió a la Mesa Social Covid a solicitar a la autoridad que mantuviera acciones preventivas, consejo que cayó en saco roto.

Hasta ayer, eso sí, en la zona se ven índices más positivos que a comienzos de año, cuando la escalada de contagios, más de 900 diarios en algunas semanas, llevó a decretar cuarentena. Hoy, la ocupación de camas críticas es de menos del 80% y en algunos recintos incluso se evalúa volver a atender pacientes no covid que requieran de atención en la UCI. “Hay que retomar estas atenciones, de otro modo vamos a tener un aumento de la mortalidad desde otro flanco”, señaló Carlos Vera, director del Servicio de Salud de Talcahuano.

Preocupación, a pesar del optimismo

La llegada de la variante Delta a la zona preocupa a los funcionarios de salud locales. A pesar de que hay una ocupación menor de camas, cabe recordar que la región ha debido triplicar su capacidad desde el comienzo de la pandemia, hasta llegar a las 300 unidades críticas.

ICOVID Chile, una iniciativa en que participan la Universidad de Concepción, la U. de Chile y la U. Católica, en colaboración con el Minsal y el Ministerio de Ciencia, se refirió esta semana a la baja de casos, en este contexto.

“Es alentador, pero es importante interpretarlo con cautela debido a la aún alta ocupación de camas UCI a nivel nacional (92,1%)”, señalan los y las especialistas de ICOVID.

La doctora Leonila Ferreira, médico intensivista y jefe de la unidad de paciente crítico del Hospital Regional, dice que “hoy estamos viendo una baja, y esperamos que la siguiente semana continúe, debido al bajo número de contagios que hemos visto”.

Sin embargo, la profesional sigue con atención la evolución de la variante en países donde se ha extendido más profusamente. “Lo que se está viendo en Inglaterra y Europa, en lugares donde ya están vacunados en forma importante, con más del 50% o 60% de la población, es que los casos si bien han aumentados, el aumento no se ha reproducido en las hospitalizaciones”, dice.

“La Delta, afecta especialmente a las poblaciones jóvenes y los rezagados de los programas de vacunación, que no han querido o no se han podido vacunar”, añade.

“En ese sentido, por la cantidad de vacunados que tenemos, la llegada del Delta no va a ser como la segunda ola de contagios que tuvimos este año, probablemente va a venir pero con menos hospitalizaciones de las que tuvimos antes”, expresa Ferreira, con alivio.

La encargada de coordinar la atención de pacientes Covid en el recinto más grande de la zona, señala que, como este escenario de aumento de casos no será tan grave, hay espacio para contenerlo.

Incluso, señala, se están abriendo a enfrentar la larga lista de pacientes con otras patologías, que esperaban una mejora en las condiciones para retomar sus atenciones.

“Nosotros estamos preparados para volver  a reconvertir camas hacia pacientes no Covid. De hecho, la ocupación en UCI Covid ha bajado, hemos cerrado algunas camas, y hemos reconvertido a UCI normales”, afirma.

La “Nueva Ola”

El doctor Carlos Vera, explica la baja como “un efecto positivo de la vacunación”, e informa que en el caso del Servicio de Salud de Talcahuano, esto ha permitido llegar a una ocupación de camas UCI del 52% esta semana.

Pero, añade, aunque este porcentaje no se veía desde comienzos de la pandemia, advierte que “esto se calcula sobre una base mayor de camas, estamos mejor que a comienzos de año, pero estamos muy ocupados aún”.

“Eso sí, hace un mes, la ocupación era del 80% o más, solo con pacientes Covid”, sostiene.

Para Vera, la menor saturación ha permitido enfrentar la demanda que plantean otras patologías.

Es urgente, afirma.

“La Subsecretaría de Redes Asistenciales, nos ha pedido que retomemos las patologías no Covid. Y acá se viene otra ola, la de los pacientes que están pendientes”, sostiene.

“Si una atención se demora, se agrava, y esto puede significar que un paciente termine entrando por la puerta de la urgencia, cosa que no queremos en este momento porque eso sí que satura el sistema, y aún estamos trabajando por sobre la capacidad normal”, aclara.

Tenso optimismo

La buena noticia es que las 300 camas co que cuenta hoy la región, se usarán para bajar la lista de espera en intervenciones ruirúrgicas más complejas, como oepraciones a la cadera, que han debido quedar en espera.

La mala noticia es que, según han señalado tanto la Mesa Social como  ICOVID, hay una probabilidad de que no exista este espacio.

Desde Icovid, informan que hay un alto número de personas susceptibles al contagio, junto con otros factores de contexto, como la presencia de variantes más contagiosas, ambientes cerrados por época invernal, relajamiento de medidas restrictivas de movilidad y disminución esperada de anticuerpos en esta época del año.

“Estos factores mantienen alta la probabilidad de que se vuelvan a presentar brotes epidémicos en los próximos meses. Por ello, es fundamental no bajar la guardia y seguir manteniendo todas las medidas de cuidado personal actuando proactivamente ante la presencia de síntomas sospechosos de COVID-19 o ante la información de ser contacto de un caso”, señalan.

Desde la Mesa Social Biobío, en tanto, se ha hecho hincapíe en que hay un gran desconocimiento sobre la variante Delta.

“No sabemos cómo afecta a la población más joven, y de momento sí sabemos que es más contasgiosa, no es momento para relajarse”; consignó Carol Cid, representante de la Fenasenf, gremio que agrupa a los enfermeros del país.

“Un botón de muestra, es que en el hospital tenemos a tres pacientes conectados a respirador de membrana, ECMO, y lo normal era tener uno de cuando en cuando. Nos quedan aún pacientes graves, y hay gente que se demora más de un mes en salir del hospital. Tenemos muchos pacientes aún”, cuenta Ferreira.

“El relax puede que recién lo veamos en una o dos semanas más”, añade.

“Y no hay que olvidar que el somos un sistema nacional, es decir, si tenemos baja ocupación en la región, hay que recibir pacientes de zonas más complejas”, advierte Vera.

No es momento para bajar la guardia, coinciden los representantes del sistema sanitario.

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