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Exportadores del Biobío enfrentan aguda crisis: faltan contenedores para envíos al exterior

Por: Sebastián Henríquez 27 de Junio 2021
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Por Sebastián Henríquez

Los últimos informes del Instituto Nacional de Estadísticas se ven bien: las exportaciones han crecido sustancialmente en su valor, y como es una situación sostenida en los últimos meses -es decir, desde enero- las expectativas son naturalmente favorables.

Motivos hay.

En el último reporte del organismo, se da cuenta de que en abril las exportaciones de la Región del Biobío totalizaron US$ 387,3 millones. Esto es, un crecimiento de 26,4% en la comparación interanual, y que esto se explica por el crecimiento de todos los sectores económicos.

Vaya.

Es difícil pensar que la zona haya vivido un periodo más favorable.

Sobre todo porque el encadenamiento productivo que representan las exportaciones, involucra a todo el tejido de la región.

Mal que mal, directa e indirectamente, las exportaciones representan el 53% del PIB de la región.

Pero esto no es así. La cifra se explica por el aumento del valor de algunas mercancías, y esta situación esconde una realidad más bien triste.

Gremios y empresarios locales están preocupados, pues hay una serie de factores -todos ellos gatillados por la pandemia de Coronavirus- que hacen peligrar la principal vocación económica de la región, el comercio al extranjero.

Escasez de contenedores, cuellos de botella en puertos de destino, cambios en las rutas de las navieras, se confabulan y las fuentes consultadas para este reportaje coinciden en que, de no tomarse medidas, se puede estar de cara a una crisis mayor.

Un dominó

Hace pocas semanas, se conoció en Chile la importancia del puerto de Yantian, en el sur de China.

El terminal estuvo parado, debido a un masivo brote de Covid 19 entre los trabajadores portuarios, por algo más de un mes. Y, aunque la detención fue sólo parcial, pues la autoridad marítima del país asiático autorizó operaciones con personal reducido, el resultado fue una lista de espera de más de 130 naves, todas fondeadas sin fecha clara para cargar y descargar.

El puerto de Yantian anunció el 24 de este mes que reanudará sus procesos, pero el daño es grande: el 17% de las importaciones, y el 10% de las exportaciones con este país asiático pasan por esos muelles.

Según Jorge Beyer, académico de la U. Católica de la Santísima Concepción y director del Centro de Investigaciones Marítimo Portuarias, CIMP, del plantel, esta situación generó un “efecto dominó”, en el comercio global.

“Este cuello de botella agrava situaciones previas, que venían arrastrándose desde el tiempo de la ‘guerra comercial’ entre Estados Unidos y China, y que significan escasez de contenedores para los exportadores locales”, cuenta.

“No es sólo el caso de Yantian, ahora todo es más lento, porque en los puertos, si se detecta un caso de Covid, tienen que estar en cuarentena los trabajadores, entonces eso para la faena. Eso, a su vez, disminuye la recepción de contenedores y eso hace que se acumulen, sin que puedan usarlos nuevamente las empresas que se dedican al comercio internacional”, explica.

“Hay otras cosas además, con la Covid, los mercados cambiaron, por ejemplo, la gastronomía, el turismo disminuyó, pero a cambio las personas están comprando más mercancía para arreglar la vivienda, y eso significa que hay comercio con orígenes y destinos diferentes, así que las rutas se están moviendo”, añade.

Estos factores pisan el acelerador de un proceso de largo aliento, del que Biobío forma parte.

La zona viene invirtiendo fuertemente en la conteinerización de la carga que mueve. Si hace 5 o 10 años, se podía ver aún buques cargando celulosa a granel, hoy esta mercancía usa sólo contenedores. Lo mismo con la carga general.

En una región que exporta varias veces más de lo que importa, eso significa que hay que traer constantemente contenedores para cargarlos con las mercancías locales. Es decir, ya comenzaban a faltar antes de que la Covid agravara las cosas.

Escasez de contenedores significa que suben sus costos y este es el talón de Aquiles de una región que hace lustros no invierte en infraestructura para su logística.

“Esta situación nos encuentra mientras debatimos las mismas cosas que hace 10 o 15 años: la necesidad del nuevo puente, la inversión en el puente ferroviario, si se permite o no el bitrén y si finalmente se construye el paso fronterizo. Este aumento puede ser el golpe de gracia”, advierte Beyer.

FORESTAL. La principal actividad en la región, el rubro forestal, está preocupado por el alza en los costos.

Sin destino para los pequeños

Puede definirse la logística como el arte de que las mercancías estén en el lugar correcto, a tiempo.

Este último factor, el tiempo, también se ve afectado por la escasez de contenedores. Porque, si un exportador debe esperar un mes para contar con uno, la oportunidad de venta se pierde.

Entre éste, y los factores que enumera Beyer, se ha creado una crisis que está afectando de forma silenciosa a la región. Esto, porque hay empresas que han decidido dejar de exportar.

Alfredo Meneses, gerente de la Asociación de Exportadores y Manufactureros, Asexma, dice “Las exportadoras más chicas están buscando cómo adaptarse, y una forma es exportar a través de los más grandes, es decir, venderle a alguien para que haga volumen y envíe al extranjero”.

“La otra estrategia es que se están buscando clientes en el mercado local, aprovechando por ejemplo, la suba de precios en los materiales de construcción”, añade.

“Esto significa que, en el fondo, las empresas medianas y pequeñas dejan de exportar. Uno, porque se vuelcan al mercado interno, o dos, porque lo hacen sin nombre, al alero de una más grande”, finaliza.

En el agro, en tanto, el tema reviste carácter de urgente, pues usan un tipo específico de contenedor, el reefer o refrigerado, que no tiene reemplazo a la hora de enviar frutas al exterior.

José Miguel Stegmeier, presidente de Socabío -agrupación que reúne a los agricultores de la región- asegura que si la falta de contenedores no se resuelve antes de octubre, “nos quedamos sin temporada, es un riesgo grande”.

“Es prioritario que las exportadoras y Cancillería, con nuestros embajadores y agregados comerciales, preparen el camino….viendo alternativas de puertos con los recibidores y proveyendo suficientes contenedores para la temporada”, pide el representante del campo.

“De otro modo, se ve complicado”, finaliza.

Ronald Ruf, gerente de la Corporación de Producción y el Comercio de Concepción, CPCC, dice que “En lo estrictamente local, la falta de contenedores ha afectado especialmente a pymes de la Región del Biobío, lo que se traduce en mayores tiempos y costos. De hecho, se han traído desde la Región de Valparaíso, algunos de ellos vacíos para luego cargarlos y utilizarlos para exportar. Este viaje extra, implica un costo que debe asumir el exportador nacional con la consiguiente pérdida de competitividad a nivel internacional.

 

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