Vecinos acusan que quienes pernoctan en el lugar causan riñas, sin embargo, al ser un terreno privado nadie responde.
Tucapel con O’Higgins, la emblemática esquina del centro de Concepción que fue uno de los epicentros de las manifestaciones durante el estallido social, trajo consigo consecuencias permanentes.
Lo anterior, ya que entre las latas que encierran lo que fue el emblemático edificio de Caja Los Andes, queda poco y nada. Hoy está sellado con verdaderos muros de contención, dejando un vacío, para todos los ciudadanos que pasan por el lugar, pero principalmente para sus vecinos.
En el caso de estos últimos, en un principio debieron lidiar con la basura existente, producto de los saqueos a las oficinas presentes en la torre y desde que se desató la pandemia, se sumó el convivir con personas en situación de calle, que se tomaron las afueras del edificio que había sido remodelado el año 2005.
“Esto ha sido muy complejo, sobre todo en las noches porque se ponen a tomar alcohol, se trenzan a golpes, quiebran botellas y así pueden pasar horas, situaciones que son recurrentes, incluso ha llegado Carabineros, pero pasan los días y la realidad se vuelve a repetir. Aquí vive mucho adulto mayor y este tipo de situaciones altera su diario vivir”, detalló el vecino de calle Tucapel, Ricardo Benítez.
Desde la municipalidad de Concepción, informaron que las direcciones de Seguridad Pública y Obras han trabajado coordinadamente para resguardar la seguridad de los afectados y de los transeúntes, preocupados por los problemas generados en el perímetro al edificio de Caja Los Andes.
Detallaron que durante el 2020 se notificó en dos oportunidades a la empresa para que ejecutara el cierre de accesos e implementará acciones para evitar la caída de escombros en la zona. Agregaron que se ha cumplido con la mayoría de lo solicitado, quedando pendiente el cierre perimetral en el que actualmente la empresa está trabajando.
En cuanto a las personas que viven bajo la torre, el seremi de Desarrollo Social, Alberto Moraga, señaló que “hemos desarrollado un trabajo permanente con ellos, les hemos ofrecido ir a albergues, pero han declinado, porque la voluntad está en ellos. Sin embargo, estamos haciendo los esfuerzos, sobre todo, ahora que se acerca el invierno”.
Desde Caja Los Andes, extraoficialmente y tal como lo explicó el municipio, dijeron que cumplieron con el cierre perimetral, por tanto, excede de su responsabilidad que viva gente bajo el edificio que albergó sus oficinas.
Cabe precisar que, en julio de 2020, la Corte Suprema revocó el fallo de la Corte de Apelaciones de Concepción que habría rechazado un recurso de protección deducido por Caja Los Andes en contra de la Intendencia por destrozos en su edificio y señaló que la última “ante el actuar ilegal y arbitrario de terceros, debe intensificar las medidas de seguridad”.