Expertos concuerdan en una revisión urgente de los protocolos y geolocalización del sistema. Las características sísmicas del país hacen imperiosa una mirada profunda de los distintos mecanismos de alerta para advertir a la población, con el objetivo que estos funcionen correctamente.
El sábado recién pasado, un sismo de magnitud 7.0 a 210 Kms de la Base Frei en la Antártica sorprendió a los habitantes del territorio nacional. La sorpresa fue mayor cuando la llegada de alerta errónea de parte de la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi) notificó del sismo a gran parte de los habitantes del territorio nacional, debido al Sistema de Alerta de Emergencias (SAE).
Como si lo anterior no hubiera sido poco, un sismo de magnitud 5.7 sacudió solo 31 minutos más tarde a la zona central del país, a 14 km de Farellones, causando mucha incertidumbre en la población, quienes dadas las circunstancias evacuaron de forma preventiva.
Como era de esperar, las redes sociales explotaron con los hechos, varios usuarios incluso aseguraron que se trataba de fenómenos vinculados, situación que es desmentida por el académico del departamento de las ciencias de las tierras de la UdeC, Andrés Tassara, quien enfatizó que no existió ninguna vinculación entre ambos eventos.
“Se trataron de dos sismos que ocurrieron en ambientes distintos, pero que coincidentemente sucedieron al mismo tiempo”, señaló el doctor Rerum Natura de la Universidad Libre de Berlín.
Respecto al error del sistema SAE, el geólogo fue tajante en tildar de “vergonzosa” la situación y cree que el mecanismo debería reformularse. Tal como explica, los sistemas de alerta están diseñados para recoger varios datos de otros sistemas distintos, que centralicen la información y analicen la posibilidad de Tsunami mediante un algoritmo experto, dando pie a una alerta geolocalizada. Situación que en este caso no sucedió.
“Lo que sucedió fue vergonzoso, acá se deberían tomar responsabilidades para poder reconstruir las confianzas que el sistema así funcione, es decir, después de este evento la gente no volverá a creer en una alarma de la Onemi. Si la gente no confía en él, este no sirve”, manifestó Tassara, quien incluso afirma que el director de la Onemi debería dar un pie al costado de su cargo.
En términos del sistema en general, Ignacia Calisto, doctora en Ciencias Físicas de la Universidad de Concepción sostiene que si bien ha habido avances en la materia, dado que existe una alerta que llega a los celulares a diferencia de lo ocurrido a sismos de mayor magnitud que han tenido lugar en el pasado, comparte que el error en el sistema SAE debe ser corregido de manera urgente, sobre todo respecto a los protocolos y la tecnología de geolocalización.
La licenciada en Física agregó que, dadas las características del territorio chileno, se deberían adoptar otras maneras de hacer llegar alertas a la población, pues en muchas zonas la señal de celular aún es baja y no todos los habitantes tienen acceso a la misma tecnología.
“En otros países como Japón, al mismo tiempo que se emiten las notificaciones vía mensaje de texto, se utiliza un sistema de alerta a través de la radio sobre todo en lugares remotos (…). Se debe pensar también en aquellas zonas donde sin haber ocurrido eventos telúricos, han ocurrido tsunamis, como en Aysén donde un deslizamiento de tierra provocó dicho fenómeno”, puntualizó la académica UdeC.
Si bien lo sucedido el fin de semana no paso a mayores, a casi un mes de un nuevo aniversario del 27F, los sismos vuelven a recordar los difíciles días vividos tras una fatídica jornada marcada por los errores humanos y de un sistema de emergencia que no dio el ancho.
El precio de las malas decisiones fue la pérdida de decenas de vidas, quienes, al no recibir una respuesta clara y válida por parte de la autoridad, adoptaron las instrucciones sin evacuar preventivamente, causando un desenlace fatídico que aún cuesta olvidar.
Al respecto la voz de los expertos es clara, en los casos donde sea difícil mantenerse en pie durante un evento sísmico de forma prolongada, es urgente evacuar a zonas altas alejadas del mar. “Estamos claros que, si tu estas en la costa y sientes que no puedes estar de pie, al margen que exista una alarma, tú deberías arrancar”, afirmó Andrés Tassara.