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Es momento de parar: Biobío arriesga un desplome sanitario si no se toman medidas

Investigadores proponen una estrategia coordinada para evitar un nuevo peak en febrero de contagios simultáneos.

Por: Diario Concepción 16 de Diciembre 2020
Fotografía: Estrategia Covid-19 Biobío

Alejandro Valenzuela
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Más de 41 mil casos acumulados, 2.263 casos activos y 690 fallecidos sumaba hasta ayer la Región del Biobío. Sin duda, la situación es crítica: una tasa de incidencia del 159,1% en las últimas tres semanas, junto con un 8% de positividad acumulada, a lo que se suma un escaso 14% de disponibilidad de camas críticas en toda la Región, con solo 27 para cuidados intensivos.

La situación se torna más compleja si se considera que el panorama muestra a las tres provincias de la región (Concepción, Biobío y Arauco) con indicador de transmisión R por sobre 1, lo que significa que en ninguna la pandemia se encuentra controlada, como señala Guillermo Cabrera, académico y Director de la Unidad de Ciencia de Datos de la Universidad de Concepción. De modo específico, un brote en el hospital de Los Ángeles involucra a más de 300 personas entre pacientes y personal hospitalario.

Las proyecciones no son alentadoras considerando que algunas comunas superan los 20 casos cada diez mil habitantes. Según el modelo que hasta el momento ha aplicado el investigador Guillermo Cabrera, se anticipa que las condiciones negativas continuarán provocando en las siguientes semanas un peak muy alto que podría hacer incontrolable la situación pandémica al duplicar el número de casos activos simultáneamente en comparación con lo que existe hoy.

Según Carol Cid, vicepresidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermeras y Enfermeros de Chile (FENASENF), el primer brote aún no ha alcanzado el máximo proyectado, situación en extrema delicada si se considera el agotamiento que presenta el personal de salud. Hoy, “el personal de salud está agotado. Muchos han sido contagiados. Las familias se han contagiado. Hay terror en el personal. Nosotros vivimos al filo constantemente. Cuando tú ves que puedes contagiar a tu papá que es de avanzada edad, claramente asusta”, agrega la dirigenta.

De acuerdo con lo indicado por Cid, la FENASENF alertó sobre las incongruencias del plan Paso a paso que no consideró un apoyo real al personal de salud, sintiéndose por ello abandonados por las autoridades sanitarias. Agrega que en un contexto tan complejo resulta un contrasentido realizar exigencias de cumplimiento de metas sanitarias con las que son evaluados.

Desde otra perspectiva, Freddy Montoya, académico de la Facultad de Medicina UdeC, también llama la atención sobre los peligros de la situación en la región en el próximo tiempo. Coincide con Cid respecto de que la pandemia no ha sido bien manejada, pero apunta hacia otros aspectos. Por ejemplo, indica que la situación no ha variado en los dos últimos meses y que, frente a ello, el conocimiento epidemiológico es bastante bajo, así como también la trazabilidad que muestra dos ámbitos diferentes: el estatal (FONASA) que se ha apoyado en los municipios y el privado (Isapres) que solo es seguido por la Seremi de Salud, con lo cual no se logra un proceso adecuado de trazabilidad. Se suma a lo anterior el que el mayor número de brotes son intralaborales (55%). “Entonces, ahí falta fiscalización y dejar de entregar tantos salvoconductos colectivos, ya que algunas empresas se preocupan de cuidar a sus trabajadores, pero hay otras empresas que hacen caso omiso”, sentencia.

¿Qué hacer?

Se requiere un cambio radical de estrategia sin perder de vista aquello que la comunidad paulatinamente ha ido incorporando como el lavado frecuentes de manos, el uso de mascarillas en lugares públicos, evitar lugares cerrados y no concurrir a cualquier lugar o evento que implica un número superior a 10 personas.

Más allá de lo anterior, se requiere un cambio de comportamiento que considere que ninguna intervención por si sola impedirá el incremento de contagios. La estrategia debe ser de multiniveles y, por tanto, incluir distintas barreras de protección, tal como ha sido sintetizado y sistematizado por el virólogo australiano Ian Mackay a través de un modelo para la defensa de Covid-19 y que contempla responsabilidades personales y colectivas.

Lo anterior cobra especial relevancia si se considera lo planteado por el equipo liderado por Cabrera, al sostener que uno de los supuestos más importantes de nuestro modelo es que las condiciones van a seguir igual si no se cambian las estrategias y comportamientos. “Es momento de que las personas empiecen a actuar de otra forma”, señala el académico UdeC.

Los tres entrevistados aseguran que, de no tomarse las medidas necesarias, los contagios continuarán en un muy peligroso ascenso, destacando la necesidad de una campaña comunicacional emanada desde el Gobierno y que realice un llamado a la población en general y a los jóvenes para que tomen conciencia de que pueden ser el principal vector de contagio y, por tanto, exponerse y poner en peligro a otras personas.

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