La cifra se conoció este jueves y es considerablemente menor a los $122 millones que la Región propuso a la Dirección de Presupuesto. Parlamentarios fueron los más críticos con el monto.
Durante la mañana de ayer se acabó la espera respecto al monto del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (Fndr) con que Bío Bío iniciará el 2021. Si bien las autoridades regionales propusieron a la Dirección de Presupuestos (Dipres) $122 mil millones, dicha instancia dependiente del Ministerio de Hacienda, finalmente destinó $85 mil 851 millones, una cifra menor a la solicitada, pero mayor en un 5,6% en comparación a lo aprobado para este 2020.
Los montos, también conocidos como de “libre disposición regional”, se desglosan en $84 mil 404 millones para inversión, lo que representa una variación del 3,8% en comparación al presupuesto de este año, cuando se aprobaron $81,3 mil millones.
A lo anterior se suman $1.447 millones del Fondo de Emergencia Transitorio (FET) que surgió en junio pasado tras un acuerdo entre el gobierno y la oposición por 12 mil millones de dólares.
Estos $1,4 mil millones serán destinados a proyectos de pymes, o que generen empleos, ya que apuntan a la reactivación económica.
El intendente, Sergio Giacaman, indicó que “son montos importantes que en tiempos de crisis vienen bien. A eso, debemos sumar los dineros sectoriales que provienen desde Obras Públicas y Viviendas. También deberían llegar recursos desde Ñuble, cosa que es bastante positiva”.
Por su parte, el consejero regional Luis Santibáñez (UDI), manifestó que “es suficiente para cubrir las necesidades prioritarias en materia de proyectos. Obras civiles que generen empleo, programas de fomento, e inversión social deberán ser las prioridades”.
Pero no todos terminaron conformes con la cifra entregada por la Dipres. El consejero regional, Andrés Parra (PS), adelantó que “este presupuesto no permite desarrollo, ni mucho menos pensar que la reactivación de la región va a pasar por la inversión que gestione el gobierno regional”.
El senador Alejandro Navarro (PRO) indicó que se jugó con las ilusiones de la Región. “Hay decisiones del nivel central que son insuficientes y el intendente Giacaman está con las manos atadas. Se requiere más inversión y de no obtener más dineros, vamos a rechazar el presupuesto”, aseguró.
Su par y ex intendente del Bío Bío, Jaime Tohá (PS), apuntó a que “esta propuesta viene a ratificar el centralismo exacerbado que tiene nuestro país y así nunca nos acercaremos a la anhelada descentralización que necesitamos. Ya lo advertimos el año pasado, desde hace tiempo que el Bío Bío no ha tenido un presupuesto acorde a su importancia económica, social y cultural”.
En el oficialismo también hubo parlamentarios que quedaron disconformes con el guarismo. El representante del Distrito 20, Sergio Bobadilla (UDI), acotó que “es insuficiente frente a las necesidades que hay en la Región. Haremos las gestiones para aumentar el monto y esperamos que Hacienda incremente el monto”.
Cristóbal Urruticoechea (RN) también realizará gestiones ante el nivel central para lograr aumentar el presupuesto. “Hay una necesidad imperiosa de que se inviertan mayores recursos en nuestra región, y que ello se vea efectivamente materializado en las diferentes partidas”.
Desde Corbiobío tampoco quedaron conformes con la cifra.
“Se debe asignar un erario regional que sea reactivador y alineado con las necesidades de equidad de los territorios, como también, transparentar el gasto público asociado a la emergencia de la Covid-19”, opinó el director de la entidad, Andrés Cruz.
Con sorpresa reaccionaron los senadores el miércoles 30 de septiembre al escuchar la cuenta de esa sesión, pues fue entonces que se enteraron que el Ejecutivo había ingresado la esperada Ley de Rentas Regionales.
De hecho, el ingreso de la iniciativa, con urgencia simple, se hizo en el más absoluto hermetismo. No hubo anuncio, ni ceremonia de firma.
Los senadores deberán analizar la “descentralización financiera de los gores” que incluye mayor autonomía presupuestaria, criterios objetivos de distribución y otras normas sobre responsabilidad fiscal.
La inyección de recursos frescos o nuevas fuentes de recaudación, se seguirá trabajando con la misma matriz de recursos provenientes desde el nivel central.
Respecto al Fndr, los gobiernos regionales podrán disponer del 95% del monto (ahora es el 90%) y se crearan nuevos fondos, pero con los mismos dineros.