Las claves para afrontar la pandemia en familia

El cierre de colegios, el teletrabajo y las labores de casa, han complicado la dinámica en el hogar, indicaron psicólogas de la UdeC, quienes aseguraron que es normal sentir estrés.

Complejo escenario es el que enfrentan las familias a raíz de la pandemia de Covid-19, coincidieron las psicólogas del programa sistemático para fortalecer prácticas parentales positivas, denominado “Día a Día” de la Universidad de Concepción (UdeC), Paulina Rincón, Consuelo Novoa y Karen Oliva.

Las medidas que se han tomado para el control de los casos, dijeron, han implicado un cambio rotundo en la dinámica familiar, sobre todo, en aquellos que tienen hijos en edad escolar. Lo anterior, indicaron, ha generado estrés en los hogares, en un período que ya es complejo por la sola amenaza que supone la crisis sanitaria. A ello se suma, el cierre de los establecimientos educacionales, la realización del año escolar de manera remota y el teletrabajo.

La suma de exigencias

“La pandemia, no sólo ha exacerbado las brechas de desigualdad que existen en nuestro país, por la insuficiente posibilidad de conectividad de muchas familias, la falta de espacios físicos para el estudio y la dificultad para acompañar a los niños y niñas en el proceso educativo, sino que, además, ha trastocado las rutinas de los hogares”, explicó la profesora asociada del Departamento de Psicología UdeC, Dra. Paulina Rincón.

En la misma línea, la psicóloga y parte del Observatorio de Parentalidad (OPA), Consuelo Novoa, afirmó que “la labor de los padres y madres, ya viene sobre exigida desde hace bastante tiempo y hoy se han ido sumando exigencias y expectativas para ellos, sobre todo, en este escenario de incertidumbre por la pandemia”.

La investigadora añadió que “el riesgo de contagio, no saber cómo los hijos e hijas van a terminar el año, más la incertidumbre laboral, que es un pilar fundamental para cumplir las expectativas que la sociedad nos ha impuesto, todo eso en confinamiento, intensifica aún más el estrés familiar, porque hay una multitarea, dentro del hogar, porque no es fácil combinar el teletrabajo, las tareas domésticas y el cuidado de los hijos, dificultando el disfrutar ser padres”.

Atención a las emociones

La Covid-19 “puede poner al límite las emociones, apareciendo con ello malestares psicológicos y físicos que son, en ocasiones, difíciles de manejar. Deben saber que es normal tener esas emociones en esta situación de crisis”, precisó la psicóloga y también miembro del Observatorio de Parentalidad UdeC, Karen Oliva.

Sentir ansiedad o tener síntomas depresivos durante el periodo de cuarentena, comentó, no es sorprendente. “Niños, niñas y adolescentes han vivido meses de incertidumbre protegiéndose de una pandemia mundial, por lo que es muy probable que, si las condiciones de cuarentena no son las mejores, se encuentren mucho más demandantes e irritables. Algunos podrían llegar a mostrar síntomas psicosomáticos como dolores de estómago, cabeza o ponerse regresivos. No estábamos los adultos preparados para esto y ellos tampoco”, enfatizó la psicóloga Oliva.

Distribuir los roles

En cuanto a las claves para poder sortear la cuarentena presente en varias comunas del Gran Concepción, Oliva afirmó que es relevante tener y cuidar rutinas diarias.

“Se debe ser más flexible respecto a los planes y tareas organizadas, conectarse con seres queridos que incluyan familiares, pero también amistades, vecinos, compañeros de escuela; cuidar de uno mismo, cuidar los espacios de tiempo individual y de interacción grupal en el hogar”, sostuvo la profesional.

Asimismo, se debe tener corresponsabilidad en las labores dentro del hogar. “Es clave el cambio de paradigma asumiendo que el espacio doméstico es de todos. Si seguimos con los roles tradicionales en que las mujeres debemos realizar las tareas domésticas y de cuidado, la sobrecarga será aún mayor, ello va a generar sí o sí, mayor tensión en la familia, la que repercutirá en los hijos”, complementó Paulina Rincón.

En tanto, Consuelo Novoa concluyó que “es importante motivar a los padres y madres a que elijan que batallas quieren pelear, como, por ejemplo, si la casa está desordenada y hay que cumplir con tareas y el mismo trabajo, quizás se puede dejar para después el orden del hogar”.