Ciudad

Rechazo en barrios penquistas por anteproyectos de altura

Agrupaciones vecinales aseguran que la consulta ciudadana, llevada a cabo en enero quedó en nada, al no congelarse permisos de edificación.

Por: Mauro Álvarez 22 de Julio 2020
Fotografía: Carolina Echagüe

Como una “pérdida al derecho a la ciudad”, catalogaron representantes de los barrios del Gran Concepción el ingreso de anteproyectos de edificaciones en altura de hasta 30 pisos a la municipalidad de Concepción, información dada a conocer por este medio el 19 de julio.

Existe preocupación, ya que el plan Imagen Objetivo, presentado por el municipio para la modificación del Plan Regulador de Concepción (PRC) y que fue votado en la Consulta Ciudadana, a juicio de los consultados sólo quedó en eso, al no congelarse los permisos de edificación y recepción de anteproyectos, mientras se ponía en marcha el nuevo PRC, el que entraría en vigencia el primer semestre de 2021.

Apuestan por el congelamiento

La no congelación de los proyectos inmobiliarios “representa una visión de la construcción de ciudad en que prima la ganancia inmobiliaria por sobre los intereses de la comunidad, anulando la participación de los vecinos y vecinas en la toma de decisiones sobre su propio territorio”, explicó Simón Lillo de la Asamblea de Lorenzo Arenas.

A su vez, argumentó que “los proyectos en altura delatan la necesidad de instancias de participación ciudadana vinculante en cuanto a la aprobación de construcciones cuyo impacto pueda comprometer la calidad de vida de las vecinas y vecinos que habitan el territorio en que se emplazará, considerando sobre todo los resultados conocidos en enero de la consulta ciudadana llevada a cabo por el municipio, en que la ciudadanía penquista se manifestó a favor de limitar la altura de edificación a entre 5 y 7 pisos”.

A juicio de Asamblea Lorenzo Arenas, lo anterior debería respetarse.

Mimi Cavalerie, representante de Barrio Oriente, indicó que “como ciudadanos participamos desde el día uno en este proceso de cambio al PCR, con el que buscábamos además de bajar las alturas, que se congelaran los permisos de edificación. Que esto no haya pasado, habla muy mal del municipio -entendiendo eso sí, como son los procesos que explicó la arquitecta Rudinger- que se haya hecho participar a los ciudadanos y que no se hayan congelado la presentación de anteproyectos y permisos de edificación”.

Desde Barrio Puchacay, Gabriela Cisterna, comentó que “el crecimiento inmobiliario desmedido es preocupante, el que no se hayan congelado los permisos y se sigan recibiendo anteproyectos de altura, muestra despreocupación del municipio hacia los barrios, no se protege el patrimonio cultural y se pierde el tejido social que se dan en estos sectores, además hay un impacto fuerte para los adultos mayores, porque pierden intimidad en sus viviendas, además de la falta de sol”.

Postura más radical tienen desde Barrio Condell, que abarca, además, la emblemática Remodelación Paicavi. “Venimos trabajando desde diciembre de 2018, porque es nefasto seguir llenando la ciudad de edificios, con mayor cantidad de autos, mal alcantarillado, lo que hace que sea inviable tanta construcción, porque tampoco se habla de calidad. En el municipio hay intereses creados, no podemos desconocer la relación entre el concejal Emilio Armstrong y la Cámara Chilena de la Construcción. Se ingresó mal el documento al Minvu para postergar los permisos de edificación, por parte del municipio y aún no lo han modificado, lo que nos lleva a desconfiar de nuestros representantes, porque la clase política no está respondiendo a la gente”, expresó la vocera Claudia Arriagada.

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