Casi mil personas han recibido apoyo en los servicios de salud de Concepción y Talcahuano. El temor a contagiarse y traspasar el virus a sus familias es el primer gatillante de trastornos como la ansiedad y estrés. De los 688 brotes activos en la Región, 311 están relacionados con funcionarios del área, la mayoría provienen del Regional.
La comunidad, en general, se ha visto afectada mentalmente por el avance de la Covid-19 en el país, que se acerca con pasos agigantados a las siete mil víctimas fatales en el país y la Región ya suma 72.
El confinamiento prolongado, la incertidumbre que genera el virus y el temor de no contar con una vacuna que detenga su avance ha generado, según especialistas, un aumento de consultas de salud mental, especialmente, de funcionarios de primera línea, que a diario arriesgan sus vidas por salvar la de otros.
El temor a contagiarse es real. Según el último informe de la Seremi de Salud, emitido el miércoles, un total de 750 trabajadores de la salud han resultado positivos al PCR, es decir, 9,6% de los funcionarios del área, 110 de ellos aún permanecen activos y pueden contagiar.
El seremi de Salud, Héctor Muñoz, dijo que una gran cantidad de funcionarios de la salud que resultaron positivos se produjeron en el Hospital Guillermo Grant Benavente, que aún tiene 13 brotes activos y que en total acumuló 524 infectados.
En Bío Bío existen 688 brotes activos, de ellos, 311 relacionados con funcionarios de la Salud: 178 se registraron en la provincia de Concepción, 105 en Bío Bío y 20 en Arauco.
“En el último mes han aumentado las consultas de salud mental”, aseguró Claudio Urzúa, psiquiatra y director de Centro Médico Cetep (Red de Salud y Bienestar).
Las atenciones a personas con un diagnóstico previo de salud mental se han agudizado, pero también, según Urzúa, hay un importante grupo que por primera vez está enfrentando un cuadro de salud mental, a raíz de la exposición a la pandemia.
“Esto ocurre especialmente en personal de salud, grupo que se ha visto expuesto a exigencias mayores y al drama que conlleva el aumento de pacientes graves y, a su vez, el aumento de muertes. Dentro de este grupo (sin antecedentes psiquiátricos), también, existen personas que han sido afectadas por la Covid-19 y han sido dados de altas o han tenido familiares afectados”, dijo psiquiatra.
Ansiedad, temor, irritabilidad, insomnio, desánimo y abuso de alcohol o, comúnmente, ansiolíticos son los primeros rasgos de que algo anda mal.
“Volví a trabajar hace poco, me contagié de coronavirus en junio. La verdad es que no quiero volver a pasar por lo mismo. No es sólo fiebre, dolor muscular y tos, como me pasó a mí. La verdad es pánico a contagiarse de nuevo, que la recaída sea peor y, lo más terrible, a contagiar nuevamente a mi hijo”, dijo Ruth, paramédico Covid-19 en el Hospital Traumatológico.
Como Ruth, su colega del Hospital Regional, Karla, también volvió después del contagio. “En Medicina tuvimos uno de los brotes más grandes. La verdad es que me salvé una vez, soy fumadora, no sé si la próxima lo haré. Creo que necesito más apoyo emocional. Acá preguntan cómo estás y si necesitas ayuda, quizás la tome”, dijo.
Según la Seremi de Salud, en el Servicio de Salud Talcahuano, 36 de los funcionarios contagiados y siete como contacto estrecho han recibido atención de salud mental, mientras que en el Servicio de Salud Concepción han efectuado 960 acciones individuales en las residencias sanitarias, 549 han sido intervenidas.
En el Minsal cuentan con un sistema digital de asistencia en salud mental para funcionarios del área, que brinda una primera ayuda psicológica y contención emocional a quienes lo requieran a través de una videollamada en que son atendidos por un equipo especializado. El servicio está disponible de lunes a domingo, entre las 08:00 y 24:00 horas, pero el porcentaje de funcionarios que lo ha usado el acudido es inferior al 5%.
También, se implementaron comités para el cuidado de la salud mental de los funcionarios, a nivel de Seremi y Servicios de Salud, y ciclos de teleconferencias para el cuidado del personal Covid-19, entre otros.
En cuanto a los diagnósticos que originan licencias médicas de profesionales de la salud en Bío Bío, según explicaron desde la Seremi del ramo, son de carácter reservado, pero se estima que serían menores al 1%.
Según el psiquiatra Claudio Urzúa, las personas deben poner especial atención a síntomas que se prolonguen por más de 15 días, que provocan “disfunción en el funcionamiento habitual de la persona o de la familia estamos frente a una señal de alerta para solicitar apoyo profesional”, dijo y agregó que cuando existen síntomas más graves como ideación suicida siempre se debe consultar.
Osvaldo Artaza, decano Facultad de Ciencias de la Salud Universidad de Las Américas, aseguró que la dura realidad que vive el personal de salud debe obligar a priorizarlo, no sólo en cantidad y capacidades suficientes, que cuente con equipos de protección suficiente y una estrategia efectiva de contención y apoyo psicosocial.
Aseguró que Salud se debe preparar para lo que viene:mejorar la capacidad de vigilancia epidemiológica, “fortalecer la atención primaria para que además de su labor en la contención de la pandemia, pueda estabilizar a las personas con padecimientos crónicos y detectar tempranamente cánceres y otras patologías, evitando agravamientos y hospitalizaciones”.
“Hay que aprender de las lecciones y aprovechar toda la capacidad instalada público-privada para enfrentar con un lógica común, de salud pública, los próximos desafíos. Se lo debemos a quienes no nos han pedido aplausos, sino real apoyo”, agregó Artaza.