Este es un tiempo de encuentro con nuestros hijos(as). Cuando son adolescentes, debemos considerar que se encuentran en lo que se ha denominado como “Crisis de la Adolescencia”, que corresponde al cambio a nivel afectivo asociado a la necesidad de diferenciación en el proceso de la construcción de si mismo. Esto se puede observar como conducta cuestionadora e incluso oposicionista.
Al igual que en el resto de la población, esta pandemia ha irrumpido en la vida del adolescente, planteándoles incertidumbre en relación con su futuro. Al respecto, la Psicóloga Clínica infanto-juvenil, Marcela Maldonado Díaz, docente del Área Clínica y de la Salud del Departamento de Psicología de la Universidad de Concepción, recomienda:
1. Lo primero que debemos que tener claro es que los padres y madres somos modelos de nuestros(as) hijos(as), por tanto, debemos trabajar progresivamente en desarrollar pautas de conducta que potencien la adaptación saludable a esta nueva realidad.
2. Es importante flexibilizarnos en muchos aspectos teniendo en cuenta que lo importante es el clima emocional con el que vivimos cotidianamente. Esta flexibilización se debe implementar a través del dialogo y los acuerdos; estimulando y reforzando la autorregulación y el asumir consecuencias.
3. Una recomendación frecuente en este tiempo es el establecimiento de rutinas, cuando tenemos hijos(as) adolescentes es importante incluirlos(as) en la definición de las rutinas familiares. Estas rutinas se deben considerar la definición de responsabilidades tanto personales como familiares, así como tiempos de ocio, recreación y momentos para compartir en familia.
4. Propiciar momentos de encuentros para compartir actividades de interés familiar, reconociendo sus intereses.
5. Conversar y compartir nuestras vivencias. Al estar experimentando momentos estresantes es importante favorecer la expresión de emociones y pensamientos, lo que permite conocer como nuestros(as) hijos(as) están elaborando esta experiencia y acompañarlos.
6. Incentivar el progreso de intereses a desarrollar en este tiempo.
7. No controlarlos ni sermonearlos, es momento de preguntar, conversar y compartir.