Durante este tiempo es frecuente que las emociones que sentimos sean variadas y nos comparemos con una montaña rusa. Aunque algunas suelen ser desagradables, es importante permitirse vivirlas, reconocerlas, entenderlas y aprender a vivir con ellas. “Estamos en un proceso de cambio como sociedad y necesitamos adaptarnos de a poco para sobrellevar este proceso en compañía de nuestras familias”, explica la enfermera Danae Álvarez Cisternas, diplomada en Salud Mental y colaboradora Docente de la Fac. de Enfermería de la Universidad de Concepción.
– Mantener contacto con familia y/o amigos a través de la tecnología. La red de apoyo es fundamental para este proceso.
– Evitar exponerse a exceso de información en noticieros y redes sociales.
– Organizar el tiempo y las actividades en el hogar, compartiendo las tareas entre los miembros de la familia.
– Realizar actividad física y alimentarse saludablemente.
– Es importante dormir y descansar el tiempo necesario.
– Buscar actividades de entretención (música, libros, pintura, manualidades, aplicaciones de celular, entre otros).
– Practicar ejercicios de respiración y de relajación en momentos de agobio o llamar a una persona de confianza para poder conversar sobre lo que le sucede.
– Solicitar asistencia de un especialista si piensa que no puede lidiar solo con la situación. Existen varios profesionales con atención a distancia que lo pueden ayudar.