Mientras más estrecho sea el espacio entre cada fibra de la tela más apropiada será para su confección. Eso sí, la fórmula ideal estaría en usarla junto al escudo facial.
Los primeros días de marzo la postura de Salud era que sólo las personas con sospecha de Covid-19 debían usar mascarillas, luego el ocho de abril decretó que debían usarse en el transporte público y privado remunerado. Y ahora, cuando los contagiados superan los 8 mil 800, la nueva disposición es que el protector debe utilizarse en todo lugar público.
La medida, igual que la suspensión de clases, llegó solo luego que los alcaldes la tomaran. Y es que desde el lunes está vigente una ordenanza en Hualpén que exige usar mascarilla en lugares de acceso público, lo propio hizo Talcahuano el miércoles y ayer Concepción.
En la red, así como el sitio del Minsal, existen tutoriales para confeccionarlas, pues no hay en venta, pero la incógnita está en qué material ofrece mayor protección.
“Las realmente útiles son las N95 para quienes están en contacto directo con los contagiados. Las personas en general pueden usar quirúrgicas desechables, que disminuyen la probabilidad de desarrollar la infección, pero la distancia social es clave”, afirmó Egon Casanova, especialista en medicina interna y hematología.
Las de género, según explicó, pueden incluir un filtro de café o de extractor de cocina para aumentar la protección, el que debe ser desechado después de usar y las mascarillas lavarlas con agua y jabón.
Eso sí, según el docente del Departamento de Fisiopatología de la UdeC, lo ideal sería usar la mascarilla junto con un escudo facial para evitar contagios. “Habría muy poca probabilidad de infectarse, unido al distanciamiento social”, dijo.
Un estudio realizado en 2013 por la Universidad de Cambridge que midió la eficacia de materiales para crear mascarillas, puestas a prueba con el virus Bacteriófago MS2 de 0.02 micras, cinco veces más pequeño que la Covid-19, determinó que el material más efectivo es el de las bolsas de aspiradora, filtrando 86%, paño de cocina 73%, tejidos mezcla de algodón y poliéster 70% y algodón 69%.
En Hualpén el 98% de las personas ha acatado la norma, aseguró Carlos Narváez, jefe de inspección municipal.
En tanto, Ángel Castro, alcalde de Santa Juana, destacó que el uso de la mascarilla, junto al distanciamiento social, ha sido positivo, pues no registran ningún contagio.
La mascarilla, así como la toma de temperatura el comercio local, implementará Chiguayante y, dijo el alcalde Antonio Rivas, también exigirán usar guantes.
La normativa penquista, explicó el alcalde Álvaro Ortiz, comienza a funcionar el 20 de abril y quienes no cumplan arriesgan multas de hasta 5 UTM.
Audito Retamal, alcalde de San Pedro de la Paz, aseguró que además de usar mascarilla, los sampedrinos deben seguir manteniendo una conducta como si estuvieran en cuarentena para salir pronto de la pandemia.
Múltiples aportes
La imperiosa necesidad de mascarillas, considerando que no existen en venta y las que se encuentran en el mercado de Internet superan el 400% del precio habitual de venta, ha motivado a que una serie de organizaciones como los talleres laborales de Concepción y Santa Juana, por nombrar algunas, estén confeccionando a toda máquina –con materiales aportados por los municipios- los anhelados protectores faciales para ser entregados en forma gratuita a la comunidad, ya sea en instituciones, locomoción colectiva o en los barrios.
Las mujeres de Proempleo en la Región también están confeccionando mascarillas, así como sábanas para hospitales y ropa de invierno para personas de escasos recursos de la Región.
Las empresas como Cmpc también han aportado, creando los protectores faciales y aportando con pañales y alcohol gel que serán repartidos en 80 reparticiones del Senama a nivel nacional.