Aunque en países y continentes distintos, todos han experimentado el encierro, las restricciones y, en muchos casos, la tardanza en la implementación de las medidas adoptadas por los gobiernos.
El COVID-19 no es exclusivo de nuestro país. Y, claro, eso es evidente. Se trata de una pandemia mundial del que ningún Estado o nación ha estado ajeno. En ese contexto, es imposible que otros hijos del Bío Bío, que hacen patria en distintas parte del globo, no tengan historias y experiencias que contar.
Diario Concepción se contactó con distintas personas, profesionales de diferentes áreas, que viven y se desarrollan en países como Italia, Alemania, México y Argentina, para que contaran como lo han pasado, cual es la comunicación que han tenido con sus amigos y familiares en Chile y, por cierto, qué opinión tienen de las medidas que han tomado las autoridades en tiempos de pandemia.
La cantautora sampedrina, Yaya Fuentes; el antropólogo Ignacio Contreras (con raíces en Talcahuano); la periodista Alejandra Tillería (nacida en la Laraquete, provincia de Arauco); y los cantantes líricos Ricardo Seguel (de San Pedro de la Paz) y Christian Senn (Concepción), relataron, a través del WhatsApp, Instagram y correo electrónico, sus vivencias, días de encierro, las contracciones del teletrabajo y otras materias sobre un virus que ha cambiado, incluso, la forma de ver en cómo nos comportamos.
Ricardo Seguel es una voces más reconocidas de la lírica nacional (en la imagen en uno de sus papeles en la obra Madame Butterfly) y actualmente vive en Argentina, junto a su señora Florencia (también intérprete lírica) y su pequeño hijo, Esteban. Y hasta ahora, dijo, la experiencia en el país trasandino ha sido buena, pues “se ha actuado con mucho orden y mucha agilidad”.
Relató que están hace más de una semana con cuarentena obligada y, por cierto, “ha sido difícil como, me imagino, le pasa a todos, pero acá funciona la locomoción y el Metro, aunque con menos frecuencias (…). La gente que aún trabaja es la que es parte de las necesidades más básicas, como hospitales o farmacias. Ha sido una experiencia, pero como familia estamos tranquilos. Además, uno ve el respaldo transversal de la determinaciones que está tomando el gobierno de Alberto Fernández. En este día no se ha visto de división de colores políticos, cosa que me parece muy bien, pues es una emergencia importante y hay que tomarla muy en serio”.
“Yo creo que nadie se espera vivir algo así. Y esto, me parece, nos tiene que hacer reflexionar. Tomar un poco de aire, sentarse y pensar, quizás, en cómo estamos viviendo y avanzando en este mundo tan acelerado”, comentó.
Christian Senn, al igual que Seguel, es otro destacado nombre de la lírica nacional (barítono). No obstante, él vive desde 1998 en Italia, en la región de La Lombardia, junto a su señora Denisse Araneda, con quien tiene tres hijos: Lorenzo, Almirena y Fiorella.
Senn no habla a medias tintas. A través del WhatsApp es categórico: “La experiencia ha sido horrible y lo sigue siendo”.
El viernes pasado, cuando se produjo esta conversación, sostuvo que “la curva todavía no llega al tope máximo, ni se ha estabilizado. Ayer (el jueves), hubo nuevamente aumento de contagios. Hubo tres días que se mantuvo de manera constante, pero creció nuevamente y los fallecidos todos los días son del orden de 700”.
De los 36 días que llevan encerrados en casa, relató, 20 han sido absolutos. “A inicios de marzo, cuando el tema tomó vuelo, nuestra preocupación también se instaló en Chile. Mi señora es de Concepción, también. Por tanto, la comunicación ha estado. Nos preocupa, porque sabemos como son los chilenos, no respetan mucho las indicaciones a las autoridades de Salud. Pero creo que la cosa ha mejorado y, creo, que nosotros contribuimos un poquito a ‘asustar’ (ríe) a nuestro parientes para que tomen consciencia”.
Senn dice que le preocupa la forma en cómo la autoridad en Chile ha abordado el tema: “Creo que las fases están demás. Debería existir una fase, cuarentena para todos”, enfatizó.
Ignacio Contreras Ilabaca, vive desde hace nueve meses en Venecia, Italia, junto a su esposa veneciana, Emily Carraro (juntos en la imagen), luego de cursar un magíster en antropología visual en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales y vivir en Ecuador durante un año y medio. “Decidimos venirnos a vivir a Italia con la idea de hacer un vida juntos en estas tierras”, contó.
Ahí, en la región del Véneto, los pilló la emergencia sanitaria mundial. “Hoy, 27 de marzo, los datos son alarmantes: más de 80.000 personas contagiadas, de las cuales 8.165 fallecieron. Los primeros casos se detectaron hacia inicios de febrero, sin embargo, para entonces las autoridades no tomaron las medidas adecuadas y el virus se propagó a ritmos agigantados sobre todo en la región de Lombardía, en el norte del país”, escribió vía e-mail.
“El cierre de fronteras y la cuarentena fueron decretadas recién el 9 de marzo, con un duración hasta el 3 de abril, pero prorrogable, según sea el escenario. Sólo se encuentran abiertos en horarios restringidos los supermercados, las farmacias y las tiendas en los barrios. Todas estas medidas fueron tomadas con el objetivo de enmendar la situación actual (…). Si bien es cierto que la media de fallecidos es de 78 años, también hay casos de gente joven y sana que ha sido contagiada. Por lo que el llamado es a permanecer en casa, mantener una buena higiene y evitar las aglomeraciones”, relató.
Alejandra Tillería, es periodista, oriunda de Laraquete, provincia de Arauco, y actualmente reside en Alemania, junto a su marido que tiene doble nacionalidad: argentina y alemana. Vive, específicamente, en Bochum, en el estado de Renania del Norte, Westfalia. “Cuando empezó el tema del contagio en Alemania, todo fue muy lento. Pero, en un par de semanas, se fue propagando por todos los estados”, relató. En su opinión y pese al buen sistema de salud que tienen los alemanes y ser “uno de los países con mayor cantidad de camas para cuidados intensivos o respiradores”, las medidas han sido tardías, privilegiando el tema económico. A través de Instagram, contó que “pasaron varias semanas antes que cerraran las fronteras o algunas empresas se decidieran a realizar teletrabajo (…). Hubo medidas que se tomaron casi a la par con Chile y Argentina, y con muchas semanas de avance. Bueno, quizás el tratamiento es mejor, pero las medidas que se han tomado no han sido mejor que otros países”. Actualmente, dijo, no se ve gente en las calles y no se puede salir en grupos. Y está permitido sólo ir a farmacias y supermercados. “Yo puedo trabajar online, de hecho, trabajo para una empresa de otra ciudad, pero mi esposo tiene que ir al trabajo. Entonces, es un poco confuso que una persona en la casa haga cuarentena y la otra no”.
Yaya Fuentes, música, cantautora sampredina y “viajera”, se estableció hace casi tres años en México, específicamente en San Miguel de Allende “que está justo en el centro, en el corazón de México”, una ciudad que basa su economía en el turismo. “He vivido con tranquilidad, con mi compañero. Yo me vine porque quería abrir fronteras y ver que pasaba como músico (…). Me ha ido muy bien con la música, pero también monté un restaurante, que es un desayunador méxicano con fusión chilena, junto a mi compa es que chef, michoacano. Fue un boom, porque también promovíamos la música los días domingos. Pero, bueno, ahora nos encontramos con un San Miguel vacío. Están bien delicado el tema”, contó la artista a través de WhatsApp.
Relató que, hasta ayer, no habían antecedentes de infectados, muchos menos de fallecidos, no obstante, sí existe un autocuidado importante, considerando que el 30% de la población es estadounidense, situación que se ha hecho sentir. “Tuvimos que cerrar el negocio y en este momento realizamos pedidos a domicilio. Ahora esperamos que esto pase. Yo, al menos, estoy convencida que esto es una movida de los poderosos, como siempre ha sido, para desenfocar los problemas reales (…). Lo importante ahora, creo, es preocuparse del que está al lado, de la gente que queremos. De mirarse para adentro, para luego proyectar hacia afuera”, reflexionó.