Pasajeros del centro vacacional abandonaron el lugar por miedo. Se contabilizan 22 ataques en la comuna.
Un nuevo ataque, el número 22, sufrió Tirúa la madrugada del martes cuando un grupo de desconocidos disparó seis veces contra el Hotel Curef, ubicado en la caleta Quidico.
El hecho, que ocurrió a las 03.20 horas, mientras los turistas alojados en el lugar dormían, cuando un grupo de desconocidos percutaron armas en contra del lugar dañando ventanales, la matriz de agua potable y una camioneta.
Fernando Fuentealba, empresario del hotel afectado, quien además es presidente del comité de seguridad ciudadana de Quidico, afirmó que el lugar es una zona asolada por la violencia “ya van 21 casas quemadas, más un restaurante y hoy en la madrugada fue atacado el hotel con turistas”.
Llanto, crisis de pánico y sentimiento de indefensión fueron parte de las consecuencias que sufrieron algunas personas hospedadas en el hotel tras la balacera, aseguró Fuentealba, quien agregó que fue tanto el miedo que sintieron que decidieron abandonar a primera hora de ayer el centro vacacional.
El dueño del hotel afirmó que, tanto él como los turistas, no entienden que con el nivel de violencia existente el Gobierno no se tome las medidas de seguridad necesarias para la comunidad.
En ese sentido, el intendente Sergio Giacaman reconoció que el “propietario está muy afectado, no solo por la afectación que él sufrió, sino también porque estaba con huéspedes y eso tiene un impacto negativo para las personas y para la oferta que el genera en el hotel”.
Además, aseguró que se fortalecerán las coordinaciones con la Gobernación y la policía buscando evitar nuevos episodios de violencia que tanto daño hacen a la zona.
Los afectados, provenientes de Santiago que realizaban un paseo por la costa con dirección al sur del país, estamparon una denuncia en el retén de Carabineros de Quidico, mientras que el fiscal de turno determinó que personal de la Sección de Investigaciones Policiales de Cañete realice la investigación respectiva para dar con los antisociales, que escaparon tras el tiroteo.